Vídeo | La crisis del petróleo sirve a la Fed en bandeja una excusa para bajar tipos

Jerome 'Jay' Powell es el presidente de la Fed desde noviembre de 2017.
Jerome 'Jay' Powell es el presidente de la Fed desde noviembre de 2017.
Fed / L. I.

La tensión en el mercado del petróleo a causa del ataque a dos instalaciones de la petrolera estatal saudí Aramco provocó un rally en el precio del barril del 14% el lunes, aunque se relajó el martes. Recuperar toda la producción no va a ser sencillo y de mantenerse el precio al alza del crudo, más pronto que tarde acabará teniendo efecto sobre una inflación enclenque en la zona euro (fue del 1% en julio, su nivel más bajo desde 2016) y algo más en línea con el objetivo fijado por su banco central, aunque por debajo, en Estados Unidos. Los expertos consideran que este contexto puede dar al presidente de la Fed, Jerome Powell, munición para anunciar una nueva rebaja de tipos es este miércoles.

El consenso del mercado da por hecho que ese recorte será como el de julio, de un cuartillo de punto, lo que situará el precio del dinero en un rango entre el 1,75 y el 2% en la primera economía del mundo. Este movimiento será a todas luces insuficiente para Donald Trump, que viene criticando con dureza al banco central de su país y exigiéndole -en un movimiento que torpedea la independencia del organismo- que sitúe los tipos en negativo o a cero, en línea con las decisiones que están adoptando otros emisores del mundo, como el BCE.

La Fed pasa a ser el beneficiario inesperado de la crisis saudí en opinión de Mati Greenspan, analista senior del broker eToro, quien recuerda que la entidad tenía dificultades para justificar un recorte de tipos cuando el mercado laboral está en ebullición (prácticamente en pleno empleo) y la inflación es óptima, puesto que se sitúa en el 1,8%, rozando prácticamente el 2% que el banco tiene como objetivo.

"Ahora el presidente Powell puede rebajar tipos por segunda vez consecutiva y decir con confianza que las tensiones globales geopolíticas están creando vientos en contra”, sostiene. Desde su punto de vista con este movimiento, tras la decisión adoptada por el BCE de la semana pasada de reducir al -0,5% la penalización a los depósitos  “la guerra de divisas continúa”.

Al menos hasta la fecha los datos macroeconómicos no llevan a pensar en que la Fed se encuentre ante una "emergencia en materia de política monetaria", asegura Juan Ramón Casanovas, de Bank Degroof Petercam Spain, quien sostiene que es más bien el propio Trump el que se ve obligado a hacer frente a una "emergencia política". El consumo interno, que aporta dos tercios al avance de EEUU, se había mostrado bastante fuerte hasta ahora porque el abaratamiento de la energía está poniéndoselo más fácil a los consumidores.

De hecho, y pese a que los precios del petróleo han aumentado tras el reciente ataque a las instalaciones saudíes, "siguen estando muy por debajo de los precios a los que estaba hace un año, cuando se situaban en torno a los 80 dólares", explica Volker Schmidt, gestor de Ethenea.

No hay que olvidar, eso sí, que los disidentes o quienes no son partidarios de más rebajas de tipos entre los miembros del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) hacen surgir algunas incertidumbres sobre el resultado de la reunión. Abstenerse de un recorte de tasas "provocaría una reacción negativa del mercado y empujaría al dólar al alza", advierte David Kohl, Economista Jefe de Divisas del banco suizo Julius Baer, quien cree que un recorte de tasas más agresivo de 50 puntos básicos sí sería bien recibido por los mercados y debilitaría definitivamente al billete verde. 

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