"Se mantiene el compromiso de remuneración al accionista para el ejercicio 2020 asumido en el Plan Estratégico vigente". Tras las recientes suspensiones de dividendo de Santander o Amadeus, a contracorriente, la petrolera Repsol ha anunciado este miércoles que mantendrá intactos sus dividendos y pagará 0,55 euros por acción en julio, aunque adoptará la fórmula del ‘scrip dividend’ (emitiendo acciones nuevas) para evitar una salida de caja. La empresa que preside Antonio Brufau y dirige Josu Jon Imaz mantiene reducir capital contra el efecto dilutivo de este scrip.
Sin embargo, ha dejado aparcado otro plan para amortizar un 5% del capital por valor de 1.000 millones, tal y como anunció en julio de 2019. El nuevo escenario del petróleo ha desbaratado los planes de Repsol en 2020, como publicó 'La Información'. Repsol anunció hace apenas nueve meses un plan de amortización de acciones -que supone la retirada y eliminación de títulos- que le iba a suponer un desembolso extraordinario estimado en unos 1.000 millones de euros.
Según detalla la petrolera, el Consejo de Administración ha decidido sacar del orden del día de la próxima Junta General Ordinaria de Accionistas (8 de mayo), la propuesta de reducción del 5% de la cifra del capital social de la Compañía a 31 de diciembre de 2018 que acordó en julio de 2019, "debido a la actual situación de los mercados y las circunstancias sobrevenidas como consecuencia del Covid-19".
La petrolera ha decidido adoptar para sus negocios con la puesta en marcha de un Plan de Resiliencia 2020, "considerando un entorno macroeconómico muy exigente para el resto del año". Repsol rebaja su guía de cotización promedio para el Brent de 65 a 35 dólares (-46%) frente a los 27 dólares en que cotiza el barril esta semana en los mercados. Para el gas, la petrolera mantendrá su guía del Henry Hub en 1,8 dólares / MBtu, en línea con su cotización actual.
La multinacional española se prepara para tomar drásticas medidas con el objetivo de retener la liquidez. En ese sentido van dirigidas medidas como el dividendo en acciones (scrip) o la no amortización de acciones en autocartera. Sin embargo, el plan va más allá y la petrolera prevé reducir sus gastos operativos en 350 millones hasta diciembre, además de conseguir 1.000 millones extra paralizando inversiones que tenía previstas. Repsol también prevé "optimizaciones del capital circulante" por valor de otros 800 millones.
“La flexibilidad de nuestro portafolio de activos, que nos permite tomar decisiones ágiles de optimización de inversiones de capital en función del entorno de negocio, es una de las palancas más útiles para afrontar el nuevo y complejo escenario y resulta clave para la reducción en el 26% de las inversiones inicialmente previstas para el año. Con todo ello, incluso en este escenario la deuda de Repsol no se incrementará en 2020 respecto a la del cierre del ejercicio 2019”, asegura la petrolera.
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