Dimite su consejero

Santander y el Estado salen del consejo de Lleidanet tras el final de su pacto

Enisa, SEPI y Banco Santander, que agrupaban el 21% del capital de forma sindicada, piden a su consejero en la tecnológica que renuncie al puesto, este dimite pero la empresa lo repesca como independiente.

Equipo de Lleidanet, la operadora de notificación certificada y firma electrónica.
Equipo de Lleidanet, la operadora de notificación certificada y firma electrónica.
L. I.

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enisa (agencia pública del Ministerior de Industria) y Banco Santander han dado un paso más hacia su desinversión en la tecnológica Lleidanet, de la que han sido socios de referencia durante 13 años. Las tres entidades han decidido esta semana retirarse del consejo de administración tras realizar una “petición expresa” a su representante, Jorge Sainz de Vicuña, para que presentase su dimisión con efectos inmediatos tras la finalización de su pacto accionarial.

En paralelo, la empresa que dirige Sisco Sapena ha optado por repescar a su exconsejero solo 48 horas más tarde y mantenerlo en el consejo, aunque ahora en calidad de independiente. Sainz de Vicuña fue nombrado consejero en junio de 2018 de Lleidanet cuando era alto directivo del área de Participaciones Industriales de Banco Santander, donde ha desarrollado buena parte de su trayectoria, sobre todo, en el antiguo Banesto. Sapena, que controla el 38%, convocó a su consejo este viernes en sesión extraordinaria para restaurar la composición del mismo, según informó  este viernes.

Fuentes financieras consultadas por ‘La Información’ apuntan a la venta de acciones del banco, que tenía el 7% del capital (1,1 millones de títulos) a 30 de junio, como origen del movimiento. Santander ha vendido una parte significativa de sus acciones en Lleidanet, aunque con su salida del consejo esquiva la necesidad de comunicarlo en los mercados en los que cotiza (BME, Euronext y OTCMarkets). Estas fuentes sitúan en casi un 150.000 acciones las ventas efectuadas desde que Lleidanet salió a bolsa en el OTCMarkets de EEUU el pasado 2 de noviembre. No hubo respuesta a la petición de comentarios por parte de Santander, SEPI o Enisa y en Lleidanet se remitieron a los hechos relevantes publicados esta semana en BME.

Con la salida del consejo, los tres institucionales tienen vía libre para vender sus acciones sin tener que comunicar a BME, el regulador del mercado donde cotiza (BME Growth), sus movimientos en el accionariado. Según la regulación española de CNMV, cualquier compraventa de acciones de alguno de los directivos o miembros del consejo debe ser comunicada. Al perder la condición de consejeros, esta obligación se limita a los cruces de umbrales del 5% del capital y sus múltiplos (10%, 15%...).

La cotización de Lleidanet en bolsa ha sufrido un serio revés (-10%) desde que comenzó su andadura en Wall Street el día antes de las elecciones presidenciales en EEUU. Pese a ello se mantiene como la acción del mercado español más alcista de 2020 con un avance que ronda el 800%. Vale cerca de 135 millones de euros en bolsa. Este comportamiento ha llevado a los institucionales a nadar en plusvalías por su inversión, con un retorno bruto anualizado de vértigo que se situaría en torno al 650% .

El coste de adquisición de las acciones a precios de 2007 se sitúa en los 0,1 euros, aunque posteriormente han sufrido cambios de valoración. Santander, que controla su participación a través de su filial Cántabro Catalana de Inversiones, tasó en 2019 en 1,5 millones sus 1,1 millones de acciones, a razón de 1,35 euros cada una de ellas. En cambio, Enisa declaró en sus cuentas de 2018 la incorporación de ese mismo paquete de acciones (7% del capital) con un valor de 127.000 euros, a razón de 0,11 euros cada una. Con esta referencia, sus plusvalías acumuladas se disparan al 8.500%, es decir, más de 85 veces lo invertido.

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