Encuesta de Bank of America

¿Y si la inflación se enfría? Los grandes inversores prevén que afloje la presión

La mayoría de los gestores de fondos se suma a la teoría de la "temporalidad" de los bancos centrales y las expectativas de una mayor inflación cae al nivel más bajo desde marzo de 2020.

Una persona sujeta un teléfono móvil
Una persona sujeta un teléfono móvil
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Las elevadas tasas de inflación sigue dominando el debate sobre la inversión y los gestores de fondos de inversión lo consideran el mayor riesgo del mercado actualmente. Sin embargo, el temor a mayores presiones inflacionistas se modera entre los grandes inversores y la mayoría descarta que sea un fenómeno permanente. Según recoge la encuesta a gestores de fondos de Bank of America, las expectativas de que la inflación global sea más alta han caído a su nivel más bajo desde marzo de 2020, cuando irrumpió la pandemia de coronavirus. 

En concreto, la encuesta -realizada a a 388 gestores de fondos con 1,2 billones de dólares en activos- concluye que un 51% espera ya una menor inflación, mientras que el 37% esperan que sea mayor. Esta caída de las expectativas se contrapone con el máximo registrado en el mes de abril. Además, los grandes inversores se suman a la teoría de los grandes bancos centrales de que la subida de precios es "transitoria".  Tampoco prevén que la Reserva Federal de EEUU "apriete agresivamente", aunque esperan una media de 1,5 subidas de tipos el próximo año, frente al 1,1 de la encuesta anterior. La mayoría (casi el 80%) descuenta al menos una subida el próximo año. 

No obstante, hay que tener en cuenta, que 3 de cada 4 encuestados respondieron a esta pregunta antes de conocerse el último dato del IPC de EEUU, que se disparó hasta el 6,2%. La inflación de octubre resultó ser más alta de lo previsto, y no se debe sólo a que los precios de los bienes sufran un embotellamiento de la oferta, sino que los servicios también se está viendo presionados, como destaca Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Investments. Además, algunos factores importantes de impulso de los costes, como los salarios y los precios de la vivienda (un factor clave de la inflación de los alojamientos, que representa el 40% del índice de precios al consumo básico), se están fortaleciendo. 

Pese a ello, los grandes inversores ven un escenario más optimista. Así, se mantienen sobreponderados en activos de renta variable, en especial de la Unión Europea y de EEUU y de sectores como el bancario y tecnológico. En el caso de las acciones estadounidenses, los gestores aumentaron su asignación en 13 puntos porcentuales respecto al último mes, registrando el mayor nivel desde agosto de 2013. Los principales índices del país cotizan en máximos tras una importante recuperación en el año tras una nueva temporada de resultados mejor que los esperados.  

El año finalizará con mayor apetito por el riesgo. Solo seis de cada 100 gestores cree que va a haber una recesión en los próximos doce meses, frente a un 3% que espera una economía más fuerte en ese plazo. Se considera que las acciones del S&P 500 y los mercados emergentes proporcionarán los mejores rendimientos el próximo año. No obstante, la inversión en países emergentes se evita por ahora, al igual que los bonos y los activos considerados "defensivos" (servicios públicos o básicos).

Pese a que la inversión de los gestores encuestados sigue sobreponderada en activos inflacionarios, entre otros materias primas o bancos, en comparación con la situación hace 10 años, en el último mes esta exposición se ha rebajado. Por el contrario, en el cambio mensual los bonos, entre otros activos, han sido los ganadores. En ese sentido, como la mayoría no cree que la inflación sea permanente, las expectativas de que la curva de rendimiento sea más pronunciada han caído hasta el nivel más bajo desde el 19 de febrero.

A la espera de que se enfríen las presiones inflacionista, Vincent Benguigui, analista de Federated Hermes, destaca que en periodos de precios al alza, "las correlaciones entre los rendimientos del S&P 500 y los rendimientos del Tesoro a 10 años estaban generalmente correlacionadas de forma negativa", por lo que no siempre "eran la mejor cobertura para una asignación de renta variable". Por ello, "a medida que volvamos a un entorno de mayor inflación y los bancos centrales se vuelvan más agresivos, los inversores tendrán que vigilar de cerca sus correlaciones, ya que los "refugios seguros" pueden no ser tan seguros como creen".

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