Libre. Liberbank, el octavo banco español por valor en bolsa, se ha visto oficialmente liberado de las ataduras que sufría en su accionariado desde principios de 2019. Ernesto Luis Tinajero Flores, que controla el 7,1% del capital de la entidad asturiana, ha cancelado el contrato de derivados financieros con Banco Santander que le ha protegido de la caída en bolsa del banco, al tiempo que le dio liquidez por adelantado hace un año.
Como avanzó 'La Información', los contratos pendientes tenían como fecha de vencimiento el pasado 5 de junio, aunque ahora se conoce que no fue hasta el 9 de junio cuando Santander y Aivilo Spain, la patrimonial de Tinajero, resolvieron tanto la financiación como los derivados que afectaban el 3,5% de Liberbank, es decir, la mitad de la inversión del mexicano. La notificación formal a la CNMV se ha realizado con un mes de retraso (15 de julio) respecto a los plazos marcados.
La cancelación entre ambas partes permite levantar la prenda sobre 140 millones de acciones, el 4,63% del capital de Liberbank, que era el porcentaje de Liberbank que Santander podría quedarse en el caso de que Tinajero no atendiese a sus obligaciones contractuales. Según la documentación enviada a la CNMV, el banco de la familia Botín fue cogiendo nuevos paquetes de acciones como garantía en octubre, noviembre y el pasado junio, cuando se ha resuelto finalmente la operación con Tinajero.
El inversor mexicano contrató en 2019 un ‘equity swap’ (permuta financiera en efectivo o acciones con un precio de referencia inicial de 0,39 euros) que le protegían de potenciales caídas de la cotización de Liberbank. Además firmó un ‘prepaid forward’ (pago por adelantado por la venta futura de acciones) para obtener liquidez por adelantado sobre el 2,27% del capital de Liberbank (69 millones de acciones). Esos títulos, que valían entonces 27 millones de euros, han sido recuperados por el equivalente a 11 millones.
La caída en bolsa de Liberbank tiene buena parte de la culpa de esta sofisticada red a la que ha tenido que recurrir el multimillonario mexicano. Socio inicial desde la OPV de Liberbank en 2013, Tinajero manejó con holgura su inversión en la entidad que agrupa los negocios de las cajas de Asturias, Cantabria, Extremadura y Castilla-La Mancha. Pero en 2017 comenzaron las dificultades y la necesidad de buscar vías creativas.
Fue hace tres años cuando acudió a la ampliación de capital del banco con un crédito de Deutsche Bank de 37 millones de euros financiado a 12 meses, aunque con un interés más que ventajoso del 0,22%. Sin embargo, a finales de 2018 tuvo que salir a renovar la financiación, pero el coste se elevó al 4,35%, según los datos de su patrimonial Aivilo Spain.
Compensar minusvalías
Meses más tarde, Tinajero comenzó a manejar otras vías que le llevaron a llamar a las puertas de Santander. Gracias a su operativa con las acciones ha logrado salir por el momento del atolladero ya que le ha permitido seguir cobrando los dividendos de Liberbank hasta su reciente suspensión por la crisis de la Covid-19 y la orden del Banco Central Europeo (BCE).
En 2017, Tinajero tuvo un roto patrimonial de 82 millones de euros por el desplome de la acción de Liberbank hasta los 0,44 euros, nivel que mantuvo en 2018. En 2019, el banco volvió a cotizar por debajo de ese nivel -ligeramente por encima de 0,3 euros- y su patrimonial afrontaba un nuevo golpe teórico de unos 20 millones, aunque todavía no ha presentado las cuentas de los dos últimos ejercicios.
En 2020, el grupo que dirige Manuel Menéndez se volvió a desplomar hasta marcar mínimos en los 0,12 euros y ahora cotiza en torno a los 0,16 euros. El potencial roto contable para Tinajero vuelve a ser enorme ya que el 7,1% de Liberbank que controla apenas vale 36 millones. Sin embargo, el mexicano recibirá una buena compensación por el escudo de derivados que contrató hace más de un año y que acaba de liquidar con final feliz.
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