Hasta abril

Veto a cortos y 'corralito' al extranjero: así sortea Putin el desplome bursátil

El índice MOEX cerró con ganancias su primera sesión tras un cierre histórico, pero los analistas destacan que "no son posiciones nuevas ni está entrando dinero nuevo en el mercado".

Sede de la Bolsa de Moscú.
Sede de la Bolsa de Moscú.
L. I. / Archivo

La Bolsa de Moscú salvó este jueves el desplome bursátil tras un cierre histórico ante la volatilidad por las sanciones de Occidente. Frente a las caídas de hasta el 90% que registraron las cotizaciones de empresas rusas en bolsas europeas antes de ser suspendidas, el índice Moex, principal selectivo del país, cerró un avance superior al 4% y durante la sesión llegó a superar el 11% gracias a las ganancias de la mayoría de los 33 valores que retomaron su cotización. Sin embargo, la subida bursátil tiene 'truco' y es que el Banco de Rusia, regulador financiero, impuso restricciones para evitar ventas masivas. "Más que una apertura como tal del mercado se ha tratado de una operación de maquillaje para intentar dar imagen de normalidad cuando lo cierto es que no la hay", afirma Antonio Castelo, analista de iBroker.

El parqué moscovita permaneció abierto solo durante cuatro horas en las que, además, los inversores no han podido abrir posiciones bajistas. Sobre esta última restricción, Sergio Ávila, estratega de IG, explica que cuando esto ocurre, los inversores expuestos con 'cortos' "se apresuran a cerrar las posiciones comprando en el mercado, esas compras son las que provocan rebotes". En ese sentido, añade que el cierre en positivo no significa que está entrando dinero nuevo en el mercado: "simplemente son posiciones de inversores que no quieren quedarse expuestos a la volatilidad de un mercado intervenido".

Estas medidas continuarán en la nueva sesión de este viernes, por lo que las perspectivas pueden ser de rebote a corto plazo. Sin embargo, las medidas del Kremlin no tendrán un efecto a largo plazo y es previsible que la Bolsa de Moscú vuelva a verse presionada por la salida de dinero. "Pocos son los inversores que querrán estar expuestos a Rusia en un entorno de posibles nuevas sanciones y donde la guerra no tiene visos de finalizar", afirman desde IG. Antes de su suspensión, el mercado de renta variable rusa mostró su elevada volatilidad. El pasado 24 de febrero, tras la invasión rusa de Ucrania, el índice MOEX, denominado en rublos, se desplomó más de un 33% y al día siguiente repuntó por encima del 20%. La subida de este jueves le permiten mitigar pérdidas anteriores, aunque todavía se encuentra por debajo del nivel previo a la ofensiva militar de Rusia contra su país vecino. 

Además de las restricciones, Rusia preparó el Fondo Nacional de Bienestar, que se nutre de los ingresos del petróleo y es una especie de hucha para malos momentos, para intervenir en el mercado si fuera preciso. Está dotado de 1 billón de rublos, cerca de 9.000 millones de euros que se pretenden destinar a la compra de acciones rusas, supliendo la falta de inversores interesados por el impacto de las sanciones de Occidente. "Quizás el único aliciente para participar en el mercado lo tienen los propios inversores locales, interpretando que es la única alternativa de protección que tienen ante sus depósitos en un rublo muy devaluado y más considerando que las exportaciones de materias primas y productos energéticos van a persistir, al menos por el momento", destaca Castelo.

Los inversores extranjeros vetados hasta el 1 de abril

Por el contrario, los inversores extranjeros buscan deshacerse de sus posiciones en el país tratando de que la pérdida económica sea la menor posible. Por ahora deben esperar, ya que otra de las medidas impuestas por el Banco de Rusia es la prohibición de ventas por parte de inversores extranjeros, un veto que se mantiene por lo menos hasta el 1 de abril. Una vez levantada esta restricción, el escenario tampoco es sencillo por la falta de inversores interesados. Por ejemplo, BP busca vender su participación en Rosneft, que asciende al 20% de su capital. Además, pese a que las operaciones se pueden liquidar en dólares o en rublos, el dinero obtenido en las ventas debe permanecer en Rusia.

A pesar de todas las condiciones impuestas, el analista de iBroker destaca que "se cruzaron 137.000 millones de acciones, casi el doble del promedio diario de último año" y 24 de los 33 valores que volvieron a ser negociados en la Bolsa de Moscú lograron cerrar en verde. Estas subidas chocan con las fuertes ventas que registraron en sus cotizaciones en parqués europeos las compañías rusas, especialmente las vinculadas a materias primas y energía. Así, por ejemplo, la petrolera Tatnef fue el segundo valor más alcista (+20%) después de que en la Bolsa de Londres perdió más del 90% de su valor en su última semana cotizando. 

El gigante petrolero Rosneft también ganó un 17%, pese a que antes de ser suspendida en Londres cayó casi un 78%, mientras que Lukoil, también dedicada al crudo, o la gasística Gazprom, sumaron un 13% tras dejarse más del 90% de su valor en el parqué londinense antes de ser suspendidas. En el caso del banco Sberbank las ganancias se redujeron al 3%. Los valores que cerraron con pérdidas fueron minorías pero destacó la aerolínea Aeroflot, cuyas acciones se dejaron un 16,4%, después de que su negocio fuera de las fronteras rusas se haya reducido a su mínima expresión.

Mostrar comentarios