Marcarán su futuro 

Rally del S&P 500: cinco claves marcan la diferencia entre 2009 y la 'era Covid'

Las valoraciones, más exigentes en la actualidad; el cambio en la composición sectorial del índice; la liquidez existente en el mercado, o el hecho de que éste sea año el electoral son algunas de ellas.

Evolución del S&P 500 tras la crisis del 2009 y tras el 'golpe' de la Covid
    
Nerea de Bilbao

El S&P 500, que engloba a las quinientas firmas de mayor capitalización en Wall Street, está viviendo una especie de 'deja vu' con la recuperación los mínimos que marcó el pasado 23 de marzo en 2.237 puntos a causa del golpe económico asestado por el coronavirus. Si en el mercado, las voces autorizadas coinciden en lo complicado de encontrar un desplome similar en velocidad y virulencia al que el índice registró desde el día 4 de mes y hasta ese suelo (-28,5% en apenas catorce sesiones); sí que ven un precedente muy similar del 'rally' que el índice viene experimentando desde entonces. Es el rebote –con recuperación en ‘V’ incluida- vivido tras el ‘crash’ de 2009.

Entre aquella reconquista y ésta hay, sin embargo, algunas diferencias notables, más allá de que el tipo de crisis que originaron la caída a los abismos bursátiles sean tan dispares, que pueden tener su impacto en el mercado a corto o medio plazo. Las valoraciones, mucho más exigentes en la actualidad; el modo en que ha variado la composición sectorial del índice desde entonces; la liquidez existente en el mercado, o el hecho de que éste sea año el electoral en Estados Unidos son algunas de ellas.

    
Nerea de Bilbao

En contra de este ‘rally’ juegan en primer lugar las valoraciones de las compañías, que cotizan actualmente en niveles muy exigentes y que en 2009 estaban mucho más ajustadas, tal y como explican desde la consultora de análisis de mercados MacroYield. Tomando como referencia el PER ajustado de los beneficios medios de 10 años (para dejar de un lado el pesimismo que puede inundar las perspectivas actuales), en 2009, esa ratio precio-beneficio media de los diez años previos se situaba en 25,88x, un nivel similar al de la década previa (25,81x) antes del desplome. En junio de 2009, con el rally del S&P 500 bien avanzado, el PER ajustado se situaba en torno a 16,7x, cuando actualmente esta relación está por encima de 29x.

Otra de las grandes diferencias entre las dos etapas se aprecia a simple vista, puesto que la composición sectorial del S&P 500 no tiene nada que ver con la de entonces (ver gráfico). El hecho de que tecnología y 'farma' pesen ahora mucho más que entonces en el índice es precisamente uno de los motivos que más ha respaldado el actual 'rally', puesto que las dos se han visto especialmente beneficiadas por la esencia de esta crisis: el 'Gran Confinamiento' ha disparado el consumo y la demanda de todo aquello que tiene que ver con la tecnología en el teletrabajo, el ocio... y, además, se ha producido un acopio de medicamentos y una auténtica carrera en busca de tratamientos efectivos y vacunas contra el virus. A esto se suman la pérdida de relevancia del sector de la energía, el hecho de que el peso entre sectores estuviera más equilibrado y, en líneas generales, el menor componente cíclico del S&P 500 actual en relación al de hace una década.

Dos importantes diferencias de la actual recuperación del S&P 500 pueden favorecer que el 'rally' se prolongue, en opinión de los expertos. En primer lugar, la ingente cantidad de liquidez que baña el mercado. En segundo, las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre en EEUU. La historia demuestra que los años electorales son buenos para el índice y más aún si el presidente se presenta a la reelección. El motivo, que el propio Trump ha convertido el desempeño de las bolsas uno de los asuntos clave de su gestión económica. En este caso y, pese a que las encuestas dan actualmente a Joe Biden una ventaja de al menos 10 puntos en relación a Trump, el S&P no suele mostrar una preferencia clara por los candidatos demócratas o por los republicanos, más allá de lo que puedan incluir los candidatos en sus programa y, a la vez, los sondeos ya demostraron que no son infalibles en las elecciones de 2016.   

El sentimiento de mercado importa...y mucho

Por último, desde la consultora ven muy probable que el rally de 2020 haya sido aprovechado más por los inversores minoristas que por los gestores profesionales y que esto suponga un cambio en relación a lo ocurrido tras la Gran Crisis. De acuerdo con el índice AAII Bull Bear (la encuesta semanal de sentimiento de mercado que elabora la American Association of Individual Investors) a los gestores de fondos les está costando más ahora que en 2009 recuperar el sentimiento positivo, lo que podría tener que ver con las elevadas valoraciones y con la incertidumbre que aún genera esta crisis, incluyendo el miedo a un rebrote que eche por tierra los síntomas de recuperación económica. 

Desde el banco privado suizo Julius Baer ponen en valor cómo el índice S&P 500 está ahora de nuevo en territorio positivo en lo que va de año, lo que evidenciaría que los inversores "están cada vez más seguros de que se está produciendo una recuperación económica", lo que beneficiará a las acciones cíclicas a o largo de los próximos meses, como financieras, materiales, petróleo y gas, industriales.

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