Entrada en vigor

Quiénes son los ganadores y perdedores tras la nueva normativa sobre las Sicavs

La reforma entró en vigor el pasado 1 de enero y los administradores de estos vehículos de inversión tenían hasta ayer para revelar su voluntad de seguir bajo ese régimen o transformarse en SL.

El director gerente de BME Growth, Jesús González Nieto.
El director gerente de BME Growth, Jesús González Nieto.
Europa Press

Después de muchos años de advertencias sobre cambios importantes en la regulación, la nueva normativa sobre SICAVs (Sociedades de Inversión de Capital Variable) ya es una realidad. El pasado 1 de enero entró en vigor en España y este tipo de vehículos tenía hasta ayer lunes 31 de enero como límite para comunicar sus intenciones de seguir bajo ese régimen o transformarse a sociedades. ¿Quiénes pueden ser los ganadores y perdedores de esta situación para unos 2.300 vehículos de inversión? De momento, alrededor de un tercio de ellas ya han comunicado a la CNMV su intención de no seguir bajo su actual estatus y se disolverán.

El dibujo final, está en línea con lo que se esperaba tras las primeras noticias: requisitos más exigentes en cuanto a la distribución del capital, la existencia de un número suficiente de accionistas que no tengan una participación testimonial (al menos 100 socios, con una inversión mínima de 2.500 euros cada uno, mantenida durante tres cuartas partes del año) y un mecanismo transitorio para no aflorar las plusvalías en caso de disolución de la Sicavs.

Para adaptarse a los cambios de la nueva normativa, las 2.300 Sicavs españolas deberán informar a la CNMV sobre cómo diseñarán su futuro. La ventaja principal es que, a través del régimen transitorio, quienes decidan no mantener la Sicav tienen un camino abierto sin peaje fiscal. En la práctica, no pierden demasiado respecto a la situación anterior, pues la capacidad de influencia en las decisiones de inversión por parte de los propietarios era cada vez más complicada”, comenta Rafael Juan y Seva, socio director de Wealth Solutions y presidente de Finletic.

Quienes mantengan estas sociedades de inversión de capital variable deberán asegurarse de que pueden cumplir de forma holgada con los requisitos de diversificación de capital. No obstante, existen casos en los que no es posible. “Por estos motivos, pensamos que una gran mayoría de SICAVs decidirán disolverse puesto que su grado de concentración accionarial es alto”, asegura Juan y Seva. En cualquier caso, es una decisión que ha habido que meditar en función de la composición accionarial, comunidad autónoma de residencia y planteamiento a futuro acerca de las inversiones.

Según Víctor Alvargonzález, socio fundador y director de estrategia de Nextep Finance, en un país como España, donde el traspaso entre fondos no tributa, los únicos que tenían un motivo sólido para montar una SICAV para el patrimonio financiero de los grandes inversores eran los bancos. “Porque, además, hace mucho tiempo que a través de fondos de inversión se puede invertir en cualquier tipo de activo, sector o país”, cuenta.

Pero las SICAV son sociedades y por lo tanto generan todo tipo de gastos y comisiones, ya sean de funcionamiento, mantenimiento, gestión, depósito, intermediación, etc. Y los bancos son los que cobran la mayoría de esas comisiones. La alternativa, una cartera de fondos de inversión, sólo tenía comisiones de gestión. Y además bajísimas, porque hace tiempo que existen participaciones en fondos específicas para banca privada, las famosas “clases limpias”. “La gestión del patrimonio financiero a través de una cartera de fondos era y es mucho más barata que utilizar una SICAV y encima se evitaban gastos societarios y regulatorios”, dice Alvargonzález.

Beneficiados y perjudicados

Las Sicavs, contarán con un periodo transitorio para disolverse o liquidarse sin coste fiscal hasta el próximo 31 de diciembre. Con la disolución de estas sociedades, los fondos de inversión serán los grandes beneficiados.

Serán los principales receptores del patrimonio de las SICAVs ya que el régimen transitorio lo exige. Por otro lado, las características de los fondos son imbatibles, tal y como asegura Juan y Seva. “Poseen una fiscalidad ventajosa, capacidad de diversificación, costes ajustados, acceso a cualquier tipo de activo financiero, y combinaciones que permiten tener una cartera totalmente personalizada”, añaden. 

Por lo tanto, teniendo esta alternativa en los fondos, no creemos que exista un claro aliciente a buscar opciones en estructuras domiciliadas en terceros países. Desde el punto de vista recaudatorio, tampoco esto podría tener ningún efecto, tal y como se ha establecido en el régimen transitorio. “Por otra parte, si analizamos el volumen que existe en las SICAVs, aun asumiendo que hubiera un endurecimiento de su fiscalidad, el efecto sería más cosmético que otra cosa”, describe el socio director de Wealth Solutions.

No obstante, también existen figuras perjudicadas en la disolución de las Sicavs. La más destacada podría ser el antiguo Mercado Alternativo Bursátil en España. “En mi opinión, uno de los principales damnificados será el Mercado Alternativo Bursátil, ahora llamado BME Growth, donde este tipo de instrumentos cotizaban”, comienza exponiendo Juan y Seva. BME obtiene un flujo recurrente millonario por la cotización en bolsa de estos vehículos y con la reducción de estas sociedades dejará de percibirlas.

Otro punto interesante será ver el de los profesionales que estaban dedicados a gestionar este tipo de instrumentos y que, normalmente, constituían un equipo especializado dentro de las gestoras. “No creo que corran peligro laboral, ya que, según mi percepción, son profesionales que aúnan, en muchos casos, conocimientos técnicos y capacidades de relación con clientes, y esa es, precisamente, una combinación muy demandada en el mercado”, concluye Juan y Seva en su análisis.

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