Máximo desde 2014

Viajes más caros: los aviones vuelven a volar con un coste récord del queroseno

El repunte del consumo de este derivado del petróleo es un buen síntoma para sector, pero los elevados precios, condicionados por el crudo, incrementan el coste de la recuperación.

Despeque de un avión de Air Nostrum en una imagen de archivo.
AIR NOSTRUM
  (Foto de ARCHIVO)
12/3/2020
Despeque de un avión de Air Nostrum.
AIR NOSTRUM

Desde que la pandemia de la Covid-19 irrumpiera en 2020, el sector de las aerolíneas ha tratado de capear las restricciones para retomar su actividad habitual. Aún con un nivel inferior al de 2019, el volumen de vuelos se recupera poco a poco y una prueba de ello es el consumo del queroseno, el carburante de los aviones que en diciembre de 2021 se disparó más de un 154% respecto al mismo mes de 2020. Sin embargo, esta prueba del camino hacia la normalidad evidencia también uno de los factores negativos que enfrenta la industria, el coste del queroseno que se sitúa en máximos desde 2014. 

En el mes de diciembre, según el avance de consumo publicado este martes por la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores), destacó el ascenso interanual del queroseno (+154%) frente a otros carburantes como la gasolina (+17,5%) o el fuelóleos (+8,2%). En el conjunto del año, el consumo del principal carburante para los aviones creció un 38,8 % con respecto a 2020, hasta los 3,35 millones de toneladas. No obstante, el nivel es todavía inferior, menos de la mitad, que el registrado en 2019. De hecho, comparando el consumo entre carburantes, el queroseno es el que más lejos está del nivel prepandémico, 

Los aviones consumen queroseno para funcionar y el repunte de su consumo es un buen síntoma de la recuperación paulatina de su actividad. Sin embargo, este efecto coincide con el aumento de los precios de este carburante. Según los datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), el precio del combustible para aviones tipo queroseno de la costa del golfo de EEUU se sitúa actualmente en los 2,467 dólares por galón -cada galón equivale a cerca de 3,8 litros-. 

Su coste superó la semana pasada los 2,5 dólares, un nivel que no registraba desde el mes de octubre de 2014, y mantiene una escalada similar a otros carburantes después de que durante la pandemia registrara mínimos desde hace casi dos décadas como consecuencia de la drástica caída del tráfico aéreo. En concreto, el coste medio del queroseno en la costa del golfo de EEUU fue de 1,099 dólares por galón en 2020, el precio medio más bajo desde 2003. En 2021 alcanzó los 1,858 dólares, mientras que en la primeras semanas de 2022 el precio continúa en ascenso. 

El queroseno es el resultado de la mezcla de hidrocarburos que se obtiene de la destilación del petróleo natural. Por ello su precio está condicionado en parte por el mercado del crudo, que también registra una escalada en los precios. Así, el barril de Brent, la referencia en Europa, aunque ha moderado la subida en los últimos días y cotiza en los 89 dólares, recientemente superó los 91 dólares, por primera vez desde 2014. 

El consumo de queroseno es uno de los costes que asumen las aerolíneas mientras el volumen de pasajeros, que marca sus ingresos, no recupera el nivel prepandemia. En España, por ejemplo, los aeropuertos de la red de Aena cerraron 2021 con un total de 119,95 millones de pasajeros, lo que supone un 56,4% menos del tráfico de viajeros del mismo periodo de 2019. Es decir, el sector solo ha recuperado el 43,6% del tráfico prepandemia, según datos del gestor aeroportuario.

Otros costes que asumen las aerolíneas son los laborales, que incrementan a medida que las aerolíneas sacan a su personal de los ERTE, junto con los gastos por la asistencia en tierra a sus aviones -denominado 'handling'- y el alquiler de los mismos. Las grandes firmas gestionan de manera habitual sus aeronaves a través de contratos de 'leasing', es decir, un operador asume el coste de la compra a cambio de un pago de alquiler. Las aerolíneas han podido reducir su flota, pero los contratos también han podido encarecerse al subirse los intereses por el mayor riesgo de impago. Las compañías, además, asumen las tarifas aeroportuarias, que, en el caso de España, no se modificarán, pese a que Aena pretendía incrementarlas

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