ProsiebenSat.1 es un antiguo objeto de deseo para Silvio Berlusconi. El magnate de la televisión italoespañola y ex primer ministro intentó la compra del grupo alemán hace casi dos décadas, cuando quebró su anterior propietario Kirch Media y los bancos acreedores subastaron al mejor postor. Haim Saban se le adelantó en 2003, tres años después fue el dinero de riesgo de Permira y KKR el que controló la compañía hasta su progresiva salida a través de bolsa entre 2013 y 2016. Pero el dueño de Mediaset está en disposición de completar su vieja aspiración de sentarse en su consejo.
Berlusconi ha notificado ahora a la Bafin alemana (equivalente a la CNMV española) que ha superado el umbral del 10% de las acciones en Prosieben, una formalidad legal que sitúa a su holding financiero Fininvest bajo la órbita del regulador como accionista principal de la italiana Mediaset Spa (44%) e indirecto de Mediaset España (50%). El supervisor alemán ha colocado bajo el foco su presencia en el accionariado, instándole a detallar sus intenciones y próximos pasos con la compañía bávara, atendiendo al artículo 40 de la ley del mercado de valores germano.
“Actualmente, no existen intenciones concretas de adquirir derechos de voto adicionales durante el transcurso de los próximos doce meses, a excepción de acciones sujetas a instrumentos ya poseídos", explica Berlusconi en su carta a la Bafin. Ahora, el magnate transalpino controla un 12,38% de forma directa con acciones y un 11,1% adicional en forma de instrumentos derivados que tiene su bróker Credit Suisse, cifras que completan el 23,5% total bajo su control. Dicho de otro modo, el grupo podría seguir elevando su posición hasta ese nivel sin romper su palabra.
Además, Berlusconi añade que "la adquisición de más acciones y derechos de voto se revisará continuamente y, si es necesario, se implementará en función de las condiciones del mercado, el precio de la acción y las posibles opciones estratégicas". La notificación se produce después de que su filial en España comprase un 3,4% adicional de Prosieben el pasado 21 de enero, aunque el ex primer ministro se ha excedido en los plazos de notificación.
La banca suiza, al servicio de Berlusconi
La actividad de Credit Suisse ha sido frenética en las últimas semanas sobre la acción de Prosieben después de esta operación de compra y, sobre todo, ante la venta masiva de hasta el 7% realizada por otros dos accionistas de Prosieben. Entre enero y febrero, el grupo de empresarios checo-eslovacos liderado por Daniel Kretinsky ha disuelto su pacto accionarial que agrupaba al 9,8% de Prosieben y ha reducido su posición al 7,9%. También hizo lo mismo el fondo de capital riesgo KKR, que volvió al accionariado de la compañía en mayo de 2020 y ha vendido en enero su 6%.
Credit Suisse, banco de cabecera de Mediaset para el asalto a Prosieben, tuvo que salir al quite para comprar más del 2% del capital a mercado y evitar una caída de la cotización que hubiese impactado, para mal, en sus derivados. La firma que preside el luso Antonio Horta-Osório se ha involucrado en la operación hasta el punto de acumular una posición del 20% a través de opciones sobre acciones, además de financiar la compra que han realizado tanto Mediaset Spa como Mediaset España. En apenas tres semanas, las acciones de la cadena alemana con sede en Munich se han disparado en bolsa un 33%, pasando de 13,5 a cotizar en 18 euros este lunes.
Pese a su participación global del 23,5% en la cadena alemana, Mediaset todavía no cuenta con presencia en el consejo de administración pero advierte que hará uso de su voto en la próxima Junta de Accionistas de Prosieben. Toda una declaración de intenciones pese a que asegura que “actualmente no se pretende influir en el nombramiento o cese de miembros de los órganos de administración, dirección y supervisión de ProSieben”. La notificación del 10% del capital supone dar por oficial su condición de primer accionista y la posibilidad de promover su propios consejeros que, de conseguirse, supondría cumplir un sueño para Berlusconi.
Las aspiraciones europeas de Mediaset ya "no tienen sentido sin Alemania", como admitió Marco Giordani, el director financiero del grupo en enero de 2020, poco antes de criticar la estrategia de Prosieben y provocar la salida de Marco Conze como CEO y su relevo por Rainer Beaujean. Tras la caída en cuarentena del proyecto de fusión MediaforEurope (MFE) por el pulso judicial con Vivendi, el foco de la compañía de los Berlusconi se ha centrado en seguir incrementando su control sobre Prosieben, una de las tres patas de MFE junto a sus filiales en España e Italia. El mayor interés se centra en su plataforma de streaming Joyn que el grupo italiano quiere convertir en un potencial competidor de las apps americanas como Netflix o Disney+.
Mientras llega el encuentro accionarial, el próximo 1 de junio, ProSiebenSat.1 sigue adelgazando su perímetro de activos desprendiéndose de aquellos negocios no relacionados con la televisión comercial. De hecho, la prensa alemana desveló este lunes que está buscando un comprador para su comercio electrónico de belleza Flaconi. Entre los compradores interesados en este negocio se encuentran el gigante de la moda alemán Zalando, la cadena de tiendas de perfumería Douglas y Sephora o el grupo francés de artículos de lujo LVMH, según 'Reuters'. Prosieben vendió su actividad de farmacia ‘online’ Windstar Medical el otoño pasado por 280 millones de euros y prevé deshacerse de su app de citas Parship.
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