Los mercados de medio mundo entran en zona de corrección, con caídas que superan el 10% en apenas seis días por el temor a los efectos del coronavirus, que se extiende más allá de China y están a punto de cerrar su peor semana desde 2008. Ya hay más casos nuevos de contagios fuera del país que dentro: 51 países están afectados por su expansión, con más de 83.000 personas infectadas. El virus deja una nueva jornada de fuertes caídas en Asia. El Nikkei de Tokio es el índice más afectado esta mañana, con un retroceso del 4,14%. Caen más del 3% el Shenzhen, índice tecnológico chino, y las bolsas de Seúl y Sidney. La de Hong Kong retrocede un 2,7%y la de Shanghái se deja un 2,55%.
El VIX o índice del miedo se dispara un 42% y supera ya los 39 puntos. La tensión es máxima tras las caídas anoche en Wall Street (Dow Jones y S&P 500, -4,42%; y Nasdaq, -4,61%) y de fuerte castigo en Europa, donde el Ibex 35 se dejó por el camino los 9.000 puntos cuando hace apenas unos días superaba los 10.000. Las noticias no son nada halagüeñas, y las perspectivas de empresas y países, mucho menos. Esta mañana Baidu, el Google chino, ha advertido de que sus ventas caerán entre un 5 y un 13% a causa de la neumonía de Wuhan.
La renta variable no es la única que está pagando los efectos de la enfermedad. El precio del petróleo registra también una fuerte caída a esta hora por el tijeretazo a la demanda que está generando el parón en la actividad y las peores perspectivas económicas. El barril se hunde alrededor del 3%. El de Brent, de referencia en Europa, hasta los 50,24 dólares, en mínimos de julio de 2017; y el de crudo ligero West Texas hasta los 45,53 dólares, en lo que supone su nivel mas bajo desde octubre de 2018, en plena guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En lo que respecta a las divisas, el dólar ha venido ejerciendo de activo refugio en las últimas semanas, restando valor a sus pares. Hoy, sin embargo, el euro recupera parte de ese terreno perdido y vuelve a fijar su cambio frente al billete verde por encima de 1,10 unidades (ha llegado a cotizar en los últimos días por debajo de 1,08 dólares).
La onza de oro, otro de los activos más defensivos, modera ligeramente su precio hasta 1.628 dólares. Mientras y en el mercado secundario de la deuda, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años marca un nuevo mínimo histórico en el 1,23% y da idea de cómo el dinero está trasladándose rápidamente desde los activos de riesgo a aquellos que pueden ejercer de paraguas.
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