Inestabilidad en los mercados

Sin miedo a la volatilidad: los grandes inversores activan el chip de largo plazo

Los dientes de sierra en los gráficos están marcando la evolución de las bolsas este año con un aumento de la volatilidad que suele dar paso meses después a rentabilidades importantes más allá del corto plazo.

Un operador de bolsa consulta las cotizaciones en su móvil.
Un operador de bolsa consulta las cotizaciones en su móvil.
DPA vía Europa Press

La volatilidad ha surgido recientemente para desgarrar la bolsa. Cuando el clima volátil aparece en escena, muchos inversores tienen miedo de posicionarse. Sin embargo, los grandes capitales es cuando aprovechan para hacer cartera y así poder sacar una mayor tajada pensando en el largo plazo. Algunos, de hecho, creen que estas turbulencias actuales pueden ser el preludio de unas mayores subidas el próximo año. “Si la historia sirve de guía, y esta vez podría ser diferente, el próximo año será uno con ganancias sólidas”, apuntan los expertos de Jefferies en un informe reciente.

El índice VIX, que mide la volatilidad esperada del mercado a partir de las opciones del S&P 500, ha superado el nivel de los 30 puntos. Eso representa un repunte importante desde los niveles de mediados de agosto, que fue la cuota más reducida de la segunda mitad de este año. Como era de esperar, el índice S&P 500 ha caído un poco más del 12% desde su máximo de la segunda mitad desde ese punto a medida que aumentaba la volatilidad.

La raíz del problema es que la alta tasa de inflación no está disminuyendo tan rápido como esperaba Wall Street. Eso llevó a la Reserva Federal a pronosticar unos tipos terminales más altos, con un precio del dinero también más exigente del previsto previamente. Los tipos más altos están destinados a sofocar la inflación al reducir la demanda económica. Sin duda, el VIX ha tendido a superar este nivel desde finales de 2021, y se ha estancado esta última semana.

Aun así, el tema de la incertidumbre y los cambios bruscos en el mercado ha continuado en los últimos días de negociación. El S&P 500 cayó recientemente a su nivel más bajo desde que iniciara el mercado bajista, pese a los rebotes que después ha tenido en el precio. La indefinición del corto plazo está imperando y sirve de despiste para muchos. Eso se debe en parte a que los inversores, sentados en la liquidez recaudada de la venta de acciones este año, querían invertir en algunas acciones golpeadas, sin saber aún el alcance total del daño económico y de los beneficios que está por venir.

Es en estos momentos cuando los inversores a más largo plazo deberían estar ganando interés en la bolsa. El movimiento promedio en el S&P 500 durante los 12 meses posteriores a un momento en que el VIX sube por encima de 25 es de una rentabilidad del 14% desde 1997, según RBC. “Un sentimiento profundamente deprimido es el mejor argumento para las acciones, y ese argumento se ha fortalecido”, escribe Lori Calvasina, estratega jefe de acciones de Estados Unidos de la firma de análisis.

La razón es porque cuando la mayoría es extremadamente pesimista sobre las acciones, el mercado ya ha reflejado el daño potencial a los beneficios. El S&P 500 ya ha bajado un poco más del 20% desde su máximo histórico de principios de enero, ya que ya se han producido muchas ventas.

Daño en el corto plazo, beneficio a futuro

Sin embargo, una hay que matizar en que esta vez podría observarse un comportamiento ligeramente distinto. No hay que olvidar que los precios de las acciones se han restablecido a niveles más bajos por una razón. El mercado necesita ver el impacto total de los tipos más altos en la economía. “Los beneficios del tercer y cuarto trimestre deberían revelar ese impacto en las ganancias durante los próximos meses hasta principios de 2023”, apuntan desde Jefferies. Además, los mercados aún necesitan ver que la Fed realmente reducirá el ritmo de las subidas de tipos.

De acuerdo con todo eso, la volatilidad y las caídas del mercado podrían empeorar en el corto plazo. En primer lugar, el VIX es capaz de superar los 30 incluso sin algo tan catastrófico como los bloqueos abruptos vistos a principios de 2020. Llegó a 38 en octubre de 2021, cuando los mercados no estaban seguros de si el Congreso aprobase otro paquete de estímulo fiscal muy necesario. y qué candidato ganaría la presidencia. Hoy, la incertidumbre gira en torno a la política de la Fed y el crecimiento económico.

“El entorno debe empeorar antes de que un giro en la política monetaria marque un sentimiento positivo para las acciones comprables a largo plazo”, indica Christopher Harvey, estratega jefe de acciones de Estados Unidos en Wells Fargo. “Por lo tanto, el mercado podría soportar algo de dolor en el corto plazo”, añade. No obstante, los expertos consideran que comprar algunas acciones de empresas prometedoras ahora podría dar sus frutos en un período de tiempo más largo.

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