Vídeo | Elecciones en Portugal: éstas son las claves que el mercado mirará con lupa

Portugal se la juega este domingo en unas elecciones que han despertado una fuerte curiosidad entre los inversores. El mercado, que ha venido dando su apoyo explícito a las reformas puestas en marcha los últimos años por el socialista Antonio Costa (que gobierna en minoría desde 2015 con pactos puntuales del Partido Comunista Português, el Bloco de Esquerda y el Partido Ecologista Os Verdes), teme ahora que el país vecino pueda sufrir un escenario de bloqueo político similar al de nuestro país. Sería un revés importante en un momento en que sus principales socios comerciales dentro de la Unión Europea empiezan a verle las orejas al frenazo económico o la recesión.

El respaldo de los inversores a Portugal ha sido más que notable en los dos últimos años, como muestra el hecho de que su prima de riesgo se haya hundido un 80% desde principios de 2017 hasta el entorno de los 73 puntos básicos, lo que le ha llevado a empatar con la española, lo que implica que ya le cuesta lo mismo financiarse que a nuestro país. Todo un logro para un país que en 2011 entró en quiebra técnica y se vio obligado a solicitar un rescate por valor de 78.000 millones a la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo.

“Si los resultados de las encuestas se confirman en las elecciones, la clave en las próximas semanas será el precio político y fiscal que Costa y los partidos de izquierda negociarán para formar un gobierno y evitar una situación de estancamiento político similar a España”, apunta Alvise Lennkh, analista de Scope. Las últimas encuestas sitúan el porcentaje de votos a favor de los socialistas en torno al 37%, muy por delante de su principal oponente, el Partido Socialdemócrata de centro-derecha, pero por debajo de la mayoría absoluta, que requiere al menos un 42-45% de los votos.

Las claves para el inversor

Ahora interesa saber si Portugal va a poder mantener su ritmo de crecimiento y el de consolidación fiscal. En apenas dos años el ejecutivo de Costa ha logrado reducir el déficit publico del 3% al 0,2% en que se prevé que va a cerrar este ejercicio. Su economía avanzó al 0,5% trimestral entre abril y junio, situándose por encima de la media a nivel europeo y mostrándose una décima más dinámica que la española.

El desempleo y la situación a nivel laboral es otro de los ámbitos en los que los mercados ponen su foco. Y aquí, la evolución también ha sido notable: la tasa de paro se ha rebajado a la mitad desde 2014 y se sitúa por debajo del 7%, frente al 14% que registraba nuestro país en el segundo trimestre de este año. Eso sí, con matices, puesto que según datos del Fondo Monetario Internacional, el 80% de los contratos firmados en un solo semestre en el país vecino perciben el salario mínimo.

Otra de las bazas pendientes está en la deuda, donde los objetivos de cara a los próximos años son especialmente ambiciosos. En el Plan de Estabilidad enviado a la Comisión Europea, el Gobierno luso se compromete a rebajar la deuda pública en cerca de 20 puntos porcentuales entre 2019 y 2023, es decir, desde el 121,5% del PIB al que se elevó el año pasado hasta el 99,6% del PIB en 2023.