Sisco Sapena, CEO de Lleidanet

"La digitalización será la normalidad de todo una vez que termine la pandemia"

La tecnológica comenzará a cotizar este lunes 2 de noviembre en el mercado OTCQX de Nueva York, su tercera plaza bursátil el Euronext de París o el BME Growth en España.

Sisco Sapena, presidente y principal accionista de Lleidanet.
Sisco Sapena, presidente y principal accionista de Lleidanet.
Lleidanet / Archivo / L .I.

La pandemia del Covid-19 ha supuesto un salto en el tiempo en la digitalización de procesos administrativos. Lleidanet, la operadora certificadora digital, ha vivido un boom de su negocio en 2020 por este motivo que se ha trasladado también al parqué. Sisco Sapena, presidente y consejero delegado de la compañía, toca este lunes la campana virtual en Nueva York para inaugurar la cotización en dólares de las acciones de la empresa que cofundó hace 25 años y que vive su momento más dulce.

Lleidanet es miembro fundador de la asociación GSMA que organiza el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona, cuyo negocio estaba asociado solo a las telecomunicaciones hasta hace pocos años como operador de envío de SMS de notificación comercial o certificados, es decir, adoptando un rol de testigo digital para que el remitente pueda atestiguar que un mensaje ha sido enviado, recibido o abierto. Con ese punto de partida, su estrategia pivotó hacia el software como servicio (Saas) con servicios la firma electrónica (eSignature) y onboarding (registro y alta digital de clientes).

La Covid-19 lo ha cambiado todo para la empresa, que ha multiplicado de 16 a 150 millones de euros (+837%) su valor en bolsa. “La pandemia ha supuesto un salto en la digitalización. Antes nos usaban, pero nunca nos habían contratado tanto”, cuenta Sapena en conversación con 'La Información'. “Vamos hacia una economía de ‘low-touch’ de poco tocar en la que la gente ya no va a querer firmar contratos en papel. La digitalización será la normalidad de todo una vez que termine la pandemia", asegura. Solo en el último trimestre, las ventas de Lleidanet crecieron un 24% en tasa interanual y, de ellas, un 42% en el área Saas, que le llevarán en 2020 a superar a situarse en niveles próximos a 20 millones en ingresos.

La tecnológica es el operador de certificación electrónica para cuatro empresas postales estatales (Sudáfrica, Bostwana, Zambia y Colombia) y cuenta con grandes corporaciones entre sus clientes como la estadounidense Twilio, Banco Santander (que también es accionista de la empresa), Ibercaja, Indra, Segurcaixa Adeslas, Randstadt o Nos, uno de los principales operadores de telecomunicaciones en Portugal. Sapena considera que este éxito comercial se debe a su tecnología patentada, que le han permitido posicionarse como actor global de los servicios de firma electrónica en un escenario en el que resulta crítico usar este tipo de servicios.

“Durante el primer confinamiento vivimos un boom de los SMS certificados para notificaciones, por ejemplo, de los ERTEs porque el móvil era la única manera de comunicarse con los empleados en muchas empresas. Después, esas comunicaciones han pasado a realizarse por email certificado”, cuenta Sapena. Ante el desarrollo de la segunda del Covid-19, el responsable de Lleidanet apunta algunas cosas que han cambiado.

Vamos hacia una economía que está empeorando, en la que crece en el número de impagos que se pueden producir no solo en créditos, sino en facturas de electricidad, teléfono…”, apunta. Por ejemplo, revela que los operadores postales nacionales que usan su plataforma están creciendo a ritmos del 10%-15% en tasa mensual por la necesidad de evitar contacto físico en sus oficinas. “El 80% son reclamaciones. Hay que tener en cuenta que estamos en un entorno de la economía mundial con caídas del 10% y 15% de actividad. Esto irá generando en los próximos meses una cantidad de impagados muy importante que tienen que ser notificados”, advierte.

Empresas del Ibex 35 como Santander, Indra o Caixabank (Segurcaixa) han contratado sus servicios, aunque Sapena destaca su entrada en Portugal como un hito para la empresa. “Hemos logrado nuevos contratos internacionales en la línea de Saas, pero hay uno que es especialmente importante. Es la alianza con NOS para comercializar los servicios en el mercado portugués. Allí no existe un equivalente al burofax como en España y NOS quiere que nuestro servicio con ellos se convierta en el servicio de burofax en el país”, subraya.

Sobre la visibilidad de los contratos anunciados, Sapena recuerda que la puesta en marcha de los servicios tarda en llegar: “Los servicios de certificación representan un cambio de hábitos, de la manera de hacer las cosas, que ahora con la pandemia se han acelerado pero se necesita un tiempo de implementación”. El ejecutivo de Lleidanet presume de labor comercial de una empresa de menos de 100 empleados en la que todos ellos venden. En este sentido, ser una empresa cotizada cambia la relación y la forma de acceder a los futuros clientes. “Cotizar en bolsa te da muchísima visibilidad. Los medios te cubren gratis, pero sobre todo cambia tu interlocutor ahora a la hora de vender tu producto. Pasas de llamar a puerta fría a sentarte con el CEO de las otras compañías”, enfatiza.

Sapena es un pionero en muchos aspectos. No solo por su activa participación en la cartera de casi 200 patentes en servicios de notificación o certificación de su compañía, sino por su trayectoria profesional. Ingeniero agrónomo de formación, todo cambió con internet. Fue presidente del IRCHispano, un chat que muchos consideran el antecesor de las redes sociales en España. Su conocimiento en los primeros pasos de internet en los 90 le llevó a convertirse durante algunos años en locutor de radio y dirigir un programa en Onda Rambla sobre las novedades de la incipiente red de redes.

“Las patentes son una barrera para que la competencia no entre, ya que no puede haber copycats (clones) y si los hay se arriesgan a que les tiremos encima a nuestros abogados”, explica el ejecutivo de la empresa. “Un antiguo consejero nuestro nos llamaba 'patentaholic's. Afortunadamente, todo ese esfuerzo está teniendo más trascendencia que nunca ahora porque hemos conseguido nuevas patentes en España, Europa y Estados Unidos justo antes de la salida a bolsa”.

La decisión de salir a bolsa en el mercado OTC de EEUU comenzó a cobrar forma el pasado verano y se aprobó en Junta General de Accionistas en septiembre con un aprobado unánime de su accionariado. El propio Sapena, que tiene el 38% de las acciones de Lleidanet, Banco Santander (7%), Eiffel Investments (6,6%) y los entes públicos SEPI (7%), Enisa (7%) e Instituto Catalá de Finances (3,7%) votaron a favor de la propuesta con la intención de hacerlo antes de las elecciones presidenciales en EEUU.  La FINRA (Financial Industry Regulatory Authority) debía dar el visto bueno a su listing -cotización directa sin venta de acciones-, pero el plácet no parecía llegar hasta que la compañía lo anunció el pasado viernes.

Nosotros dijimos que empezaremos a cotizar antes de las elecciones en Estados Unidos pero era una cuestión que dependía de los reguladores. Todo empezó porque nos vinieron a buscar (OTC Markets) para cotizar en su mercado. Hay que tener en cuenta que somos la estrella de la bolsa europea en 2020”, recuerda Sapena en referencia a la escalada en bolsa que les ha llevado desde el euro por acción a supera los 10 euros en algunos momentos. En el mercado estadounidense cotizarán en el segmento OTCQX junto a multinacionales extranjeras como la alemana Adidas, la suiza Roche o la española Repsol, presidida el también ilerdense Antonio Brufau.

La admisión a cotización en este mercado dará pleno acceso de los inversores estadounidenses a las acciones de Lleidanet, que podrán comprar los títulos de Euronext -el mercado que les homologa para cotizar en OTC- pero denominados en dólares. “Estamos cotizando en bolsa gracias a los minoristas. Salimos a Euronext porque tenía amigos europeos que no podían comprar las acciones. Lo mismo me pasaba en Estados Unidos. Lo queramos o no, el antiguo MAB era un mercado demasiado ibérico”. Sapena tocará hoy la campana virtual del OTC con alguna sorpresa de última hora: “Solo puedo decirte que he dado mucho trabajo al carpintero de mi pueblo".

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