Sudor frío del Tesoro: el coste a 2 años se dispara tras la última venta de bonos

Terremoto en la deuda pública de medio plazo. El interés del bono soberano a 2 años emitido por el Reino de España se ha disparado este jueves de forma brusca en medio del nerviosismo inversor con el cambio de ciclo en los tipos de interés, la crisis en Ucrania y la última subasta a largo plazo del Tesoro Público, que hoy ha colocado 4.529 millones de euros en bonos a 5 y 10 años.

La reacción en la deuda a 24 meses ha llegado de forma algo inesperada y se debe a las ventas de alguna cartera relevante. La rentabilidad del bono a dos años, todavía en negativo, ha pasado del -0,44% del miércoles hasta un máximo intradía del -0,01% por las expectativas de que las futuras subastas ofrezcan mejores rendimientos, tal y como se ha visto en las colocaciones a 5 y 10 años. Al cierre, el rendimiento caía hasta el -0,08%.

En cambio, en el resto de segmentos apenas ha habido movimiento. La referencia del bono a diez años baja levemente al 1,23%, y el del alemán, al 0,25%. La prima de riesgo -que mide el diferencial de intereses entre ambas deudas- se mantiene por encima de los 100 puntos básicos.

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La agencia dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño se ha visto obligada a elevar en un 50% y 650% los intereses que pagaba a los inversores en las emisiones a esos plazos. En concreto, el Tesoro ha vendido 2.138 millones de euros en Obligaciones con vencimiento en 2032 con un interés del 1,245%, 0,4 puntos por encima del registrado en la primera puja de febrero y el interés más alto desde abril de 2020.

Por otro lado, el Tesoro ha colocado otros 2.391 millones de euros en bonos a 5 años con un interés del 0,597%, 0,5 puntos más que en la subasta comparable previa, es decir, casi siete veces más. En este caso, se trata de la deuda más cara desde octubre de 2018. 

Con esta subasta se cierra febrero, un mes marcado por la emisión de un bono sindicado a 30 años, con la que el Tesoro colocó 7.000 millones de euros, tras recibir una elevada demanda de 60.143 millones de euros, la más alta registrada para este tipo de bono y que triplica la del emitido en febrero de 2020, según 'Europa Press'.

Por primera vez en más de dos años, el Tesoro tendrá que pagar en las próximas subastas por encima del coste medio de su cartera viva de deuda, que se situaba en el 1,64% al cierre de 2021. El bono a 30 años marca rentabilidades del 1,8%, su nivel más alto desde 2019 tras repuntar cerca 80 puntos básicos en lo que va de año. Según la hoja de ruta para 2022, el Tesoro español ha puesto sobre la mesa un objetivo de financiación de 75.000 millones de euros en emisiones netas (deuda nueva)