Crecen más que el dividendo

El récord bursátil de recompra de acciones sostiene sobre sus hombros a Wall Street

La adquisición de títulos propios por parte de las compañías cotizadas casi se ha triplicado en diez años mientras que el pago de dividendos 'solo' crece un 54% en el mismo periodo de comparación

Wall Street
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EFE

Si hay algo que parece servir de sujeción a la bolsa en Estados Unidos es la política corporativa que están desarrollando muchas empresas cotizadas en Wall Street. En especial, las que poseen una mayor dimensión. Se puede resumir en un dato muy relevante: las recompras de acciones se han disparado hasta un nuevo récord, prácticamente igualando los dividendos en 2022, según el informe especial sobre remuneración al accionista elaborado por la gestora de fondos Janus Henderson.

Los resultados de las empresas publicados en el primer trimestre de 2023 revelaron el alcance total de las recompras de acciones emprendidas en todo el mundo en 2022. Las 1.200 mayores empresas del mundo recompraron la cifra récord de 1,31 billones de dólares en acciones propias, una cifra casi igual a los 1,39 billones que esas mismas empresas repartieron en dividendos durante el año.

El sector petrolero fue, con diferencia, el que más contribuyó al crecimiento en 2022, ya que las empresas recompraron acciones propias por 135.000 millones de dólares, más del cuádruple que en 2021. Casi todo este dinero del sector petrolero correspondió a empresas de Norteamérica, el Reino Unido y, en menor medida, Europa. El rápido crecimiento de las recompras de acciones no es un fenómeno de un solo año. Resulta sorprendente que las recompras casi hayan triplicado su valor desde 2012 (+182%), superando con holgura el aumento del 54% de los dividendos en el mismo periodo de comparación.

La consecuencia de este rápido crecimiento es un aumento significativo de la relevancia de la recompra de acciones. En 2012, las recompras eran equivalentes a sólo el 52% de los dividendos a escala mundial, con porcentajes que oscilaban entre el 3% de los mercados emergentes y el 102% de Norteamérica. En 2022, la cifra mundial se había disparado hasta el 94%, oscilando entre el 18% de los mercados emergentes y el 158% de Norteamérica.

La variación sectorial es aún más marcada. En el sector de los medios de comunicación, por ejemplo, que incluye a Meta, la matriz de Facebook, y a Alphabet, propietaria de Google, ninguna de las dos empresas paga dividendos, pero ambas son grandes compradoras de acciones propias.

En el caso de Meta, el último anuncio de recompras ascendió a los 40.000 millones de dólares, mientras que Alphabet anunció el pasado mes de abril que adquriría 70.000 millones de dólares de títulos propios. La hoja de ruta parece clara: sujetar lo máximo posible la cotización dentro de los mercados al copar gran parte de la demanda en la negociación de las acciones.

La gran concentración

El valor global de las recompras de acciones del sector fue ocho veces superior al de los dividendos que se pagaron en 2022. En cambio, en el sector de los suministros públicos -de alta rentabilidad por dividendo-, los dividendos fueron ocho veces superiores a las recompras. Con la suma de las recompras y los dividendos, lo que se denomina rentabilidad total para el accionista, se reducen significativamente las diferencias.

Las cifras están muy concentradas en unas pocas empresas. Apple es uno de los mayores compradores mundiales de acciones propias, representando sus recompras la asombrosa cifra de 89.000 millones de dólares en el ejercicio fiscal de 2022, casi el 7% del total mundial. Pero en la presentación de los últimos resultados trimestrales anunció el nuevo plan que añadiría otros 90.000 millones más. Una cifra que provoca que muchos inversores se posicionen en la compañía.

De hecho, los últimos datos de un informe de Bank of America desvelan que los inversores que están entrando dentro de la bolsa en estos momentos son las propias compañías con la implementación de esta estrategia empresarial. Los flujos de capitales evidencian cómo los minoristas poco a poco se están saliendo, y cómo los institucionales también siguen optando por posiciones más vendedoras.

“El S&P 500 con la recuperación de un 8% en lo que va de año está bastante sujetado por las propias empresas con sus planes de recompras y por un puñado de nombres del sector de la tecnología, como es el caso de Apple que pesa más de un 5% dentro de índice”, explica Jefferies en un reciente informe.

Por otra parte, los diez mayores compradores representaron casi una cuarta parte del total mundial y sólo uno de ellos, la británica Shell, no era estadounidense. Nestlé fue uno de los mayores compradores europeos de acciones propias el año pasado. Ben Lofthouse, responsable de renta variable global en Janus Henderson, comenta que el rápido crecimiento de las recompras en tres años refleja un “buen rendimiento de los beneficios y del flujo de caja libre” y la voluntad de recompensar a los accionistas sin crear “expectativas no deseadas sobre los dividendos”.

Desde su punto de vista, no siempre se puede confiar en que las recompras de acciones mejoren la rentabilidad para los accionistas. “Su naturaleza discrecional las hace más volátiles, como quedó de manifiesto durante la perturbación económica causada por el Covid en 2020, cuando estas operaciones sufrieron un drástico descenso”, asegura.

Además, no siempre generan valor para el accionista y algunos accionistas que dependen de un flujo de ingresos de sus inversiones suelen preferir los dividendos. El coste global del capital es ahora bastante más elevado que en los últimos años. “La gran pregunta es cómo afectará esto a la recompra de acciones en los meses y años venideros”, reflexiona el experto de Janus Henderson.

En este sentido, cuando las empresas podían financiarse prácticamente a coste cero, existía un enorme incentivo para emitir deuda y recomprar acciones, ya que ello añadía un valor inmenso. Para las empresas que generan cantidades muy grandes de efectivo, como Apple o Alphabet, esto no es un factor importante. “Pero para otras, especialmente en Estados Unidos que han recurrido al endeudamiento para financiar recompras de títulos, los cálculos estarán ahora mucho más afinados”, finaliza el experto.

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