Caídas generalizadas

El 'tapering' de la Fed agita el mercado: "El diablo está en el cuánto y el plazo"

Las actas de la última reunión de la Reserva Federal de EEUU sugieren que la retirada de estímulos de podría iniciarse a finales de este año, una preocupación que se suma al aumento de casos de coronavirus.

Jerome Powell gobierna la Fed de EEUU.
Jerome Powell, gobernador de la Reserva Federal de EEUU
L. I. / Fed

La Reserva Federal dio el aviso y los inversores reaccionaron. La publicación este miércoles de las actas de la última reunión de la Fed, que sugieren que la retirada de estímulos podría iniciarse a finales de este año, inundó de pérdidas las bolsas mundiales, combinándose con la creciente preocupación por los nuevos rebrotes de coronavirus para inquietar a los inversores y debilitar los mercados de valores. El posible 'tapering' lleva un tiempo presente, pero el último pronunciamiento concreta una fecha para este momento, lo que ha llevado a los inversores a apostar decididamente por las ventas

Wall Street cerró en rojo la jornada del miércoles, unas pérdidas que se ampliaron este jueves. La inquietud se extendió por Asia, con caídas destacadas, y por las bolsas europeas, con el Euro Stoxx 600 dejándose un 1,5%. Los principales índices del Viejo Continente cayeron cerca de un 2% en la última sesión, con París a la cabeza, arrastrada en especial por el sector del lujo. En la sesión, el Ibex 35 registró la menor caída, logrando mantener los 8.900 puntos, aunque perdió un 0,76%. 

Este comportamiento echa el freno a la tendencia alcista que registraba el mercado ante las expectativas de recuperación. Sin embargo, precisamente las señales de mejoría en la economía estadounidense, destacando los progresos registrados para su doble objetivo de estabilidad de precios y fomento del pleno empleo, ha llevado al banco central del país a planificar la retirada de sus medidas extraordinarias. Los 120.000 millones de dólares de compras en activos que la Fed realiza mensualmente han sido clave para este repunte y el impulso de la renta variable mundial. 

El 'tapering' comenzaría con la reducción del importe de compras según debatió el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, que dirige la política monetaria. "De cara al futuro, la mayoría de los participantes señalaron que, si la economía evoluciona de manera general como se anticipa, podría ser apropiado empezar a reducir el ritmo de compra de activos este año", recogen las actas de la reunión. Aún así, el banco central destacó que la reducción en el ritmo de compra de bonos no implica un "vínculo mecánico" con una subida de tipos de interés.

El momento en que se inicie está retirada será importante, aunque los expertos señalan que el impacto no será excesivo. Cuando se produzca el anuncio "podría tener un efecto relativamente limitado", afirma Chris Iggo, de la gestora de fondos AXA Investment Managers, y destaca que "el diablo estará en los detalles, cuánto y en qué plazo" se llevará a cabo la retirada. En la misma línea se pronuncia Garrett Melson, analista de Natixis IM Solutions, que señala que el tapering probablemente no tenga consecuencias para los mercados: "Todo el mundo sabe que se avecina". Así, apunta a que los inversores ya descuenta esta información porque "se sabe desde hace meses" tras los avisos de la Fed. 

Por su parte, Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, cree que la decisión sobre el 'tapering' generará "un aumento de la volatilidad, pero creemos que las perspectivas del mercado son positivas y están bien respaldadas". El debate se ampliará la próxima semana en el simposio de Jackson Hole, donde se espera que el presidente de la Fed, Jerome Powell, se pronuncie para orientar la expectativas del mercado. La próxima reunión de política monetaria está fijada para el 21 y 22 de septiembre, "pudiendo llegar su anuncio formal en noviembre o diciembre y comenzar el proceso durante el final de cuatro trimestre o al inicio de 2022", según Renta 4. 

La Covid y los precios de materias primas añaden inestabilidad

Los indicios de que la Fed comenzará a reducir la flexibilización cuantitativa se producen en un momento de creciente incertidumbre por la desaceleración del crecimiento en China, el mayor consumidor mundial de materias primas, a medida que el coronavirus se propaga, especialmente por la región asiática, y a ello también se suma la falta de productos como semiconductores que obstaculiza la producción en sectores clave. 

Los mercados asiáticos enfrentaron a una fuerte liquidación a principios de semana tras unos datos económicos de China más débiles de lo esperado, pero a ello se podría sumar pronto Europa. Según una encuesta realizada por Bank of America, menos de la mitad de los gestores de fondos europeos espera una mejora económica el próximo año, el porcentaje de confianza en la economía europea más bajo desde junio de 2020. 

Ante este escenario, los inversores han comenzado a adoptar una postura más defensiva en las últimas semanas, lo que echa el freno a la tendencia alcista que se registraba en el año impulsada por los signos de recuperación. Aún así, la evolución de la renta variable desde enero se mantienen en positivo. El índice norteamericano Dow Jones se revaloriza un 14% y el Nasdaq 100, un 16%, mientras que en Europa, el Cac 40 francés suma casi un 19% o el Dax 30 alemán, cerca de un 15%. 

La incertidumbre también se extiende a otra clases de activos de riesgo que ahora los inversores quieren evitar. Entre otros, las materias primas, particularmente sensibles a las perspectivas de crecimiento global y bajo una fuerte presión en los últimos días. Sus precios prolongaron este jueves las caídas. El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este jueves con un marcado retroceso del 3,19%, mientras que el crudo Brent, de referencia en Europa, cayó un 3,70 %, hasta niveles de mayo. Además, el cobre, el metal industrial más importante del mundo, registró un mínimo de cinco meses por debajo de los 9.000 dólares la tonelada.

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