Babcock International Group ha rendido cuentas y no lo ha hecho de manera satisfactoria para desgracia de Francisco García Paramés o Lola Solana, entre otros gestores españoles. La compañía británica dedicada a servicios de emergencia aérea y mantenimiento de aeronaves ha sufrido una caída tanto de sus ingresos como de su beneficio. Las ventas se han situado en los 4.474,8 millones de libras esterlinas, lo que supone una caída del 4% respecto al mismo periodo del curso anterior. Por su parte, el beneficio antes de impuestos se hunde un 40%, hasta los 235,2 millones de libras.
La reacción del mercado ha sido claramente negativa. El precio de las acciones de Babcock se ha desplomado un 9,31%, hasta las 4,6 libras por título, lo que sitúa su cotización en su nivel más bajo desde finales de 2010. Este castigo se produce pese a que la compañía ha comunicado que elevará su dividendo un 1,7%, hasta los 30 peniques. De hecho, la fuerte caída asesta un varapalo a numerosos fondos de inversión españoles ya que hasta 18 fondos tienen acciones suyas en cartera.
Archie Bethel, director ejecutivo de Babcock, ha señalado a raíz de la presentación de resultados que "el beneficio operativo está en línea con nuestras expectativas, hemos mantenido nuestros sólidos márgenes y nuestra generación de efectivo". El directivo ha destacado que "hemos fortalecido nuestra posición con algunas importantes adjudicaciones de contratos que compensarán parcialmente la finalización del contrato de QEC y la pérdida del contrato de Magnox. De hecho, hemos salido de negocios de bajo margen fuera de nuestros tres mercados fundamentales, que no tienen sinergias con el resto del grupo". Además, ha hecho mención al escenario complicado que debe afrontar la compañía. "No esperamos que el entorno del mercado en general sea menos desafiante de lo que hemos experimentado el año pasado.
La gestora Cobas es una de las más expuestas a este varapalo bursátil. La firma de Francisco García Paramés cuenta con acciones de Babcock en el Cobas Grandes Compañías (5,8% del patrimonio), el Cobas Internacional (4,11%), el Cobas Selección (3,7%) y el Cobas Renta (0,8%).
La gestora de Francisco García Paramés destacaba en la carta de diciembre que Babcock contaba con tres pilares fundamentales: defensa, servicios de emergencia y servicios nucleares, "lo que le proporcionaba fuertes ventajas competitivas al contar con altas cuotas de mercado, activos únicos, amplia experiencia con el Ministerio de Defensa y conocimiento acumulado, buena reputación y alta fiabilidad en actividades críticas".
De hecho, este 'cóctel' hacía que fuese capaz de conseguir altas rentabilidades sobre el capital con una alta visibilidad a futuro ya que sus contratos más importantes suelen tener una duración de entre siete y diez años, a lo que se une que ganan más del 90% de las relicitaciones. Algo que "mitiga el riesgo a sorpresas negativas", según los analistas de la firma española.
Cobas no es la única gestora con títulos de Babcock. El fondo Santander Small Caps Europa, gestionado por Lola Solana, es otro de los expuestos a este castigo. El producto del banco presidido por Ana Botín tiene invertido un 1,83% de su patrimonio, a cierre del primer trimestre, tras triplicar su posición durante los últimos tres meses. Además, otros fondos con presencia en el capital serían el March Europa Bolsa, Ibercaja Small Caps o el EDM Cartera, entre otros.
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