La reforma de los planes de pensiones individuales se ha llevado por delante 4.400 millones de ahorro destinado para la jubilación durante los últimos dos ejercicios. Según los datos recabados por Inverco, las aportaciones brutas realizadas por particulares se redujeron en más de 1.700 millones durante 2021, cuando la normativa estableció el límite máximo a desgravar en el IRPF en 2.000 euros, frente a los 8.000 establecidos en la antigua normativa.
El golpe definitivo para este producto llegó en 2022 cuando el tope quedó establecido en 1.500 euros, provocando una reducción de hasta el 60% en la cuantía captada. En concreto la cifra ha caído hasta los 1.709 millones, lejos de los 4.314 millones contabilizados hace dos ejercicios. Durante la presentación de sus previsiones para este año, la patronal ha lamentado que estos ahorros se hayan esfumado, ya que este montante no se ha destinado a los planes de empleo. En este sentido, el presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, ha criticado que la nueva ley que fomenta los planes de empleo ha sido desarrollada con estímulos "insuficientes".
Inverco calcula que en España apenas un 1% de las empresas cuenta con un plan para la jubilación de sus empleados. La cifra responde a que el grueso del tejido productivo a nivel nacional está compuesto por pymes, en detrimento de compañías más grandes, que son las que promueven este tipo de vehículos. En concreto, algo más de 15.500 organizaciones dispone de uno de ellos. "Su presencia es meramente testimonial", ha remarcado el presidente de la Agrupación de Pensiones de Inverco, Luis Vadillo. La cifra se encuentra a bastante distancia de la media europea (30,7%), una situación ante la que Vadillo ha instado al Gobierno a fomentar las aportaciones desde las propias empresas.
Los cambios regulatorios y las turbulencias del mercado han provocado que estos vehículos cierren con unas pérdidas del 9,7%, arrastrados, precisamente, por los sistemas individuales, que son los que más caen (10,1%), mientras que en los de empleo la rentabilidad negativa ha sido del -8,7%. Se trata de su peor año en dos décadas, influido por el batacazo que ha experimentado la renta variable, mercado al que estaban destinados el 40% de los fondos de planes de pensiones y de la renta fija, que canalizaron el 37% del total.
El patrimonio conjunto de los planes de pensiones se ha reducido desde los 127.998 millones hasta los 115.641 millones. El retroceso acusa tanto la caída de los mercados financieros como el hecho de que se han producido más retiradas que aportaciones netas con un saldo negativo de contribuciones al finalizar el pasado año de -666 millones en el caso de los individuales.
De cara a este 2023, tras la recuperación de la rentabilidad con las subidas del tipos del Banco Central Europeo (BCE), Inverco se muestra algo más optimista, aunque con moderación. Sus previsiones apuntan a un ligero incremento del patrimonio en un 1,2%, impulsado por el 'efecto rentabilidad', de tal forma que el patrimonio se colocaría en los 117.000 millones.
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