Las pérdidas masivas de Repsol por las provisiones contables y la caída del resultados sin estos ajustes apenas se están notando en bolsa para la petrolera. Tampoco el riesgo asociado a potenciales sanciones de EEUU por las actividades en Venezuela que han provocado la mención expresa hacia Repsol y el Gobierno de Pedro Sánchez.
Las acciones de Repsol han aguantado y solo han cedido un 0,45%, hasta los 12,295 euros, después presentar unas cuentas anuales plagadas de números rojos, pero que han sido acompañadas con el recordatorio del plan de recompra de acciones (5% del capital), anunciado el pasado verano pero que verá la luz tras la Junta de Accionistas de este año. El plan está valorado en 1.000 millones de euros que irán destinados a comprar acciones y amortizarlas.
Este sostén y el hecho de que el pasado viernes avanzara la principal mala noticia de sus cuentas -un cargo extraordinario de 837 millones de euros por la venta de una filial de Talisman a la china Sinopec- han amortiguado la reacción en bolsa de Repsol. La petrolera perdió 5.282 millones de euros en el cuarto trimestre de 2019 frente a los beneficios de 632 millones del mismo periodo del año anterior y cierra 2019 con un resultado negativo de 3.816 millones.
Esta ajuste contable llevado a cabo para asumir unos escenarios de precios del crudo y el gas consistentes con los objetivos climáticos del Acuerdo de París, que le han llevado a ser la primera empresa del sector en fijar este meta de compromiso. A pesar de ello, el resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la firma, alcanzó los 2.042 millones de euros el año pasado, un 13% menos.
Riesgo de Venezuela
Más allá de los resultados, la petrolera se encuentra en una situación delicada después de la advertencia que lanzó EEUU por la actividad en Venezuela a los operadores petrolíferos extranjeros que tienen presencia allí como Reliance, Chevron, la propia Repsol y la rusa Rosneft, que ha sido sancionada por parte del Departamento del Tesoro. El enviado especial de EEUU para Venezuela, Elliot Abrams, avanzó que "entre lunes y martes", funcionarios del Gobierno han mantenido reuniones tanto con el Gobierno de Pedro Sánchez como con Repsol sobre este tema.
El riesgo de una sanción de este tipo implica el cese de relaciones comerciales con empresas de EEUU y la intervención de los activos en suelo estadounidense. Repsol ha llevado a cabo una rebaja de valoración de múltiples negocios en EEUU y Canadá, sin especificar, aunque la empresa lo achaca a sus planes de reducción de emisiones para 2050.
La exposición de Repsol a Venezuela se ha reducido al mínimo (-84%) en sus cuentas financieras debido a la drástica devaluaciòn de sus activos allí. En 2016 mantenía 2.273 millones de euros, en 2017 bajó a 1.480 millones, 456 millones en 2018 y hasta el cierre del tercer trimestre 2019 (351 millones). Repsol volverá a actualizar hoy ese guarismo.
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