La nueva Administración Biden se ha puesto como meta devolver el gasto de la primera economía del mundo en en investigación e infraestructuras a su nivel más alto desde los años 60 del siglo pasado, cuando se construyeron las autopistas interestatales y el país se colocó a la cabeza de la carrera espacial. Desde entonces ese gasto se ha hundido un 40%. Es uno de los ambiciosos objetivos a los que responde el 'megapaquete' de inversiones de 2,3 billones de dólares (1,93 billones de euros) anunciado recientemente por el presidente norteamericano. Sólo a la partida de I+D se llevará 185.000 millones de dólares (155.560 millones de euros).
Pese a ser el país más rico del mundo, "ocupamos el decimotercer lugar en cuanto a la calidad general de nuestras infraestructuras", reza el detalle del plan. "Tras décadas de desinversión, nuestras carreteras, puentes y sistemas de agua se están desmoronando", incide. Así que el Ejecutivo federal se ha fijado modernizar 20.000 millas (32.186,88 kilómetros) de autopistas, carreteras y calles principales, así como arreglar los diez puentes económicamente más importantes del país que necesitan ser reconstruidos, reparar otros 10.000 más pequeños que se encuentran en peor estado y que proporcionan enlaces críticos a las comunidades. A todo ello destinará 115.000 millones de dólares.
Además, sustituirá miles de autobuses y vagones de tren, reparará cientos de estaciones, renovará los aeropuertos y ampliará el tránsito y el ferrocarril a nuevas comunidades. El transporte público del país acaparará 85.000 millones y 80.000 millones de dólares más el sistema ferroviario. De acuerdo con las cifras publicadas por el gobierno norteamericano, el paquete incluye proyectos de construcción, conservación y acondicionamiento de más de dos millones de viviendas y edificios comerciales, proyecta la modernización de las escuelas y guarderías y la mejora de los hospitales de veteranos y los edificios federales.
"Tras décadas de desinversión, nuestras carreteras, puentes y sistemas de agua se están desmoronando"
Con este plan, que invertirá alrededor del 1% del PIB al año durante ocho ejercicios, apuesta además por la extensión de la banda ancha (100.000 millones de dólares), y por mejorar las infraestructuras relacionadas con el agua (111.000 millones de dólares) para, por ejemplo, poder eliminar las tuberías de plomo. Para evitar apagones como el provocado por la ola de frío en Texas, el Gobierno destinará otros 100.000 millones de dólares para modernizar y actualizar la red eléctrica.
El giro 'verde' que ha traído consigo la llegada de Biden al poder implica que su ejecutivo destinará 174.000 millones de dólares a fomentar la fabricación y la compra de vehículos eléctricos en el país, que apenas representan un 2% del parque automovilístico total del país. "La cuota de mercado de Estados Unidos en la venta de vehículos eléctricos enchufables es sólo un tercio del tamaño del mercado chino de vehículos eléctricos", señala el documento. Entre otras medidas se contempla créditos fiscales e incentivos a las empresas para que fabriquen las baterías de estos vehículos en Estados Unidos y no externalicen la producción a otros países.
Un plan que la Administración Biden prevé financiar a través de un nuevo paquete de medidas fiscales que incluye, como una de las principales medidas, la subida del tipo del Impuesto sobre Sociedades del 21% actual hasta el 28%.
