Mal año para la renta variable

Renta 4 prevé una inflación alta más allá de 2023 con Europa en el punto de mira

La desglobalización, las sanciones a Rusia, la transición energética o el cambio demográfico en China son algunos de los factores que mantendrán al alza este ‘impuesto invisible’ en el corto plazo. 

Fotografía dinero euro
Renta 4 prevé una inflación alta más allá de 2023 con Europa en el punto de mira. 
Roman Synkevuch vía Unsplash.

Todos los caminos conducen a la inflación. Con la barra libre de liquidez de los bancos centrales agotada, el mercado busca señales que le ayuden a avistar una inflación por debajo del 2%, un nivel que tardará más tiempo del deseado en producirse. El balance de ‘Estrategias de inversión para 2023’ de Renta 4 proyecta que el aumento de los precios continuará en tasas elevadas durante los próximos dos años y no será hasta 2025 cuando se registren tasas consideradas ‘normales’. Incluso abren la puerta a la posibilidad de que Lagarde eleve el citado umbral de su objetivo al 3%.

La desglobalización, las sanciones a Rusia, la transición energética o el cambio demográfico en China son algunos de los factores que mantendrán al alza este ‘impuesto invisible’ en el corto plazo. Sin embargo, no afectará a todas las economías por igual, saliendo Europa peor parada en comparación con Estados Unidos, donde la tasa se ha moderado a mucha más velocidad y ya se encuentra en el 7,1%, frente al 10% de la eurozona. El ‘shock energético’ ha golpeado a la actividad del Viejo Continente, que tardará mucho más tiempo en moderar el IPC.

Cabe esperar que tanto la Fed como el BCE seguirán con los tipos al alza hasta que su enemigo número uno a abatir (la inflación) se dé por contenido, algo que según su predicción ocurrirá en 2024. “La prioridad absoluta será el control de los precios a costa de infligir un mayor daño sobre el crecimiento”, precisan. Durante la presentación de sus proyecciones los analistas han hecho hincapié en que el mundo deja atrás el final de la política monetaria expansiva y se adentra en un periodo de bajo crecimiento prolongado.

En este contexto, su recomendación pasa por mantener la cautela ante la volatilidad que presenta la renta variable, que se ha convertido en el ‘farolillo rojo’ de los mercados. En el marco de estas turbulencias y con la racha bajista aún sin tocar suelo, Renta 4 sobrepondera la bolsa española y fija un nivel objetivo para el Ibex 35 de hasta 10.974 puntos. Esto se traduce en un avance superior al 30% desde la franja de los 8.300 puntos en los que está instalado. 

La menor dependencia del gas ruso frente a economías como la alemana provocará que el PIB español registre un mejor comportamiento durante el próximo ejercicio, expectativa que servirá de impulso para la bolsa. En lo que va de año, el Ibex 35 pierde cerca de un 5%, unos números rojos que ha conseguido amortiguar después de los rebotes de octubre y noviembre. 

El carácter defensivo de algunas cotizadas como las compañías de telecomunicaciones o las infraestructuras ayudarán a aguantar el viento en contra en caso de recesión, al igual que los bancos, que cuentan con un gran peso en el principal índice español. Si bien hasta ahora el protagonismo lo tenía la banca doméstica (CaixaBank, Sabadell y Bankinter), Nuria Álvarez, analista de Renta 4 cree que darán paso a BBVA y Santander, con mayor perfil internacional. El otro vector vendrá de la mano de la exposición a Latinoamérica, donde las subidas de tipos de interés se han ejecutado mucho antes.

En su contra juega la evolución del panorama internacional, que tiene como protagonistas los ejes de Rusia-Ucrania, China-Taiwán; un tensionamiento de la política monetaria más intenso de lo previsto; la posibilidad de una recesión intensa y duradera o los rebrotes en Pekín. 

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