Bajada de 150 pb

Rusia rebaja los tipos de interés al 9,5% y los devuelve al nivel previo a la guerra

El banco central acomete su cuarta rebaja consecutiva del precio del dinero para estimular su economía, atenazada por las sanciones occidentales, y frenar la escalada de su divisa

Elvira Nabiullina, gobernadora del Banco Central de Rusia.
Elvira Nabiullina, gobernadora del Banco Central de Rusia.
L. I. / Archivo

El Banco Central de Rusia recorta los tipos de interés a su nivel previo a la invasión de Ucrania y a las sanciones occidentales que han hecho mella en su economía, aunque no hace ninguna mención a la situación geopolítica que vive el país. La autoridad monetaria busca aliviar su economía y frenar la escalada del rublo, que ya cotiza muy por encima que antes de la guerra. En su último movimiento ha colocado la tasa de referencia en el 9,5% tras una rebaja de 150 puntos básicos. Es la cuarta rebaja consecutiva de tipos después de que a finales de febrero los elevó del 9,5% al 20%.

"El entorno externo de la economía rusa sigue siendo desafiante y limita significativamente la actividad económica. Al mismo tiempo, la inflación se está desacelerando más rápido y la disminución de la actividad económica es de menor magnitud que la que esperaba el Banco de Rusia en abril. Los datos recientes sugieren que las tasas de crecimiento de los precios en mayo y principios de junio han sido bajas. Esto se produce como resultado de los movimientos del tipo de cambio del rublo y la disminución del aumento de la demanda de los consumidores en el contexto de una marcada caída en las expectativas de inflación de los hogares y las empresas", señala el banco.

El Banco de Rusia asegura que tendrá en cuenta la dinámica de inflación real y esperada en relación con el objetivo, así como los riesgos que plantean las condiciones internas y externas y la reacción de los mercados financieros. La autoridad monetaria que gobierna Elvira Nabiullina considera la necesidad de una reducción de los tipos clave en sus próximas reuniones. Según sus previsiones, la inflación anual ascenderá al 14-17% en 2022, descenderá al 5,0-7,0 % en 2023 y volverá al 4 % en 2024.

Pese a que omite por completo cualquier referencia a la guerra unilateral desatada sobre Ucrania o los efectos de las sanciones occidentales contra el país, el banco central prevé un mayor deterioro en los próximos meses. "La combinación de riesgos creada por el entorno externo puede producir efectos tanto proinflacionarios como desinflacionarios". Un mayor agravamiento del comercio exterior y las restricciones financieras puede tener un efecto proinflacionario, lo que conduciría a una caída del potencial de la economía rusa más pronunciada de lo previsto en el escenario de referencia", apunta.

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