Impago de la deuda

Yellen cifra el coste del 'default': crash del 45% y 66 millones de pensiones en riesgo

La secretaria del Tesoro del Gobierno de Joe Biden eleva el tono de alerta sobre las consecuencias "catastróficas" que sufrirá EEUU si el próximo 1 de junio comienza a impagar su deuda.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
DPA vía Europa Press

Segundo discurso esta semana de la secretaria del Tesoro Federal, Janet Yellen, con un tono todavía más agorero que los anteriores si cabe. "En mi evaluación, y en la de los economistas en general, un impago de la deuda de Estados Unidos generaría una catástrofe económica y financiera. Nuestra mejor estimación actual subraya la urgencia de este momento: es esencial que el Congreso actúe lo antes posible", alertó este martes en referencia a la necesidad imperiosa de que los legisladores alcancen un acuerdo para elevar el techo de deuda de EEUU.

El límite de endeudamiento público está fijado por ley en los 31,5 billones de dólares y se sobrepasó a finales de enero, momento en el que la Administración Biden entró en una cuenta atrás para negociar un  aumento. Sin embargo, Yellen ha conseguido tiempo extra con fórmulas poco convencionales que se han agotado y han fijado en el calendario la llamada fecha X, en rojo brillante: 1 de junio. A partir de entonces, el Gobierno federal se quedará sin margen de maniobra y comenzará a impagar algunas de las obligaciones con los acreedores, quedándose a su vez sin liquidez.

En un discurso ante la patronal sectorial de bancos locales Independent Community Bankers of America (ICBA), la ex presidenta de la Fed y actual responsable de las arcas públicas con Joe Biden pronostica que la entrada en situación de incumplimiento crediticio por parte de EEUU generaría un efecto dominó en la economía y en los mercados que borraría la recuperación pospandémica y haría retroceder "aún más" a las empresas y hogares de EEUU. Por primera vez, Yellen ha puesto números en público al coste del default.

Una tormenta económica sin precedentes

"Nuestra economía se encontraría repentinamente en una tormenta económica y financiera sin precedentes. Es probable que millones de familias estadounidenses que dependen de pagos del Gobierno federal no reciban su dinero. Esto incluye a 66 millones de pensionistas de la Seguridad Social y a millones de veteranos y familias militares que han servido honorablemente a nuestro país. Un impago podría causar un sufrimiento generalizado a medida que los estadounidenses pierden los ingresos necesarios para sobrevivir", ha asegurado la responsable del Tesoro. 

El impacto resultante en los ingresos podría llevar a una recesión que destruya muchos empleos y empresas estadounidenses. Yellen ha destacado que el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, que encabeza desde febrero la ex responsable de la Fed, Lael Brainard, prevé que si se produce el 'default' más de 8 millones de personas perderían su trabajo, la confianza empresarial sufriría un golpe sustancial y el mercado de valores podría caer "aproximadamente" un 45% "eliminando años de jubilación y otros ahorros del hogar" en referencia a los planes de empresa de las que viven lo estadounidenses cuando se retiran. 

Según otra simulación realizada por la agencia Moody's, que ha citado Yellen hoy, los hogares de EEUU perderían 10 billones de dólares de su riqueza familiar (6 veces el PIB español) y la tasa de desempleo se duplicaría hasta el 8%. "Si eso suena catastrófico, es porque lo es. Ahora bien, esta crisis es totalmente prevenible y la solución es sencilla. Desde 1960, el Congreso ha aumentado o suspendido el límite de la deuda más de 80 veces, tanto bajo gobiernos republicanos como demócratas. El Congreso debería simplemente hacerlo de nuevo", ha argumentado.

De no hacerlo, la crisis económica está servida en EEUU y con ello también en el resto del mundo. "Se vería exacerbada por posibles interrupciones en las operaciones del gobierno federal. Los servicios esenciales que permiten el comercio global dependen del trabajo de los empleados y contratistas federales. Esto incluye el control del tráfico aéreo y la aplicación de la ley, la seguridad fronteriza y la defensa nacional, la seguridad alimentaria y nuestros sistemas de telecomunicaciones. Pero las agencias federales no podrían pagar todas sus facturas. No está claro si y cómo continuarían funcionando los servicios críticos", alerta.

Según Yellen, ya se están produciendo los primeros efectos de esta apuesta política arriesgada que enfrenta a Republicanos y Demócratas en el Capitolio. La jefa del Tesoro asegura que los inversores se han vuelto más reacios a mantener deuda pública que vence a principios de junio. La rentabilidad de la deuda con vencimiento en un mes, los T-Bills o letras federales, han llegado a rendir un 5,7% esta semana frente al 3,5% del bono a 10 años o al 5,25% en que se encuentran los tipos oficiales de la Fed que marcan de fondo las curvas de la deuda pública.

"Somos un país que cumple su palabra. Generaciones de estadounidenses han protegido la plena fe y el crédito de los Estados Unidos. Esa ha sido la base de nuestro liderazgo económico mundial. No hay una buena razón para desperdiciar esa reputación ahora y desencadenar una crisis fabricada por nosotros mismos. El tiempo se está acabando. Cada día que el Congreso no actúa, experimentamos mayores costes económicos que podrían ralentizar la economía estadounidense", ha zanjado la máxima autoridad económica de Washington.

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