Pese a la dotación de 750.000 millones

¿Se quedó corto el BCE? El bazuca contra la pandemia se agotará al final de verano

Lagarde es la presidenta del BCE.
Lagarde es la presidenta del BCE.
L. I. / Archivo

"El PEPP (Fondo de Emergencia de Compra Pandémica) del BCE parecía enorme cuando se anunció. Ahora nos preocupa que el ritmo de compras puede hacer que la partida de 750.000 millones de euros se agote al final del verano". Es la opinión de Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, que es compartida por una mayoría creciente de expertos. En ese sentido, el propio banco central reflejó en las últimas actas de política monetaria que seguirá realizando movimientos preventivos de cara a mantener la estabilidad financiera y la confianza.

"Hay una peligrosa espiral con la que tiene que lidiar el BCE Las dudas sobre la capacidad que tiene el BCE de romper con sus propios límites autoimpuestos, exacerbadas tras el reciente fallo del Constitucional alemán, incentivan la venta de bonos de algunos de los países más frágiles, lo que termina obligando a la autoridad monetaria a acelerar sus compras diarias", añade de Möec, que estima que el volumen del PEPP ha pasado de 4.400 millones a 8.500 millones semanales.

Más vale prevenir que curar

En las actas de la reunión que mantuvo el Consejo de Gobierno del BCE a finales de abril, publicadas este viernes, queda reflejado que el instituto emisor alertó de que podrían resurgir "riesgos de fragmentación", lo que perjudicaría todavía más a las perspectivas económicas de la zona euro. Según el documento, durante el cónclave se subrayó que las pasadas experiencias del BCE "muestran que una pérdida de confianza en los mercados financieros tiene que ser evitada y que era preferible tomar acciones preventivas".

Los banqueros centrales estuvieron en gran parte de acuerdo en que las medidas adoptadas desde marzo habían proporcionado una acomodación monetaria en un entorno "rápidamente cambiante" y que el BCE había tenido éxito preservando su postura y la transmisión efectiva de la política monetaria a lo largo de la zona euro. En su reunión de abril, el instituto emisor abrió la puerta a compras sin límite de activos bajo su programa de compras contra la pandemia (PEPP) y mejoró todavía más las condiciones del tercer programa de operaciones de refinanciación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO-III) con el objetivo de estimular la oferta de crédito hacia la economía real

“Creemos que lo preferible sería que el BCE anunciara una extensión del programa en su reunión del 4 de junio. Por un lado se podría ver como una provocación, después del fallo del Constitucional alemán y sin que haya dado tiempo a una respuesta. Pero al mismo tiempo, el mercado podría interpretar la falta de anuncios como un indicio de poca resolución por parte del BCE, lo que de nuevo podría acelerar las ventas de bonos de los países más frágiles", recuerdan desde Axa.

En este sentido, los expertos advierten que si Christine Lagarde cometé errores de comunicación como los de la reunión del 12 de marzo, seis días antes del lanzamiento del PEPP, el BCE se verá obligado a elevar su nivel de compras de activos públicos y, en especial de países periféricos como España o Italia, los más vulnerables a la hora de pedir dinero al mercado.

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