La desaceleración tan temida de la economía mundial avanza paso a paso y un claro ejemplo de ello lo tenemos hoy en los resultados de Samsung. Las ventas de sus chips y de sus smartphones renquearon en el último trimestre del año y la firma lo pagó con un tijeretazo de casi el 31% en su beneficio neto de octubre a diciembre, cuando ganó 8,46 billones de wones (6.640 millones de euros). Este resultado está en línea con el anuncio de profit warning que lanzó hace unas semanas.
La compañía atribuye este descenso de ventas a "las crecientes incertidumbres externas y a los ajustes de inventario en los principales clientes". La caída está en línea con las previsiones que la firma había lanzado a principios de mes, cuando lanzó su profit warning, por lo que sus acciones apenas se han resentido. Iniciaron la sesión subiendo alrededor del 1% en el Kospi y se han despedido con un retroceso en torno a medio punto.
En el último trimestre del año el beneficio operativo de Samsung se redujo un 28,7% hasta 10.800 billones de wones (8.446 millones de euros), mientras que las ventas del gigante tecnológico alcanzaron 59,27 billones de wones (46.350 millones de euros), un 10% menos que en el mismo periodo del año previo.
En concreto, la venta de teléfonos inteligentes se situó por debajo de las previsiones del mercado, sobre todo por los elevados costes de promoción en la temporada, que redujeron su rentabilidad. "Las ganancias cayeron debido a una bajada en las ventas causada por unos envíos débiles de 'smartphones' en medio de un mercado estancado", explica la compañía. Los ingresos de su negocio de semiconductores se desplomaron un 24%.
Pese a todo lo anterior, la teleco surcoreana, registró el año pasado un beneficio neto récord de 44,34 billones de wones (34.717 millones de euros) gracias al buen rendimiento de sus chips de memoria para ordenadores y móviles, lo que implica un avance del 5% en relación al ejercicio previo.
La ganancia operativa del gigante surcoreano aumentó un 9,77 % en 2018 con respecto al ejercicio anterior hasta 58,88 billones de wones (46.053 millones de euros), y su facturación por ventas creció un 1,75 % hasta 243,8 billones de wones (190.819 millones de euros).
El aumento se vio principalmente propiciado por los ingresos de su sector se semiconductores, que se incrementaron un 16 %, con un notable aumento del 20 % en su negocio de memorias, gracias a la popularidad de sus chips DRAM para PC y memorias flash tipo NAND para teléfonos inteligentes y tabletas, destacó en su informe.
Previsiones para 2019
Samsung Electronics considera que en el primer trimestre de 2019 la demanda de chips memorias "se mantendrá lenta" por los ajustes de inventario y una "estacionalidad débil". Para la totalidad del ejercicio, "la demanda mejorará" y la industria experimentará un giro hacia chips "de mayor calidad para mayores aplicaciones".
El conglomerado dijo que buscará nuevos motores de crecimiento y se compromete a apostar por sectores emergentes como el de redes de telefonía 5G, inteligencia artificial y tecnología OLED.
En cuanto a su sector telefónico, la tecnológica prevé que el lanzamiento del Galaxy S10 le ayudará a "reforzar el liderazgo en el mercado de gama alta y a mejorar las ganancias".
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