¿Nuevo escenario?

La tesis de una inflación menos fuerte aplaca el nerviosismo de los inversores

Tras registrar máximos de las últimas décadas, los analistas apuntan a que el pico ya se ha alcanzado o está próximo pero señalan que lo importante ahora es en qué medida se moderará el repunte de precios.

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La tesis de una inflación menos fuerte aplaca el nerviosismo de los inversores
Pixabay

Mientras los mercados siguen de cerca la evolución de la inflación por el riesgo de su impacto en la recuperación económica, una de las últimas gurús de Wall Street, Cathie Wood, cuyo ETF logró batir al mercado en 2020 -su rentabilidad anual alcanzó el 152% en plena crisis por la pandemia-, anticipa que el principal riesgo en 2022 será la deflación. La fundadora de la firma Ark Invesment afirma que el repunte de precios disminuirá a medida que se resuelvan los problemas en la cadena de suministro. "Es probable que el crecimiento del consumo se desacelere significativamente en los próximos meses, cuando se eliminen los cuellos de botella, lo que podría tensionar a las empresas con exceso de inventario", afirmó recientemente. 

La tesis de Wood está por comprobar, pero por ahora el mercado registra un cambio de tono respecto a la 'histeria' que despertaban hace apenas unos meses las elevadas cifras de inflación. Este miércoles tras conocerse que los precios crecieron en EEUU un 7% en tasa interanual -en línea con lo previsto por el mercado-, el sentimiento fue positivo con subidas en las principales bolsas. Pese al incremento respecto al año anterior, la tasa se moderó dos décimas sobre la base mensual. 

"La inflación es incómodamente alta, pero es probable que esté cerca de sus niveles máximos y que se reduzca gradualmente a medida que las cadenas de suministro se ajusten y el crecimiento económico se ralentice", afirma Ben Laidler, analista de eToro. El resultado alivia en parte las preocupaciones de los inversores por posibles subidas de los tipos de interés más rápidas de lo esperado. Así, las bolsas europeas cerraron en positivo y los principales índices de Wall Street abrieron en verde. 

Silvia Dall’Angelo, economista senior de Federated Hermes, cree que los efectos de base, la estabilización (o incluso la moderación) de los precios de la energía y, sobre todo, la disminución de las restricciones de la oferta deberían contribuir a reducir la inflación en el segundo semestre. Por su parte, Vincent Chaigneau, responsable de análisis de Generali Investments, señala que es probable que en diciembre se alcanzara el "punto álgido", pero el foco se dirige ahora a en qué medida se moderará el repunte de los precios. Pese a una moderación en los próximos meses, seguirá por encima del objetivo de la Fed, "aunque sólo sea porque los alquileres seguirán subiendo y un mercado laboral ajustado apoya el crecimiento de los salarios", indica Chaigneau. Por ello, cree que la Fed tendrá que normalizar su política más pronto que tarde.

La situación es diferente en la zona Euro, donde el Banco Central Europeo (BCE) prevé que la inflación vuelva a caer por debajo del 2% tanto en 2023 como en 2024. El repunte de precios alcanzó un nuevo máximo (5%) en diciembre, pero a partir de aquí se esperan tasas de inflación decrecientes a medida que se modere la inflación energética. Por ahora, el dato de inflación mayorista en Alemania mostró una moderación significativa en el último mes del año: se situó en el 16,1%, medio punto porcentual por debajo del alza del 16,6% de noviembre. 

Hasta que se alcance el objetivo del 2%, "el BCE puede levantar el pie del pedal (ralentizar el ritmo de la QE), pero no endurecerá su política", afirma Chaigneau. Los analistas de Schroders también prevén que la política monetaria del BCE seguirá siendo "acomodaticia": aunque ponga fin al programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP), "esperamos que se intensifiquen otros programas de QE y que no haya cambios en los tipos de interés oficiales".

Desincronización en China

El escenario económico muestra varias velocidades. En China, el último dato de inflación refleja una moderación mientras el banco central del país aplica ahora medidas más relajadas en su política monetaria, incluidos recortes adicionales de los tipos oficiales. La tasa interanual se situó el pasado mes de diciembre en el 1,5%, lo que representa su nivel más bajo desde el pasado mes de agosto, según informó la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del gigante asiático este miércoles. Chaigneau destaca que "el ciclo de China está un poco desincronizado en estos momentos". 

La fuerte desaceleración de los precios al consumo también fue impulsada en buena parte por factores idiosincrásicos como los precios de los alimentos y la fuerte caída de los precios del cerdo. En ese sentido, desde Generali Investments ven "indicios de que las interrupciones de la cadena de suministro mundial están empezando a remitir, y esto debería continuar a medida que la demanda mundial se reequilibra hacia los servicios. Pero esto ocurrirá lentamente. La política de Covid cero en China puede causar más interrupciones y retrasar el proceso". 

Desde Schroders apuestan por "encontrar un equilibrio entre el programa de desapalancamiento y la necesidad de mantener el crecimiento". No obstante, reconocen la magnitud de la crisis inmobiliaria y por ello esperan que este año se produzcan "recortes de los tipos y una flexibilización de los criterios de concesión de préstamos por parte de los bancos estatales. Esto debería dar lugar a un giro en el impulso del crédito en 2022".

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