Principal cliente energético

Tira y afloja: Rusia 'juega' con el gas de Europa pero depende de su comercio

Las tensiones geopolíticas en Ucrania y los temores por la falta de suministro en pleno invierno inflan los precios en el Viejo Continente y las cuentas del Gobierno de Putin.

El gas natural dispara la luz y catapulta en bolsa a los productores mundiales
El gas natural dispara la luz y catapulta en bolsa a los productores mundiales
Pixabay

Las aguas continúan agitadas en el mercado energético europeo. El precio del gas natural acumula récords históricos y ya supera el pico registrado en octubre como consecuencia de la escalada de tensión entre Rusia y la Unión Europea, junto a otros países occidentales. La posible invasión de Ucrania, ante el despliegue de tropas rusas en la frontera, y la amenaza de sanciones inflan los precios ante los temores de falta de suministro. Sin embargo, el 'tira y afloja' de Vladimir Putin puede salirle caro -la Unión Europea busca alternativas- ya que Europa es su principal cliente energético y sus cuentas públicas dependen de este comercio

Este lunes el precio del gas natural Title Transfer Facility (TTF) para entrega en enero de 2022 en el mercado holandés -la referencia en Europa- se disparó un 9,7% como consecuencia de nuevas dudas en torno a la aprobación del Nord Stream 2 y el enfrentamiento de los Veintisiete con Rusia. Al día siguiente la tensión continuó en el mercado y el precio marcó un nuevo récord histórico, que fue superando en las jornadas siguientes hasta el último máximo registrado el jueves, por encima de los 142,7 euros/MWh. De esta manera el gas retomó la tendencia alcista que había moderado en las últimas semanas y en el año su precio en Europa se dispara más de un 670%. 

Las bajas temperaturas y las peores condiciones para el viento aumentan la demanda de centrales eléctricas de combustibles fósiles e impulsan el consumo de gas natural, con menor oferta ante la mayor compra también de Asia. Pero, sobre todo, influye el conflicto ucraniano que alimenta los temores de una menor oferta y agrega una prima de riesgo a los precios. Este escenario beneficia a Rusia, que envía casi el 95% de sus exportaciones de gas natural a Europa y que ha visto disparado sus ingresos por ello. Mientras, el país juega al despiste tensionando la cuerda. Por un lado, el Kremlin niega que esté preparando una invasión, pero, por otro lado, su presidente Putin reitera su derecho a "defender su seguridad" frente a un posible impulso de la OTAN hacia el este con la incorporación de Ucrania.

La cuerda se podría romper. La escalada de precios preocupa a Europa y la invasión de Ucrania parece una 'línea roja' que no está dispuesta a asumir pese a su dependencia energética. Por ello, amenazan con sanciones en caso de que Rusia invadiera Ucrania. Las medidas irían, sobre todo, contra bancos rusos y las compañías energéticas, según recoge Bloomberg, lo que afectaría al proyecto Nord Stream 2, destinado a llevar gas desde Rusia a otras partes de Europa a través del mar Báltico. La nueva ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, ya advirtió esta semana que si hay más escaladas, este proyecto no podría ponerse en marcha: "El último gobierno (dirigido por Angela Merkel) se puso de acuerdo con los estadounidenses" para ello. 

El corte en las relaciones afectaría a ambas partes. Norbert Rücker, director de Economía e Investigación Next Generation de Julius Baer, explica que "tanto Rusia como Europa son mutuamente dependientes en términos de comercio energético". Casi todos los ingresos por exportaciones de gas natural ruso llegan de Europa, mientras que envía alrededor del 50% de sus exportaciones totales de petróleo a Europa, pese a que ha incrementado el peso de sus relaciones con China. Por su parte, el Viejo Continente recibe cerca del 30% de sus suministros tanto de gas como de petróleo desde Rusia. 

Pero, además, cortar los flujos tendría un impacto en el suministro global y aumentaría los precios globales dada la falta de rutas alternativas, es decir, la falta de puertos y barcos para compensar los oleoductos. "Los temblores de las interrupciones del comercio de energía entre Rusia y Europa serían dolorosos para cualquier actor en el gran escenario de la geopolítica, incluidos China y Estados Unidos", destaca Rücker. Por ello, ve "una probabilidad muy limitada de que Europa sancione el comercio energético con Rusia por las tensiones con Ucrania".

El nuevo repunte de la crisis energética en Europa pone en evidencia la dependencia exterior del continente para garantizar su suministro de energía. Más aún después de impulsar una transición energética basada en el gas natural, a partir de uso en las plantas de ciclo combinado, para neutralizar la volatilidad de las energías renovables. Este escenario explica la tendencia dispar de los mercados del gas de Europa y de EEUU, donde el precio cae más del 40% desde sus máximos de octubre. En el país norteamericano las dudas sobre el abastecimiento han quedado despejadas ante el mayor suministro en las últimas semanas.

El 'rally' del gas se refleja en la factura de la luz. Junto al coste de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), son los factores clave que impulsan el precio. Como resultado, el precio de la luz en el mercado mayorista español ha vuelto a marcar niveles inéditos esta semana, por primera vez por encima de los 300 euros/MWh, y en el resto de países del continente la situación es incluso peor y las previsiones no mejoran. En las principales agencias de análisis ya anticipan que el precio de la energía seguirá marcando máximos hasta bien entrado 2022. 

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