Tras el repunte de enero

Señales que podrían indicar la aparición de una nueva burbuja entre las criptos

El fuerte arranque de las cotizaciones en 2023 también se está produciendo entre los activos que peor lo hicieron en 2022 pero los expertos advierten de la falta de sostenibilidad de esa tendencia.

El Bitcoin ha recuperado un 26% desde mínimos.
El Bitcoin ha recuperado un 26% desde mínimos.
L. I.

Las criptomonedas han tenido un comienzo de año extraordinario, con el Bitcoin subiendo un 40% desde de sus mínimos. Pero, según algunos expertos, ya podrían estar apareciendo señales de otra burbuja, incluso cuando la última apenas ha terminado. El repunte de la criptomoneda de referencia en los mercados en enero fue una de las rachas ganadoras más largas de la criptodivisa en los últimos seis años.

“Esto es una señal de que el rally no es sostenible”, comentan desde Oanda en un reciente informe. La falta de liquidez en el mercado y la dinámica del levantamiento de cortos han impulsado al alza los precios de los criptoactivos. “Una inversión de la tendencia podría traer la misma cantidad de dolor”, añaden desde la entidad.

La liquidez en los mercados del ecosistema cripto ha sido baja en términos históricos desde que FTX quebró en noviembre. La del Bitcoin -un indicador de liquidez que representa el número de ofertas y demandas dentro del 2% de la mitad del rango de cotización- ha caído de alrededor de 14.000 desde antes del colapso de FTX hasta un mínimo de casi 6.000 puntos desde noviembre, según el proveedor de datos Kaiko. “Aunque la profundidad del mercado se recuperó a finales de 2022, desde entonces ha vuelto a niveles similares a los registrados tras la quiebra de FTX”, dice la firma de análisis.

En efecto, una baja liquidez se traduce en que hay menos compradores y vendedores en un mercado. Cuando los precios suben, hay menos vendedores para satisfacer la demanda de un activo, lo que presiona al alza los precios. Lo mismo puede ocurrir a la inversa, haciendo que los precios caigan rápidamente.

“Una señal de una demanda subyacente más sana en las criptomonedas, y un mercado más fuerte en general, supondría una caída más profunda para Bitcoin y otros tokens”, señalan los expertos de Atlantic Capital en una nota. “Esto, a su vez, reduciría la volatilidad”, añaden en la misma dirección.

El levantamiento de cortos

Otro elemento insostenible podría ser un levantamiento de cortos. En el mundo cripto, esto ocurre cuando los operadores que apuestan en contra o "en corto" de los precios de Bitcoin -a menudo con dinero de margen prestado de un bróker- son forzados a cerrar sus posiciones cuando el mercado oscila en su contra. Esta liquidación desencadena órdenes de compra automáticas, que a su vez aumentan la presión alcista sobre los precios.

Eso es lo que parece haber ocurrido cuando Bitcoin subió desde mínimos de dos años el mes pasado. “Todo el rally se ha construido sobre la columna vertebral de los cortos continuos del mercado”, escriben los analistas del exchange Bitfinex en un informe de enero. “El movimiento podría interpretarse como orgánico, pero está totalmente diseñado por operadores limitados”, ahonda.

Sin embargo, los cortos acaban por agotarse. El Bitcoin necesita una demanda orgánica para que los precios suban: un cambio fundamental, como la entrada de más gestores de activos en criptodivisas, o el regreso de los inversores minoristas que impulsaron el mercado alcista de 2020 y que ahora se han bajado del barco.

Sin embargo, hay algunos factores técnicos que han mejorado este año. Los observadores del mercado señalan que gran parte de las ventas forzadas que se produjeron en las semanas posteriores a la quiebra de FTX -como la quiebra de otras empresas, los reembolsos masivos de las plataformas de préstamos y la liquidación de muchos operadores con márgenes- han terminado. “Esto reduce la presión vendedora, pero por sí solo no es motivo para que suban los precios”, matizan desde Atlantic Capital.

El complicado panorama macroeconómico

Aparte de los factores técnicos, otra gran fuerza que ha impulsado el bitcoin este año ha sido un entorno económico más favorable, o al menos la opinión de que ha mejorado. Los inversores apuestan por que la relajación de la inflación permitirá a los bancos centrales bajar los tipos de interés este año, allanando el camino para que las condiciones financieras vuelvan a ser favorables para los activos de mayor riesgo, desde la renta variable a las criptomonedas.

Pero no hay garantías de que la economía vaya a cooperar. Y la alta correlación entre los activos digitales y la renta variable, que se acentuó a medida que el año pasado se acercaba a su fin, significa que Bitcoin es vulnerable a oscilaciones que son exógenas a las criptomonedas. “Un desplome de la renta variable vinculado a cambios en el sentimiento sobre la economía o la política monetaria sería una amenaza para los precios del bitcoin”, dicen desde Jefferies.

Las advertencias de los analistas se han ido acumulando esta semana a medida que el índice Dow Jones y el S&P 500 subían a la espera de la última decisión de política monetaria de la Reserva Federal y del informe de empleo estadounidense del viernes. En los mercados crece la preocupación de que los inversores intenten "luchar contra la Fed", empujando los precios al alza a pesar de la probabilidad de que el banco central mantenga una política monetaria restrictiva.

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