La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) excluirá de cotización las acciones de Sniace, que permanecía suspendida de cotización desde el pasado mes de febrero. El grupo industrial químico, ubicado en la ciudad cántabra de Torrelavega, se encuentra en proceso de liquidación tras cerrar hace cuatro meses su fábrica y despedir a todas su plantilla. La empresa daba empleo a 449 personas de forma directa. La firma trataba de encontrar 'in extremis' un comprador para el complejo que pudiera garantizar la vuelta a la actividad y se encontraba en pleno proceso para tratar de reestructurar su deuda, de más de 40 millones. Tras no haberlo logrado se ha visto obligada a solicitar al regulador su exclusión del parqué.
En el hecho relevante publicado esta mañana, el regulador explica que "a la vista de la situación actual de la Sociedad -que se encuentra disuelta y en fase de liquidación- con la cotización de sus acciones suspendida, sin posibilidad de dar cumplimiento a las obligaciones que le corresponden como sociedad cotizada por no disponer de los medios materiales ni formales para ello, y a la luz de lo establecido en el artículo 21.2 c) del Real Decreto-ley 21/2017 entiende que procede su exclusión de cotización".
La papelera no ha logrado salir adelante, pese a los intentos de mantenerla a flote que, en última instancia, llegaron a protagonizar dos de las grandes fortunas del país: Sabino García Vallina, fundador de la ingeniería TSK y accionista histórico de Duro Felguera, y Félix Revuelta, fundador y dueño de Naturhouse, que hace algo más de un año se hicieron con el 29,9% y 15,8% del capital de la empresa, respectivamente, tras poner sobre la mesa 24 millones de euros que no sirvieron para salvarla.
El 'hachazo' eléctrico, un golpe definitivo
Sniace se ha visto duramente golpeada por a la drástica caída de los precios de la celulosa dissolving y de la fibra viscosa, pero también por el cambio del marco regulatorio eléctrico, que provocó la espantada de su socio Cogen, que operaba la planta de cogeneración eléctrica en Torrelavega. La firma noruega argumentó su decisión de rescindir el contrato en las pérdidas soportadas como consecuencia de la gestión de esta planta, pero "fundamentalmente por la aplicación" de los nuevos parámetros retributivos de la producción de energía eléctrica recogidos en la propuesta de orden ministerial distribuida el 9 de enero de 2020 por el Ministerio para la Transición Ecológica. De acuerdo con sus cálculos, su aplicación iba a provocar unas pérdidas de más de nueve millones de euros en el ejercicio.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios