Unicaja y Liberbank recelan de la presión del BdE para fusionarse con nuevo capital

  • La entidad andaluza considera que puede reducir sus activos ponderados por riesgo y liberar fondos para abordar la fusión sin necesidad de ampliación 
Unicaja y Liberbank confirman que estudian una fusión
Unicaja y Liberbank confirman que estudian una fusión

Unicaja y Liberbank no quieren pasar por una ampliación de capital previa a su fusión. Según aseguran fuentes conocedoras del proceso, la operación corporativa en ciernes, a la que aún rodean muchos interrogantes, está bien vista por el Banco de España que, sin embargo, quiere que los contrayentes lleguen al 'matrimonio' con la mejor dote posible. Una pretensión que los bancos se niegan a asumir de primeras dadas, y siempre y cuando sean capaces de asumir los costes que lleva implícita la integración. La fusión, que tendría un claro sentido estratégico al beneficiarse ambas de un mayor tamaño combinado, les permitiría alcanzar una cuota de mercado en torno al 4%.

Los dos pretendientes consideran que su posición de balance les permite liberar recursos suficientes para cubrir la financiación de 600 millones de euros que supuestamente necesitan para abordar con garantías su proceso de integración. La apelación a recursos ajenos supone un riesgo en las actuales condiciones de mercado y tanto Unicaja como Liberbank son partidarios de abordar modelos internos que rebajen el peso de sus activos ponderados por riesgo (APR) para aumentar su posición de capital sin tener que buscar fondos frescos en el mercado.

La aplicación de dichos modelos internos requiere, eso sí, la autorización del Banco de España, algo que Liberbank ya ha obtenido. Unicaja espera que los supervisores concedan un tratamiento equivalente en su cartera hipotecaria. De esta forma la entidad malagueña podría recortar sus APRs en una cifra de hasta 5.000 millones de euros, lo que traducido en capital representa una dotación de 600 millones. Justo la cifra que está en juego para llevar a buen puerto la eventual fusión.

El resto de aspectos esenciales en todo proceso de consolidación bancaria parece que está bastante más avanzado. Los contactos preliminares reconocidos por las dos entidades han sido impulsados decisivamente en los últimos días con la colaboración inestimable del Banco de España. La institución que dirige Pablo Hernández de Cos es una de las más interesadas en facilitar una operación que permita pasar página a las grandes tribulaciones padecidas por el sector financiero en los últimos años.

En estas condiciones no es de extrañar que el canje de la fusión empiece a descontarse ya en un 60% para Unicaja y un 40% para Liberbank y que también se hayan dado los pasos decisivos para establecer un gobierno corporativo con un reparto de poderes ejecutivos entre Manuel Azuaga y Manuel Menéndez, los dos presidentes respectivos de la entidad andaluza y asturiana. Unicaja absorbería a Liberbank con un canje de acciones y un precio estimado para el banco absorbido de 0,5 veces su valor contable, un ratio nada despreciable a tenor de la cotización que actualmente registran las grandes marcas del sector en bolsa.

Un tercero en discordia

En paralelo con las negociaciones en marcha y al calor del nuevo marco de consolidación sectorial que puede suponer esta operación las firmas de análisis han empezado a lanzar informes sobre posibles hipótesis de integración. Por ejemplo, Banco Santander, en un análisis realizado por su departamento de inversión, no descarta "que un tercero inicie una batalla de ofertas competitivas" y lo argumenta en que Liberbank cotiza a la mitad de su valor en libros. "Es un objetivo de adquisición atractivo para cualquiera de los bancos españoles más grandes", remacha el documento. 

La entidad presidida por Ana Botín va incluso más allá, para satisfacción de los accionistas de Liberbank. "Estimamos que un comprador podría pagar una prima del 30% sobre la cotización actual del banco y aun así obtener una rentabilidad del capital invertido del 25%". De hecho, incluso ven la inversión en Liberbank más segura en caso de que el acuerdo fracase debido al posible interés de otras entidades en hacerse con la compañía. 

La operación corporativa, de todos modos, presenta muchas dudas relacionadas con la forma en que se llevaría a cabo. Por un lado, hay bancos de inversión que apuntan a que sería una 'fusión entre iguales' mientras que otros optan por una adquisición directa de Unicaja por Liberbank. Además, se apunta la posibilidad de que para acometer la compra sea necesaria una ampliación con la que lograr fondos.  

Esta posible ampliación de capital gana peso en el caso de que la operación se lleve a cabo a través de una adquisición directa. Esta vía pondría de manifiesto que Liberbank sería el 'objeto de deseo' de Unicaja y sería la entidad andaluza la que habría iniciado los contactos para culminar con éxito el movimiento corporativo. 

En caso de tener éxito la operación, ya sea a través de fusión entre iguales o vía adquisición directa, los directivos de las entidades lograrían una gran complementariedad geográfica. Unicaja tiene gran peso en Andalucía y ciertas regiones de Castilla y León, mientras que Liberbank cuenta con sucursales por Asturias, Extremadura, Cantabria y Castilla-La Mancha. 

Con este movimiento las dos entidades se fortalecerían de cara a un nuevo ejercicio en el que los tipos de interés permanecerán bajos en la zona euro, con el impacto que supone para las entidades en términos de negocio. Además, habría que sumarles mayores exigencias de capital, máxime ahora que se especula con que el temor a un frenazo económico lleve al BCE a retrasar esa subida más allá del próximo verano.

La operación corporativa ha sido celebrada tanto por los 13 fondos de inversión españoles presentes en el capital de Unicaja y Liberbank (en ambos) como por el Norges Bank. El fondo soberano de Noruega irrumpía en la entidad andaluza días antes de que se conociera el inicio de negociaciones mientras que en la segunda ya tenía una posición con mucha anterioridad. 

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