Perspectivas de la deuda

Todo o nada: los expertos se arriesgan en deuda de calidad con el fin de ciclo de tipos

El incremento de las rentabilidades a lo largo del último año y la perspectiva de que los bancos centrales hagan una pausa ofrecen a los inversores una oportunidad en los rendimientos de los bonos corporativos.

La deuda de calidad ofrecen oportunidades a los inversores.
La deuda de calidad ofrecen oportunidades a los inversores.
DPA vía Europa Press

Como para la mayoría de los activos de riesgo mundiales, 2022 fue un año terrible para los bonos con grado de inversión en euros. Estas circunstancias se produjeron porque el mercado se enfrentó a una tormenta casi perfecta de condiciones negativas. En particular, la inflación volvió con fuerza, provocando que los bancos centrales subieran los tipos de interés de forma agresiva desde niveles históricamente bajos. Un factor aún más inesperado fue el hecho de que en 2022 la guerra regresó a Europa. El conflicto agravó a su vez los problemas inflacionistas y generó una gran preocupación por la seguridad energética y los riesgos de recesión.

“La mejora de las valoraciones y la tendencia de la inflación a la baja son buenas noticias para los bonos con grado de inversión en euros”, según Álvaro Antón, responsable de abrdn para España y Portugal. El descenso de las presiones inflacionistas respalda las perspectivas del crédito europeo con grado de inversión, reduciendo la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para que siga subiendo drásticamente los tipos de interés.

“El entorno de tipos de interés y rendimientos bajos de los últimos años, con el que sufrieron los inversores en renta fija, ha dado paso a un panorama completamente nuevo. En 2020, si invertías en bonos del Tesoro, la probabilidad de que obtuvieras un rendimiento negativo era muy alta –en resumen, era pagar por comprar deuda pública-, mientras que incluso en los sectores de mayor rendimiento las rentabilidades totales se veían amenazadas”, comenta Paul Skinner, director de inversiones en Wellington Management.

“La tendencia a la baja de la inflación debería mantenerse en los próximos meses, gracias a la gran reducción de los precios de la energía, a la menor problemática de la cadena de suministro y a unos efectos de base cada vez más favorables”, comenta al respecto Antón sobre el esquema actual. 

La mejora de las perspectivas de inflación redunda también en una menor presión sobre los rendimientos de los bonos. Si bien se alguna subida más por parte del BCE en 2023, éstas parecen estar ampliamente integradas en las expectativas actuales del mercado, con un riesgo reducido de superación. “Por tanto, el margen a la baja que se derivaría de nuevas subidas significativas del rendimiento de los bonos parece limitado”, dice Antón.

En 2022, la subida sin precedentes de los precios del gas en Europa fue una cuestión dominante en los mercados de renta fija en euros. El enorme impacto que tuvo sobre los consumidores y las empresas avivó los temores reales de recesión. 

Ahora, el riesgo de recesión para Europa ha disminuido en gran medida debido a la mejora de la diversificación del suministro de gas en Europa, así como al aumento del gas almacenado. En consecuencia, el riesgo para los bonos corporativos en euros también se ha reducido de forma considerable.

La mejora significativa de las perspectivas de crecimiento de China tras su reciente "reapertura" es otro punto de inflexión positivo para los bonos corporativos en euros. El sector empresarial europeo está relativamente expuesto a China a través de los canales del comercio y el turismo. “Es probable que el crecimiento chino surgido tras la crisis del Covid esté impulsado por el consumo interno… Si se materializa, este consumo podría generar una fuerte demanda de importaciones europeas”, analiza el experto de abrdn.

Cambio de paradigma

Así, la mejora de las perspectivas de inflación, el menor riesgo de recesión y la recuperación del crecimiento en China son aspectos positivos para los bonos corporativos con grado de inversión en euros. "Es importante recordar que los bonos corporativos en euros tienen un sólido historial de rentabilidades superiores a las de los bonos gubernamentales en periodos en los que el crecimiento económico se acelera y la inflación sigue siendo moderada”, apunta Antón.

Además, destaca que "los bonos corporativos también se benefician de la mejoría de las perspectivas para el crecimiento y la rentabilidad empresarial, así como de la continuación de las políticas fiscales y monetarias acomodaticias por parte de los bancos centrales y los gobiernos".

En definitiva, aunque 2022 fue un año difícil para los bonos con grado de inversión en euros, las perspectivas para 2023 son más favorables gracias a la reducción de la presión inflacionista, la disminución de los temores de recesión y la recuperación del crecimiento en China. 

Estos factores, combinados con unas valoraciones atractivas y unos rendimientos totales superiores a los de los bonos gubernamentales, hacen que los bonos corporativos en euros sean una opción atractiva para los inversores que buscan diversificar sus carteras y obtener rentabilidades atractivas. 

Esta nueva coyuntura genera oportunidades únicas para los inversores en renta fija a largo plazo, sobre todo en el seguimiento de crédito, siempre y cuando logren desenvolverse con éxito”, asegura Skinner al respecto, en cuanto a las oportunidades que puede seguir habiendo en el mercado de bonos.

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