Inicio de año positivo

El rendimiento del bono español rompe la tendencia a la baja de los últimos días

Los analistas apuntan a una recogida de beneficios tras la predisposición a la compra que ha imperado en el arranque de 2023 al calor del apetito por los bonos tras el mal 'annus horribilis' para la renta fija. 

El rendimiento del bono español rompe la tendencia a la baja de los últimos días
El rendimiento del bono español rompe la tendencia a la baja de los últimos días. 
EFE

El apetito inversor por los bonos españoles pierde fuelle. Después de tres jornadas de compras, el interés de la deuda a diez años vuelve a las subidas y rompe la tenencia iniciada a principios de la semana. La corrección devuelve su precio a niveles de hace quince días tras el empujón de finales de año, cuando la deuda española alcanzó el 3,6%, marcando máximos desde 2014

Durante la tres primeras sesiones de 2023 el interés del bono ha experimentado una caída de tres décimas y, a cierre de mercado del jueves, cotizaba en el entorno del 3,3% (+2,3%). Los analistas indican que se trata de una recogida de beneficios en un momento en el que los inversores ponen a punto sus carteras para este nuevo ejercicio.

Este comportamiento también se observa en otros países periféricos de la zona euro, como Italia, donde la ratio de deuda pública sobre PIB llega al 145%. En los tres días que ha estado a la baja, el rendimiento de la deuda italiana ha registrado un recorte de más de cuatro décimas. Con el repunte de ayer, se coloca en los 4,3 a cierre de mercado. Grecia, por su parte, que este lunes arrancó con un alza del 2%, hasta el 4,65%, cae tres décimas, hasta el 4,3%. El bono alemán, que marca la pauta del resto de deudas de la zona de la moneda única, tampoco se escapa y, tras bajar casi tres décimas desde el cierre de 2022, se coloca en el 2,29%. Al otro lado del Atlántico, también sigue el mismo patrón: caídas hasta el miércoles y un ligero ascenso durante el cuarto día de la semana, hasta el 3,7%. 

El giro se produce tras la publicación de los IPC de Alemania, que ha moderado su escalada al 8,6% en diciembre, hasta 1,4 puntos menos con respecto a noviembre y su menor ascenso desde agosto. También se ha conocido la tasa de inflación en Francia, que también recorta su crecimiento interanual hasta el 5,9%, frente al 6,2% del undécimo mes del año

Algo más de distancia marca Italia, país en el que la cifra alcanza el 11,6%, después de marcar  su cifra más elevada desde 1984 en noviembre, cuando llegó al 11,8%. En España, el indicador adelantando del IPC es del 5,8%, su cifra más baja en un año. Si bien los umbrales todavía están lejos del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), su menor avance supone un 'rayo de esperanza' para el mercado y para Christine Lagarde, en su cruzada contra la inflación, bajo la expectativa de que los precios ya han tocado techo.

"Según se vaya modelando la inflación se irán también moderando las subidas de tipos de interés y el mercado empezará a descontar futuras bajadas de tipos", precisa el director de Estrategia y socio fundador de NextepFinance, Víctor Alvargónzalez. De momento, el banco central que rige la política en Europa ya ha avisado de que planea ejecutar incrementos significativos de tipos, aunque no tan agresivos como los aprobados hasta la fecha, mientras que la Reserva Federal ha advertido en sus últimas actas de que los tipos se mantendrán altos hasta que den por los controlados los precios. 

El repentino despertar de los tipos durante 2022 ha disparado las rentabilidades de los bonos en casi todas las economías mundiales, con la consecuente caída de su precio, que oscila de forma inversa a los rendimientos en función del cupón. El aumento de la inflación resta atractivo a los intereses que ofrecen, sobre todo, los que ya estaban invertidos, mientras los inversores buscan deshacerse de sus posiciones viejas para adquirir nuevos bonos, con los que recogerán un mayor rendimiento.

La renta fija ha sido una de las que más ha sufrido en 2022, con un desplome de la rentabilidad del 5,93%, que contrasta con el aumento de patrimonio de más de 10.000 millones que ha registrado, según los datos provisionales de Inverco. La clave estará en si el objetivo de los inversores es mantener sus productos en cartera a vencimiento o si por el contrario han apostado por fondos de baja duración. 

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