Doble estructura 'collar'

SG emerge en ACS como el constructor de la 'jaula' de derivados para atarla en bolsa

Florentino Pérez, en el palco del estadio de Yeda.
Florentino Pérez, en el palco del estadio de Yeda.
EFE

A veces, los accionistas estables y de largo plazo se protegen de sus propias empresas. En otras ocasiones son las compañías quienes se defienden de los inversores. ACS, la mayor constructora española, ha cerrado una sofisticada operación con derivados financieros sobre sus propias acciones que comenzó el 18 de marzo y termina de conocerse hoy. Se trata de una 'jaula' de derivados financieros diseñada por el banco francés Société Générale con una doble estructura 'collar' equity swap (y su inverso) con Opciones Call (se aprecian en las subidas) y Put (se revalorizan con la caída) para marcar un suelo, pero también un techo para la cotización de la constructora que preside Florentino Pérez.

En concreto, el banco francés ha comunicado este viernes a la CNMV que ostenta más del 5,2% del capital de ACS a través de acciones y varios derivados financieros: un sintético Dynamic Portfolio Swaps Buy (DPSB) y dos contratos 'forward' de compra a futuro sobre el 2,29% del capital o unos 7,1 millones de acciones que valen en bolsa más de 140 millones de euros. El objetivo principal es sujetar a ACS, que estuvo fuera de control desde el 17 de febrero hasta mediados de marzo. El grupo constructor y de infraestructuras sufrió entre ambas fechas la mayor caída del Ibex 35 por detrás de los valores turísticos IAG y Meliá, pero también ha sido el más alcista del índice en el rebote bursátil.

aCS

Como misión secundaria, los derivados tienen la misión de aprovechar la volatilidad en bolsa para obtener rendimientos adicionales que se repartirán entre banco y cliente. Société Générale no hace mención a la relación a los contratos con ACS y señala que sus movimientos se deben a su cartera de negociación y préstamo de valores. SG fue el banco que lideró la reciente venta de la filial de energía renovables de ACS. Ambas firmas no respondieron a la petición de comentarios de esta operativa.

La estructura de derivados puede resumirse en que primero ACS contrató un suelo para su cotización y ahora ha puesto la tapa o el techo a la misma con el objetivo de cubrirse, además de estabilizar la cotización. El 18 de marzo, la constructora comunicó a la CNMV la contratación del primer ‘collar’ sobre 12 millones de acciones, el 3,8% de su capital. El contrato suponía para ACS contratar una Opción de Compra (Call) a un precio (strike price) por acción de 14,00 euros y una Opción de Venta (Put) a favor de la entidad financiera a un precio (strike price) de 10 euros.

El 6 de abril, después de que la cotización se haya disparado cerca del 70% en bolsa, la constructora a comunicar al supervisor “la confirmación del Collar Inverso” -que en teoría neutraliza al anterior- sobre un máximo de 12 millones de acciones de ACS, con una Opción de Compra (Call) a favor de ACS a un precio de ejercicio (strike) de 14,00 euros por acción y una Opción de Venta (Put) a favor de su bróker un 'strike' de 10,00 euros por acción.

El lunes 13 abril, una vez estabilizada la cotización en torno a los 20 euros, ACS comunica una modificación del contrato de derivados sobre sus propias acciones (Reverse collar) con una entidad financiera sobre 8 millones de acciones (2,5% de su capital), dividido en 2 tramos: 4 millones de acciones con una Opción de Compra (Call) a favor de ACS a un precio (strike price) por acción de 17,5 euros y una Opción de Venta (Put) a favor de la entidad financiera a un precio de 14,5 euros.

Inversión de 125 millones en autocartera

Llegó a caer un 64%, de 32 a 11,4 euros, pero luego se ha recuperado un 75%, hasta los 20 euros por acción. Dicho de otro modo, en cuestión de pocas semanas, el valor en bolsa de ACS pasó de 10.000 millones a poco más de 3.500 millones y, ahora, se sitúa en torno los 6.500 millones. Buena parte del movimiento alcista ha tenido que ver con la compra de acciones propias por parte de ACS, que ha llegado a acumular 7,8 millones de acciones tras invertir más de 125 millones de euros entre el 24 de febrero y el 19 de marzo, según el registro de CNMV.

Además, el 10 de marzo, ACS realizó la duodécima amortización de acciones desde 2013 con la destrucción de casi 3 millones de títulos por 87 millones de euros, a razón de 30 euros cada uno. En las once operaciones anteriores, el grupo sacó de la circulación 46,26 millones de títulos propios con una gasto estimado de 1.377 millones en seis años. 

El terremoto en la cotización ha servido que ACS se quite de encima al ‘hedge fund’ AKO Capital, que tenía una posición bajista del 0,6% del capital y la liquidó a mediados de marzo. La acordeón en la cotización no ha sido suficiente, sin embargo, para que Marshall Wace, el fondo controlado por KKR, abandone su posición corta sobre la constructora. Todavía tiene un corto sobre el 0,6% frente al 0,8% de principios de año. Además de la posición de Société Générale, ACS está participada por su presidente, Florentino Pérez, con una participación del 12,5%, además de Alberto Cortina y Alberto Alcocer, con un porcentaje conjunto del 6,3%. BlackRock cuenta con otro 4% a través de sus fondos.

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