¿Quién ganaría una final económica de la Copa América? Brasil y Perú abren juego

La llegada del ultraderechista Jair Bolsonaro al poder en Brasil el pasado mes de octubre, con su promesa de privatizaciones y facilidades para el capital extranjero, ha reorientado el radar de los inversores hacia Brasil. El Bovespa, principal índice carioca, se dispara un 13,8% en lo que va de año (Ibex 35 +9,31%; Dax +19,03%; Dow Jones +15,41%) y ha marcado un nuevo máximo histórico en julio en los 104,089 puntos después de que la reforma de las pensiones propuesta por el Ejecutivo brasileño haya superado un obstáculo clave en el Congreso.

En lo que respecta al Perú Select, índice de referencia peruano que engloba a las 15 compañías de mayor capitalización de la bolsa andina, su revalorización anual es algo inferior, del 8,07%. El selectivo se encuentra en zona de máximos anuales (552,63 puntos), aunque por debajo de techo histórico que marcó a comienzos del año pasado en los 571,48 puntos. A finales de junio Morgan Stanley Capital International (MSCI), que confecciona índices con las principales compañías de todo el mundo, decidió mantener la calificación de Perú como Mercado Emergente. Debido a la escasa liquidez de la bolsa limeña llegó a plantearse degradarla a Mercado Frontera, lo que hubiera podido rebajar el interés de los inversores por los valores peruanos.

Uno de los indicadores clave para conocer la situación económica de un país es el índice 'Doing Business' que elabora el Banco Mundial. Se trata de un listado de 190 países clasificados según diez variables entre las que se encuentran los trámites necesarios para crear una empresa, la protección de los inversores, el pago de impuestos o la facilidad para registrar una propiedad. Este listado, que en 2019 vuelven a liderar Nueva Zelanda, Singapur y Dinamarca (España ocupa el trigésimo lugar), ofrece mucho mejores perspectivas en el caso de Perú (puesto 68) que en el de Brasil (109).

El país presidido por Martín Vizcarra desde 2018-tras la renuncia de su antecesor Pedro Pablo Kuczynski debido a un escándalo de corrupción- se impone claramente a su rival en categorías como la apertura de un negocio (puesto 125 frente a 140), permisos para la construcción (54 frente a 175), en la de registro de la propiedad, obtención de crédito o pago de impuestos. Sin embargo, Brasil ofrece más facilidades a la hora de obtener electricidad, en la protección a los minoritarios y en el comercio transfronterizo, por poner algunos ejemplos.

Si hablamos de renta per cápita, una variable clave para el desarrollo económico y el bienestar de la población, los brasileños vuelven a tomar la delantera. Su renta per cápita alcanzó los 9.821,41 euros en 2017, con el último dato disponible. En ese mismo ejercicio, los ingresos por habitante en Perú en relación a su PIB fueron de 6.571,93 dólares, es decir, de 3.200 dólares menos. Para poner en perspectiva estas cifras hay que pensar que la renta per cápita en España ese mismo año fue de 28.157 dólares (25.069 euros) y la alemana de 44.470 dólares (34.594 euros).

A la economía de Brasil le ha costado salir del duro revés que sufrió entre 2015 y 2016, cuando una profunda recesión llegó a hundir su PIB un 7%. Tanto en 2017 como el año pasado el gigante avanzó a un ritmo del 1%. A comienzos de este año, la inestabilidad a nivel mundial afectó también al país más poblado de América Latina, cuya riqueza entró por primera vez en terreno negativo desde finales de 2016 (-0,2% trimestral), con la presión que eso supone para Bolsonaro, que ha hecho de la recuperación económica uno de sus objetivos principales. El fuerte ajuste fiscal que está acometiendo dificulta las cosas para un país que a finales del año pasado registró un déficit del 6,84% y vio elevarse su deuda hasta casi el 88% del PIB.

Con un porcentaje de deuda inferior al 27% y un agujero fiscal del 2,13% por esas mismas fechas, la macro beneficia a priori a Perú. El país andino ha visto cómo su economía se estancaba en abril y su banco central ha advertido que su crecimiento se verá menguado hasta el 3,4% desde el 4% previsto inicialmente. El motivo es un debilitamiento de la inversión y sobre todo del sector minero, que aporta un 15% al PIB peruano y representa el 60% de las exportaciones. Es otra de las ramificaciones de la guerra comercial entre Estados Unidos y China que ha hundido los precios de la plata, el cobre y el zinc, de los que Perú es el segundo productor a nivel mundial. En el primer trimestre la economía peruana avanzó al 3,19%. En términos de desempleo la tasa de paro en el primer trimestre de Brasil supera con mucho a la peruana: 12,7%, frente a 8,2%.

El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) elaborado por Naciones Unidas identifica a las personas que tienen carencias no monetarias en un tercio de los indicadores relacionados con la salud, la educación y los estándares de vida. El indicador evalúa variables como la nutrición, la mortalidad infantil, los años de escolarización, la asistencia escolar, el combustible para cocinar, saneamiento, agua potable o electricidad y vivienda. Se entiende que la población vulnerable es aquella que presenta carencias entre el 20 y el 30% de estas variables y que la afectada por pobreza severa está privada de entre el 50 y el 100% de las mismas. 

De acuerdo con el informe elaborado en 2018 por la ONU, el 2,7% de la población de Perú se encontraría en una situación de pobreza extrema y el 12,5% sería vulnerable. Su situación sería peor, entonces, que la de Brasil, donde la pobreza extrema afecta al 0,9% de la población y es vulnerable el 6,2% de la misma.