Thyssenkrupp se hunde en bolsa: podría vender sus fábricas asturianas en Mieres

  • La siderúrgica alemana, líder en la fundición de acero en su país, ha elevado pérdidas netas hasta los 304 millones al cierre de su año fiscal
Thyssenkrupp
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THYSSENKRUPP - Archivo

Malas noticias para el gigante alemán Thyssenkrupp. La siderúrgica alemana, líder en la fundición de acero en su país, ha eliminado su dividendo por primera vez en seis años, tras lanzar un 'profit warning' o advertencia de que sus resultados van a empeorar a lo largo del año que viene. Este hecho aumenta la presión sobre la nueva directora ejecutiva de la compañía, Martina Merz, para vender la división de ascensores del grupo y tratar de reparar su balance. Esta división cuenta con dos fábricas en Mieres (Asturias) y con un centro de innovación en Gijón. Estas noticias se traducen en un fuerte varapalo en bolsa, donde la firma se está hundiendo ya más del 11% hasta 11,93 euros. 

"El desempeño de muchos de nuestros negocios no es satisfactorio", ha asegurado la propia Merz, quien sucede en el cargo a Guido Kerkhoff, que fue despedido en septiembre después de sólo 14 meses al frente de la siderúrgica. La incertidumbre a nivel mundial, que mantiene la economía alemana muy tocada (pese a que la locomotora europea logró esquivar la recesión técnica en el tercer trimestre del año), así como la guerra comercial entre EEUU y China han tocado de lleno al sector de la automoción, que es el principal cliente de Thyssenkrupp. 

La compañía, que se encuentra en pleno proceso de reestructuración, ha visto elevarse sus pérdidas netas hasta los 304 millones de euros al cierre de su año fiscal, frente a los 62 millones en números rojos que cosechó el año previo. En lo que llevamos de ejercicio, la compañía retrocede un 19%, es el valor más castigado dentro del Dax de Frankfurt, lo que reduce su capitalización hasta los 7.548 millones de euros.

El resto de cifras presentadas por la firma arrojan algún dato positivo, puesto que sus ventas netas aumentaron ligeramente hasta los 42.000 millones de euros desde los 41.530 millones del año previo. Mientras, la entrada de pedidos fue de 41.990 millones de euros, alrededor de 500 millones de euros más que en el ejercicio anterior.

El principal accionista de Thyssenkrupp, la Fundación Alfried Krupp von Bohlen und Halbach (que ostenta alrededor del 21% de su capital), se ha mostrado partidario recientemente de sacar a bolsa la filial de elevadores en vez de venderla. Su objetivo es reducir deuda y afianzar sus negocios de siderurgia materiales, puesto que calcula que el valor de esa parte del negocio puede ascender a 17.000 millones.

De momento, habría varios competidores interesados en hacerse con ese segmento como son Kone e Hitachi y los grupos financieros Brookfield, Hellman & Friedman, así como la alianza de Blackstone y Carlyle, y el consorcio de Advent, Cinven y la Autoridad de Inversiones de Abu Dhabi. 

La multinacional ha sufrido también recientemente el rechazo, por parte de la Comisión Europea a su propuesta de fusión con el gigante siderúrgico Tata Steel, compañía con sede en Londres que surgió en 199 de la fusión entre la británica British Steel y la holandesa Hoogovens.

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