Parones en la producción

La escasez mundial de chips costará al automóvil 210.000 millones este año

Este efecto colateral de la crisis generada por la Covid-19 provocará, además, que se produzcan 7,7 millones de vehículos menos de lo previsto inicialmente por los principales fabricantes.

Podcast | Semiconductores: un chip minúsculo paraliza la economía global
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Pexels (Alessandro Oliveiro)

Está siendo uno de los efectos colaterales más graves provocados por la crisis de la Covid-19. La escasez de semiconductores a nivel mundial, que ha puesto en jaque a la industria del automóvilcostará al sector la friolera de 210.000 millones de dólares este año (alrededor de 178.913 millones de dólares al cambio actual) y provocará que se produzcan 7,7 millones de vehículos menos de lo previsto por los principales fabricantes.

La factura para las empresas del sector sería, así, más alta de lo estimado inicialmente de acuerdo con el último informe publicado por AlixPartners, una empresa consultora especializada en el sector. La firma ha asegurado que el costo estimado en mayo, de 110.000 millones de dólares, se multiplicará a 210.000 millones por el agravamiento de la escasez de microprocesadores a nivel global.

Entonces, en mayo, AlixPartners calculaba que los fabricantes producirían 3,9 millones de coches menos este año -frente a esos 7,7 millones que estima a estas alturas del ejercicio-. La compañía incide en que, en los últimos meses, una serie de problemas han agravado la crisis, entre ellos el confinamiento impuesto en Malasia para contener el avance de la Covid-19.

Pero el ejecutivo de AlixPartner, Mark Wakefield, ha añadido además que la crisis de los chips es solo uno de los problemas que afecta al sector del automóvil y que está provocando una caída de la producción. Wakefield explica que "los chips son solo uno de una multitud de disrupciones insólitas que el sector está encarando, desde la escasez de resinas y acero a la de trabajadores. Los fabricantes y los proveedores no tienen margen de error en estos momentos, necesitan calcular cada alternativa y asegurarse que sólo toman las mejores opciones", apunta.

La crisis de los chips se inició cuando, al comienzo de la pandemia, los fabricantes de automóviles se vieron forzados a suspender durante semanas la producción por las medidas de confinamiento adoptadas en numerosos países y redujeron las órdenes de compra de sus proveedores. Al mismo tiempo, otros sectores de la economía experimentaron un aumento de la demanda de productos que requieren chips, por el mayor número de personas trabajando y estudiando desde sus hogares.

Cuando los fabricantes de automóviles recuperaron los niveles de producción habituales, la elevada demanda de chips hizo que los fabricantes de microprocesadores no pudieran responder a la demanda. Además, una serie de problemas de fabricación de chips en Asia redujeron aún más el suministro de semiprocesadores para los fabricantes de automóviles.

En Estados Unidos, General Motors, Ford y Stellantis, los tres mayores fabricantes del sector, se han visto obligados desde hace meses a suspender la producción de algunos modelos y a destinar los preciados chips a aquellos modelos que son más rentables para cada compañía. Uno parones que también están teniendo lugar en los principales centros de producción de nuestro país. 

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