La SEC cerca a Tesla, Snapchat y General Electric por deficiencias en sus cuentas

  • El regulador de valores estadounidense junto al Departamento de Justician cercan a las tres firmas que podrían haber incurrido en delitos graves.
La fábrica de Tesla es muy moderna, pero no en lo que respecta a seguridad laboral. / Jakob Härter
La fábrica de Tesla es muy moderna, pero no en lo que respecta a seguridad laboral. / Jakob Härter

La SEC, el regulador de valores estadounidense, junto al Departamento de Justicia están investigando por deficiencias contables a General Electric, Tesla y Snapchat. Las tres compañías podrían incurrir en delitos graves como el de falsedad contable si finalmente se certifican las prácticas que habrían descubierto las autoridades.

Aunque por el momento las investigaciones están en curso y se desconoce su alcance, las perspectivas no son buenas para estas firmas. "El Gobierno rara vez compromete sus recursos sin que haya pruebas de errores significativos en las cuentas", explica el New York Times. El rotativo, que es uno de los que han destapado las investigaciones, eleva las probabilidades de que pueda haber sanciones ejemplares.

Las tres compañías no pasan por su mejor momento en bolsa, aunque la situación de General Electric es mucho peor que la de las otras dos. Por ello, explica el New York Times que es más probable que este tipo de compañías busquen atajos contables para "parecer que poseen unas cuentas más solidas de las que realmente tienen" y no ahuyentar a los inversores todavía más.

La agónica situación de General Electric

Por el momento, las investigaciones más avanzadas -también las que podrían tener un peor desenlace- son las que están llevando las autoridades respecto a General Electric. La firma ha estado bajo escrutinio desde enero por los pagos a través de seguros en los últimos siete años por valor de 15.000 millones de dólares (unos 13.200 millones de euros).

Además, recientemente la compañía anunció un cargo contable de 22.000 millones de dólares (algo más de 19.350 millones de euros) por la pérdida de valor de su negocio de energía. Se trata de una situación anómala para cualquier empresa, puesto que "una división rara vez pierde tanto valor de la noche a la mañana". Con todo ello, tanto la SEC como el Departamento de Justicia han ampliado sus investigaciones para incluir este último escenario y deberán determinar si GE demoró el reconocimiento de la caída de valor pensando que podría revertirse con más tiempo para evitar problemas mayores.

El que fuera uno de los mayores gigantes bursátiles en las últimas décadas vive ahora uno de sus peores momentos en sus 126 años de vida. En los últimos doce meses la compañía se ha desplomado un 58%, una cifra que alcanza el 70% si se extiende la mirada hasta los 5 años. El conglomerado industrial se llevó uno de los últimos golpes hace semanas cuando UBS rebajó el precio objetivo de sus acciones alegando un "panorama de deterioro de la demanda en cuando a su división de energía".

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