Marcha atrás ocho años después. El operador ferroviario alemán Deutsche Bahn avanzó este miércoles sus planes para deshacerse de parte o la totalidad de Arriva, su filial en el Reino Unido. La 'Renfe alemana', de participación pública, dio a conocer a sus planes para vender a otro grupo o colocar en bolsa su unidad británica, que adquirió en 2010 tras pagar unos 1.590 millones de libras (1.830 de euros al cambio de entonces o 1.350 millones al cambio actual).
Según Reuters, la venta de Arriva -a un comprador o en bolsa- se enmarca en el proceso de reducción de deuda que pretende llevar a cabo Deutsche Bahn, al tiempo que busca nuevos recursos para financiar sus planes de crecimiento. Arriva, que emplea a 53.000 personas en toda Europa, facturó unos 5.440 millones de euros (4.640 millones de libras) en 2018.
Según el periódico Bild am Sonntag, el Gobierno alemán destinará 50.000 millones de euros durante los próximos 10 años a la red ferroviaria del país para financiar un programa de modernización. Entre los beneficiados de las nuevas inversiones se encuentran los fabricantes de trenes como las españolas CAF o Talgo, que hace dos semanas presentó en Berlín las 23 máquinas que acaba de vender a Deutsche Bahn por un importe de 550 millones de euros.
Alemania tiene una red ferroviaria de unos 33.000 kilómetros en la que gasta unos 3.500 millones de euros anuales en mantenimientos. Según el citado diario, el mes pasado, el Gobierno de Ángela Merkel lanzó un plan de inversiones por valor de 10.700 millones de euros para mejorar 1.500 millones de vía férrea, 650 estaciones y 300 puentes.
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