La gran esperanza de Musk se aleja: el fondo saudí invertirá en su competidor

  • El gigante inversor ultima una hoja de ruta con Lucid Motors para desarrollar un vehículo con las mismas prestaciones que el Model S, pero más barato.
Elon Musk
Elon Musk

La gran baza de Elon Musk para privatizar Tesla, comprar todas las acciones en el mercado, se aleja cada día más. El que en un principio se perfilaba como su gran socio, el fondo que funciona con los recursos públicos de Arabia Saudí, está a punto de cerrar un acuerdo con Lucid Motors, un competidor directo de Tesla. La noticia ha llegado a tumbar la acción de la compañía un 5%, aunque horas después ha moderado la caída.

El fondo catarí se veía como la gran esperanza para Tesla y su ‘nueva vida’ fuera de la bolsa por varios motivos. En primer lugar, porque el anuncio de Musk llegó poco después de el mismo fondo adquiriese un 5% de la firma. Además, el propio Musk alentó los rumores con varias declaraciones sobre posibles intenciones del fondo.

Por último, porque su poder económico tiene un balance para invertir de 250.000 millones de dólares, lo que resolvía los grandes problemas de Tesla que eran sobretodo económicos. No solo era encontrar 65.000 millones en el que sería el mayor préstamo de la historia, sino que iba más allá. También debería ser capaz de asegurar un flujo de efectivo continuo que asegurase la viabilidad de proyectos muy ambiciosos, ya que el sector de la automoción es muy intensivo en capital.

Ahora, los ánimos son cada vez más fríos en lo que respecta a las cuentas de Musk. El fondo catarí está cerrando la inversión en el también productor de vehículos eléctricos, Lucid Motors, que es uno de los grandes competidores de Tesla. Ambos agentes están trabajando en una hoja de ruta conjunta que permita a Lucid entrar de lleno en el mercado de los vehículos eléctricos. Lo que se une a declaraciones de fuentes del fondo en los portales económicos más importantes, señalando que la probabilidad de la que hablaba Musk era muy remota.

El plan, que se mueve en torno a los 1.000 millones, tendría dos fases diferenciadas: la primera sería la inyección de 500 millones con la que poner todo a punto en la fabricación de su primer modelo, Lucid Air, que está proyectada para finales de 2018. La segunda parte del acuerdo sería la de inyecciones puntuales de liquidez en momentos sucesivos, mientras se pueda compensar gastos e ingresos. Con ello, la firma de coches consigue la tan necesaria financiación y PIF prosigue con su diversificación. Además, según explica Reuters el proyecto conjunto se asemeja más a la manera de trabajar del fondo, que tiene una parte importante de su capital comprometido, que desembolsar de golpe una cuarta parte de su presupuesto en una sola empresa.

Lucid Motors que en su cúpula tiene a antiguos directivos de Tesla no solo es competidor de la compañía dirigida por Musk en el sentido de ser fabricantes de coches eléctricos, sino que también en el público al que se dirige. El Lucid Air se trata de un coche sedán de alta gama cuyo importe podría alcanzar los 100.000 dólares y se coloca en clara competencia con el modelo estrella de Tesla, el Model S. De hecho, el vehículo de Lucid saldría al mercado con un precio inferior al modelo más bajo del S, el 60D que cuesta en torno a 105.000 dólares.

Tesla ha perdido 8.000 millones desde el tuit de Musk

La caída en la sesión de este lunes viene precedida de un fuerte desplome del 8,9% una sesión antes. Tesla acumula una caída del 16%, esto es perder más de 8.000 millones, desde que Musk publicara en Twitter sus intenciones. La fría relación con el fondo catarí no ha sido el único motivo de la caída, ya que a lo anterior se le añade distintos varapalos de los analistas. El pasado viernes, fue USB quien puso en duda los planes financieros de la compañía y pronosticó que el nuevo modelo de Tesla, el Model 3, no generaría los márgenes que la firma preveía en un principio.

Además, el propio viernes las acciones de Tesla sufrieron con fuerza por las declaraciones del propio Musk en 'The New York Times'. El dirigente admitía una presión "insoportable" en su trabajo, por las exigencias del mercado. También reconoció que la presión le había hecho mella tanto psicológica como físicamente. Por último, este mismo lunes ha sido JP Morgan el que ha atacado, y con más dureza, a la firma. De hecho, los analistas del gigante de inversión han señalado que el valor de las acciones de Tesla caerá un 36% más hasta finales de año, desde los 300 dólares actuales a los 195 dólares.

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