Entrevista a 'La Republicca'

Schnabel (BCE): "Estamos listos para ajustar el tamaño y la duración del PEPP"

El consejo ejecutivo del BCE: Lane, Guindos, Schnabel, Lagarde, Panetta y Mersch.
El consejo ejecutivo del BCE: Lane, Guindos, Schnabel, Lagarde, Panetta y Mersch.
BCE / L.I.

El Banco Central Europeo (BCE) está preparado para ampliar el tamaño y la duración de su programa de emergencia antipandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) si fuera necesario. Así lo asegura la miembro del consejo de gobierno de la entidad, la alemana Isabel Schnabel, quien hace hincapié en que este mecanismo es la herramienta adecuada para paliar la fragmentación en los diferenciales de la deuda de los países del euro (los costes de financiación de los periféricos se han visto afectados de forma negativa y han subido a causa de la crisis originada por el coronavirus).

"Estamos comprometidos con paliar dicha fragmentación a través de las medidas políticas apropiadas. Y el PEPP es la herramienta política adecuada para ello", sostiene en una entrevista concedida al diario La Republicca. En ella, Schnabel reconoce que la zona euro se enfrenta a una crisis económica muy profunda, además de una crisis humanitaria y defiende que el BCE ha respondido "con fuerza y rapidez" a través de un conjunto muy amplio de medidas. "El PEPP nos brinda una amplia flexibilidad para asignar nuestras compras a través del tiempo, clases de activos y jurisdicciones. Estamos utilizando esta flexibilidad para asegurarnos de que nuestra política monetaria se transmita a todos los países de la zona del euro. Y estamos listos para ajustar el tamaño y la duración del programa si es necesario", sostiene.

Un veredicto controvertido en Alemania

En relación con el veredicto del Tribunal Constitucional alemán, que ha considerado "inconstitucional" el programa de compra del sector público (PSPP) aplicado por el BCE bajo el mandato de Mario Draghi, Schnabel incide en que el Tribunal de Justicia Europeo tiene jurisdicción exclusiva sobre el BCE y sus acciones y ya en 2018 dictaminó que el mecanismo era legal. "Como destacó el presidente del BCE, no nos dejamos llevar por nuestra voluntad y capacidad de actuar. Continuaremos llevando a cabo el PSPP y el programa de compra de emergencia pandémica (PEPP), así como nuestras otras medidas de política monetaria, de acuerdo con nuestro mandato. Este mensaje también parece haber sido bien entendido por los participantes del mercado", apunta.

La alemana incide, además, en que las implicaciones legales del veredicto pueden ir claramente más allá del BCE y en que "la primacía del derecho de la UE es clave para el funcionamiento de la Unión Europea". Sobre la acusación de que el emisor está haciendo política económica y no monetaria, asegura que los objetivos de ambas son muy diferentes y que el BCE "siempre evalúa con mucho cuidado" que sus medidas son "adecuadas, necesarias y proporcionadas".

Un paquete "poderoso" 

Isabel Schnabel defiende además la intensidad de la respuesta del BCE a los efectos económicos generados por la pandemia de Covid-19. "Las medidas del BCE forman un paquete poderoso. Actuamos de manera rápida y decisiva, también porque ya teníamos un juego de herramientas flexible y de amplia base a nuestra disposición. Podríamos ampliar rápidamente nuestras medidas, por ejemplo elevando nuestras compras de papel comercial o ajustando nuestras operaciones con los bancos. En general, el impacto de nuestras medidas es sustancial. Y las ampliaremos aún más si está justificado", zanja.

Sin embargo y en lo que respecta a las medidas de los gobiernos en el ámbito fiscal, la germana insiste en el mensaje que han venido lanzando desde el organismo a lo largo de los últimos meses: "hace falta más", si bien cree que el paquete de políticas que está preparando actualmente la Comisión (el SURE para desempleados, el apoyo del BEI a las empresas y el MEDE o mecanismo permanente de rescate) constituyen un primer paso importante. Por ello considera que "el fondo de recuperación será un elemento central en estas discusiones" y confía en que "se pueda llegar a un consenso sobre una respuesta fiscal efectiva a nivel europeo que sea acorde con los desafíos que enfrentamos hoy".

En relación a las diferencias en el tamaño de los estímulos que los gobiernos de la zona euro están poniendo en marcha y ante la duda de si esto puede ampliar las brechas entre estos después de la crisis del coronavirus, la alemana reconoce que este riesgo existe. Porque aunque es un shock económico que ha golpeado a todos los países, ha castigado a algunos con más dureza, como es el caso de Italia; y en segundo lugar, porque la capacidad fiscal de los Estados miembros individuales para responder a la crisis difiere mucho. "Sería perjudicial si los países más afectados gastan menos para combatir la crisis. Tal resultado tiene que ser evitado. Por eso es tan importante una respuesta europea adecuada", explica.

Rebajas de calificación a la deuda soberana

Sobre una eventual rebaja de las calificaciones crediticias a algunos países del área, asegura que en el BCE son conscientes de que éstas pueden suponer un riesgo adicional. Recuerda que el organismo ya está comprando bonos del gobierno griego, pese a que no cumplen con sus requisitos de calificación mínima habituales, lo que "refleja la gravedad sin precedentes de esta crisis". Con todo, añade que en la entidad no han discutido aún el impacto de posibles rebajas de calificación en nuestros programas de compra. Desde su punto de vista, los fuertes vínculos económicos dentro de la zona del euro implican que el bienestar de un país es importante para todos los demás. Por lo tanto, no se trata solo de solidaridad, sino también de interés propio. "Todos estamos sentados en el mismo bote. Si tenemos una fuga, todo el bote se hundirá. No debemos permitir que eso suceda, y la mejor manera de hacerlo es a través de esfuerzos coordinados a nivel europeo", apunta.

Así y preguntada sobre los coronabonos, Isabel Schnabel tiene la sensación de que existe una voluntad generalizada de encontrar una respuesta europea común si se encuentran los instrumentos fiscales correctos. Por ello asegura que si los países quieren avanzar hacia un sistema con más mutualización de la deuda a medio plazo y más allá del 'shock' actual, también pueden "tener que avanzar hacia una estructura de gobernanza con más poder de decisión fiscal a nivel europeo".

Futuro fondo de recuperación

Sobre si el futuro fondo de recuperación debe otorgar préstamos o realizar transferencias a los países, como defienden Italia, Francia o España, reconoce que existe un claro riesgo de sobreendeudamiento después de la crisis, no solo en el sector público, sino también en el sector privado. "No está claro si responder a esta crisis solo con deuda es el camino correcto", sentencia. Así, defiende que para el sector público, hará falta una combinación de préstamos y subvenciones para hacer frente a las consecuencias económicas de la crisis. "Y la mejor manera de reducir la carga de la deuda pública después de la crisis es fortalecer el crecimiento económico. Esta es la razón por la cual el fondo de recuperación es tan importante. Debe garantizarse que este fondo respalde inversiones que fomenten el crecimiento económico en el futuro", añade.

La miembro del consejo de gobierno del BCE incide en que la propuesta actual prevé que el acceso a los fondos del MEDE hoy conduzca a un programa de ajuste económico mañana. "Entiendo completamente que hay temores de austeridad. Esto ciertamente no es lo que se necesita en la coyuntura actual. Esto ha sido bien entendido por los líderes europeos", sostiene.

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