Técnicas Reunidas obtuvo un beneficio neto de 300.000 euros en el primer trimestre, lo que supone un descenso del 99,1% con respecto al mismo periodo de 2017, según la información remitida este lunes por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por su parte, el beneficio neto de las operaciones continuadas fue de 500.000 euros, un 98,5% menos, debido, según el grupo, a la caída del resultado financiero por las mayores pérdidas en transacciones realizadas en moneda extranjera.
Los resultados no han gustado al consenso de mercado, como tampoco lo ha hecho el recorte del dividendo. Técnicas Reunidas únicamente pagará 50 millones de euros (recorte del 33%), por lo que la rentabilidad por dividendo baja del 5% hasta el 3,5%. Ambos castigos han provocado que sea la compañía que más caiga en el Ibex 35, al desplomarse un 3,39%, hasta los 25,67 euros por acción.
Los ingresos de Técnicas Reunidas sumaron 1.161,1 millones de euros hasta marzo, un 16,3% menos que en el mismo periodo de 2017, "en línea con las expectativas de la compañía". El grupo ha explicado que este descenso se debe a que los principales proyectos en ejecución se encuentran en fase de ingeniería y construcción.
El resultado bruto de explotación (ebitda) bajó un 85%, hasta los 9,1 millones de euros, mientras que el resultado neto (ebit) retrocedió un 91,2%, hasta los 4,9 millones de euros, afectado por factores no recurrentes.
El consejero delegado de Técnicas Reunidas, Juan Lladó, ha destacado que la compañía arranca 2018 "de manera sólida", aunque a ritmo lento. "Si 2017 fue un año de cancelaciones y retrasos de proyectos, 2018 es un año de lanzamiento de los proyectos ya firmados", ha resaltado. "Este año empezamos a ver la luz al final de un largo túnel. Estamos trabajando intensamente para afrontar lo que puede ser la última etapa de la crisis del petróleo. Somos optimistas respecto al futuro", ha añadido Lladó.
A cierre de marzo, la cartera de Técnicas Reunidas alcanzaba los 9.700 millones de euros, cifra un 5% inferior a la del mismo periodo de 2017, mientras que la posición neta de caja era de 219 millones de euros, un 47% menos que un año antes.
Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4 ha señalado que "el mercado estará pendiente del inicio de proyectos que permita recuperar un ritmo normalizado de trabajo, necesario para reestablecer la eficiencia en la estructura de costes y demostrar que la contracción de márgenes es un hecho temporal y no estructural, con el fin de recuperar la credibilidad tras dos profit warnings (recortes de previsiones) en menos de dos años". Además, ha destacado que "tras el rally desde mínimos de noviembre de 2017 (en torno al 40%), la cotización se sitúa en nuestro precio objetivo (26 euros), aunque el recorte del dividendo podría pesar a corto plazo".
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