Segunda vuelta

Wall Street, dólar, bonos: qué se juegan en las elecciones al Senado de Georgia

Lo que se dirime es el equilibrio de poder en el Congreso y el margen que tendrá Biden, para poner en marcha su agenda económica, un tema al que los mercados financieros son especialmente sensibles.

Wall Street, dólar, bonos: qué se juegan en las elecciones al Senado de Georgia
Wall Street, dólar, bonos: qué se juegan en las elecciones al Senado de Georgia
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El día 'D' llegó para el estado del melocotón, el noveno más poblado de los cincuenta que componen los Estados Unidos. Sus electores se pronuncian este martes de forma presencial (desde mediados de diciembre empezaron a hacerlo anticipadamente) en una segunda vuelta de las elecciones del 3 de noviembre para decidir quién se queda con los dos escaños al Senado que hay en juego en Georgia y pasa así a tomar el control de la Cámara. Lo que en realidad se dirime es el equilibrio de poder en el Congreso estadounidense y el margen que tendrá el presidente electo, Joe Biden, para poner en marcha su agenda económica, un tema al que los mercados financieros son especialmente sensibles.  

Sobre el papel, un giro hacia el control demócrata de las dos cámaras -en caso de que los azules se hagan también con el Senado- podría ejercer más presión sobre el dólar y provocar un aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro. Mientras, si los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler mantienen su asiento, el mercado prevé que el impulso a la renta variable se mantenga, puesto que Biden no podrá poner en marcha algunas de las subidas fiscales anunciadas, sobre todo a las grandes empresas y a las rentas más altas. Éste es, a grandes rasgos, el boceto de lo que los inversores esperan de cara a las próximas semanas. Sin embargo, existen matices importantes.

En principio, tanto Perdue como Loeffler van por delante en las encuestas y sólo con que uno de los dos renueve su escaño los republicanos mantendrán el control de esta Cámara. Es el escenario que descuentan los principales consensos y que permitiría a la renta variable mantener su brío y renovar los máximos marcados en las últimas sesiones en Wall Street -hasta el traspié de este lunes-. Es, a la vez, un contexto que impediría a Biden elevar la presión fiscal a las ganancias de capital, algo que podría tener un impacto nocivo en la inversión en bolsa. 

Al mismo tiempo, el hecho de que no se apruebe ninguna modificación fiscal sustancial ayudaría a mantener bajo control los rendimientos de los bonos del Tesoro. En las últimas cuatro semanas, la rentabilidad del Treasury a diez años ha estado fluctuando erráticamente en un rango de 0,88% a 0,97%, debido sobre todo por las controvertidas noticias presupuestarias, puesto que como recuerda Markus Allenspach, jefe de Investigación de Renta Fija del Julius Baer, Washington logró evitar un cierre del gobierno en el último minuto (gracias a la multitud de extensiones presupuestarias temporales) y al nuevo paquete fiscal.

En medio de un panorama económico cargado de incertidumbre, el dólar -muy debilitado y con pocas opciones de fortalecerse este año- vería en principio con mejores ojos una vitoria republicana, si bien todo un sector del mercado advierte de que el 'billete verde' seguirá depreciándose a medio plazo sea cual sea el resultado de este martes. En 2020 ha perdido un 8,92% de valor frente al euro y su depreciación ha sido incluso mayor en relación a las divisas emergentes. Esa caída se produjo fundamentalmente a finales de año, en medio de la rotación de activos que trajeron consigo los avances en las vacunas contra el virus. 

Consecuencias de una sorpresa demócrata

Si hubiera sorpresa y quienes se imponen son los dos candidatos demócratas, Jon Ossoff y Raphael Warnock, se produciría un empate a 50 escaños de ambos partidos en el Senado. Sin embargo, el empate lo desharía en cada votación la vicepresidenta Kamala Harris con su voto de valor. Este último escenario, que en principio parece más improbable, podría provocar una corrección en bolsa después de las fuertes alzas que han experimentado en los últimos meses los principales índices estadounidenses. 

El Dow Jones de Industriales se revalorizó un 7% el año pasado; el S&P 500 un 16% y el tecnológico Nasdaq un 44%, en su mejor retorno desde 2009 gracias a la pujanza de los grandes valores tecnológicos en medio del confinamiento global y la digitalización del trabajo y el ocio que ha traído consigo la pandemia de coronavirus. "El nivel de sobrecompra y el control del Senado por los demócratas podrían provocar una caída generalizada de las bolsas occidentales nada más comenzar el año", apunta Juan J. Fernández-Figares, responsable de Análisis de Link Securities.

La cuantía del último paquete de estímulo aprobado es a todas luces insuficiente para atajar la crisis

Con todo, el experto hace una segunda lectura de los resultados ante una eventual victoria demócrata. Los inversores han visto con buenos ojos la aprobación del último paquete de estímulo por valor de 900.000 millones de dólares (735.000 millones de euros) al que el Congreso dio luz verde 'in extremis' el pasado 22 de diciembre, después de meses de tensión por el bloqueo republicano a las ayudas planteadas por los demócratas. Sin embargo, la cifra es a todas luces insuficiente para atajar los efectos de la crisis económica generada por el virus, por lo que serán necesarias más medidas

Una mayoría demócrata desatascaría ese paquete adicional y permitiría poner en marcha el programa de inversión en infraestructuras tan esperado en los últimos años. En el pasado, Biden propuso aumentar la tasa impositiva corporativa del 21% al 28%, así como gastar 2 billones de dólares en infraestructuras. "En este caso los valores relacionados con las materias primas minerales, las compañías de infraestructuras, las constructoras y las compañías de energías renovables podrían reaccionar con fuerza al alza", añade Fernández-Figares.

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