Debate sobre sus efectos

Wall Street y Buffett desafían a Biden con planes de recompras por 1 billón

La adquisición y amortización de acciones propias se ha convertido en un factor impulsor de las bolsas estadounidenses durante la última década pero la Casa Blanca busca ponerles freno.

Warren Buffett y Joe Biden.
Warren Buffett y Joe Biden.
L. I.

Se avecina una batalla de altos vuelos en 2023 si se lee entre líneas la última carta anual del influyente inversor Warren Buffett en la que apunta directamente a Washington y el Gobierno de Joe Biden, que ha declarado operaciones 'non-gratas' las recompras de acciones propias por parte de las grandes empresas cotizadas en Wall Street. El nonagenario no da puntada sin hilo, pero esta vez parece ponerse la venda antes de la herida.

"Cuando se dice que todas las recompras son perjudiciales para los accionistas o para el país, o especialmente beneficiosas para los CEO, está escuchando a un analfabeto económico o a un demagogo elocuente (personajes que no son mutuamente excluyentes)", afirma Buffett en una misiva que recoge el guante lanzado por Biden contra las recompras de acciones... y se lo devuelve de forma algo hostil.

Buffett entra en escena en plena recuperación de los planes de recompra de acciones en Wall Street, que volverán a situarse por encima del billón de dólares en 2023 entre las 500 empresas del S&P 500, según estimaciones de S&P Dow Jones, después de que hasta el 17 de febrero se hayan alcanzado anuncios trimestrales por valor de 220.000 millones entre las empresas del S&P 500 y las 3.000 del Russell 3000 de mediana capitalización, según otro informe de Goldman Sachs citado por 'The Wall Street Journal'. 

Entre los mayores anuncios de recompra de acciones más destacados de Wall Street en lo que va de 2023 se encuentran el programa de recompra de 75.000 millones de dólares de la petrolera Chevron o el plan de 40.000 millones de Meta, el dueño de Facebook, Instagram y Whatsapp, que ha permitido contrarrestar en bolsa el primer descenso de ingresos de su historia y el proceso de reestructuración que afronta con miles de despidos.

Incertidumbre con Apple, el gran recomprador 

Buffett explica en su carta que "las matemáticas" detrás de las recompras de acciones son sencillas y le ha permitido elevar su participación en empresas como Amex o Apple sin ningún desembolso adicional: "Cuando la cantidad de acciones en circulación disminuye, el interés de los accionistas en los negocios de la empresa aumenta. Si las recompras se realizan a precios que generan valor, cada pequeña contribución ayuda. Sin embargo, si una empresa paga demasiado por las recompras, los accionistas que permanecen pierden, y las ganancias fluyen solo hacia los accionistas que venden o al banquero de inversión que recomendó comprarlas de forma insensatas".

Buffett también destacó que las ganancias de las recompras que generan valor benefician a todos los propietarios de la empresa, y no solo a un grupo seleccionado de accionistas. La idea es que, si se realizan de manera efectiva, las recompras de acciones pueden ser "una herramienta poderosa para crear valor para los accionistas", explica el propietario de Berkshire. La defensa de esa operativa emergen en un momento de riesgo de que se frene. 

En realidad, lo que viene a decir el oráculo es que la amortización de acciones deja los mismos beneficios a repartir entre menos títulos y eso impulsa un ratio clave de valoración: el Beneficio por Acción (BPA) y el PER, resultado de relacionar beneficios y cotización en bolsa. Lo que no dice Buffett es que las recompras de acciones convierten a la propia empresa en el mayor inversor en bolsa de sus propios títulos y enfocan a la dirección de la empresa en obtener recursos del negocio y redirigirlos a bolsa.

El oráculo de Omaha es sabedor de que buena parte del buen momento de su cartera de inversiones a pesar de las pérdidas contables masivas de 22.000 millones de dólares registradas por su holding en 2022. A la cabeza se encuentran sus acciones en la propia Berkshire Hathaway pero sobre todo las participaciones que tiene su vehículo inversor en Apple y Bank of America, entre otras. Solo la tecnológica ha destinado más de 500.000 millones de dólares a adquirir títulos propios durante los últimos años.

¿Pondrá coto Biden a la fiesta de las recompras?

Pero la opinión de Buffett está a punto de toparse con la visión de Biden en vísperas de que Tim Cook actualice el mes que viene los planes de retribución al accionista de Apple. Berkshire tiene invertidos más de 150.000 millones de dólares en el fabricante del iPhone, que no atraviesa el mejor de los momentos tras la caída de ingresos, beneficios y de su dinero en caja como consecuencia de los problemas de fabricación en China y la inversión en negocios de gran consumo de capital como la plataforma Apple Tv+

Biden es el autor intelectual de la frase que critica Buffett -las recompras son peligrosas para las empresas y para el país-, al tiempo que se ha mostrado partidario de poner límites a las recompras de acciones para que las empresas inviertan más en su propio negocio, relocalicen su producción en EEUU tras los problemas crecientes con China y que contraten más empleados y paguen más impuestos en lugar de gastárselo en bolsa. 

Sin embargo, la gran empresa de Wall Street parece mantener planes para volver a marcar récords recomprando acciones en 2023. Hay incertidumbres en torno a esta cuestió y la primera de ellas es la posible acción legislativa del presidente de EEUU. A eso se le une la incertidumbre por la guerra en Ucrania, la tensión con China y el coste al alza de la deuda empresarial por el alza de los tipos, algo que lastró las recompras de autocartera en 2022 en uno de los peores años bursátiles de la década. ¿Será capaz Wall Street de sostener las cotizaciones sin que crezcan las recompras en este 2023?

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