Las multiplica casi por seis 

Riesgo al alza en Venezuela: Repsol eleva sus provisiones a 207 millones a marzo

El presidente de repsol, Antonio Brufau, criticó la excesiva ambición medioambiental del Gobierno.
El presidente de repsol, Antonio Brufau, criticó la excesiva ambición medioambiental del Gobierno.
EFE

En medio de la crisis extraordinaria causada por la pandemia de coronavirus y el hundimiento del precio del crudo, la presencia de Repsol en Venezuela sigue generando un un quebradero de cabeza añadido para la petrolera española. La compañía se ha visto obligada a multiplicar casi por seis sus provisiones en un año para contrarrestar los riesgos de crédito que conlleva su negocio en el país. Esas dotaciones alcanzan los 207 millones de euros entre enero y marzo, frente a los 36 millones de euros que tuvo que destinar a ese fin en el primer trimestre del año pasado. Repsol ha registrado unas pérdidas de 487 millones de euros entre enero y marzo, frente a las ganancias de 608 millones que obtuvo en el mismo periodo del año pasado.

Los resultados específicos registrados en el primer trimestre de 2020 ascendieron a -144 millones de euros, frente a los -13 millones registrados en el mismo periodo de un año antes y, según explica la petrolera en su informe financiero "corresponden principalmente al efecto negativo del tipo de cambio en los impuestos, principalmente en Brasil, así como a las provisiones por riesgo de crédito en Venezuela. Esto fue parcialmente compensado por las ganancias originadas por la desinversión de los activos en Papúa Nueva Guinea".

A comienzos de este año, durante la presentación de sus resultados anuales de 2019, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ya dejó claro que Repsol permanecería en el país -donde está presente desde hace veintisiete años- pese a su crisis política y económica y a pesar también de las tensiones permanentes entre el gobierno de Nicolás Maduro y la Administración Trump, y que lo haría, eso sí, sin incrementar su negocio allí. 

A lo largo del último ejercicio, Repsol redujo su exposición patrimonial al país latinoamericano prácticamente a la mitad hasta los 239 millones de euros, frente a los 456 millones que ésta suponía solo un año antes. "Esta reducción se explica por la existencia en la fecha de cierre de estos estados financieros de deudas comerciales, así como por la actualización del riesgo de crédito por pérdida esperada correspondiente a deudas de PDVSA", explicaba la compañía en su último informe anual. La presencia de Repsol en Venezuela supone, sobre todo, el cobro de deudas pendientes con PDVSA (la estatal Petróleos de Venezuela) a través de pagos en especie en forma de petróleo. 

Actualmente Repsol gestiona al 50% con la italiana Eni el proyecto Perla en Cardón IV, que supone el mayor hallazgo de gas en la historia de Venezuela y de la propia compañía, con cerca de 17 billones de pies cúbicos de esta materia prima. Además, ostenta una participación de 40% en la empresa mixta Petroquiriquire (cuyos bloques tendrían vigencia hasta 2031); otro 11% en Petrocarabobo que se mantendría hasta 2035; y cuenta además con un 60% en Quiriquire Gas y en Yucal Placer, una licencia para la producción de gas no asociado del 15%.

Venezuela afronta una situación muy complicada en términos económicos a causa de la crisis de las materias primas que ha generado la pandemia y por sus propios problemas internos. De acuerdo con las últimas previsiones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), su PIB registrará una contracción del 15% en 2020, lo que supone la mayor recesión de un país a nivel global. Las proyeccionesde cara al año que viene apuntan a una contracción del 5%. Por malos que puedan parecer los datos, Venezuela venía de una contracción del 35% el año previo.

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