La bolsa sube

El yen japonés marca mínimos de mes tras la posible salida de Kuroda del BoJ

El vicegobernador Masayoshi Amamiya se postula como favorito para suceder al arquitecto de la política monetaria ultraexpansiva que impera desde hace una década en el país y cuyo mandato expira en abril. 

El yen marca mínimos mensuales tras el posible cese de Kuroda al frente del BoJ
El yen japonés marca mínimos de mes tras la posible salida de Kuroda del BoJ. 
EUROPA PRESS

El yen japonés sufre los rumores de relevo al frente de Banco de Japón. La moneda nipona se ha depreciado este lunes hasta su nivel más bajo en el último mes tras la filtración que el Gobierno japonés estaría contemplando nominar a un vicegobernador del Banco de Japón (BoJ) como su nuevo gobernador, visto como un vaticinio de continuismo.

La divisa japonesa tocó la franja media de las 132 unidades con respecto al dólar en la apertura de la Bolsa de Tokio de este lunes, después de que el diario 'Nikkei' informara durante la noche de que el Ejecutivo se habría aproximado a Masayoshi Amamiya como posible sucesor de Haruhiko Kuroda, cuyo mandato termina el 8 de abril.

El yen, que ya cayó durante el fin de semana por los últimos datos de empleo de Estados Unidos, perdió más terreno ante la interpretación de que Amamiya, de 67 años, se aferrara a la política de flexibilización monetaria abanderada por Kuroda (78) durante la última década y de la que Amamiya ha sido un arquitecto clave.

El BoJ se encuentra bajo presión por su política monetaria, con tipos de referencia negativos, que contrasta con las subidas de tasas que vienen acometiendo sus homólogos de mayor influencia internacional, como la Reserva Federal de EEUU (Fed) o el Banco Central Europeo (BCE), y que ha provocado una aguda caída del yen.

El Gobierno japonés, que se ha mantenido en silencio sobre la sucesión en el banco central, tiene previsto presentar a sus candidatos a gobernador y para los dos puestos de vicegobernador de la entidad este mes, cuando finalicen las conversaciones al respecto en la coalición gobernante, según ha indicado el citado diario. 

El BoJ ha desarrollado una flexibilización monetaria sin precedentes en la última década bajo el liderazgo de Kuroda, quien asumió el cargo de gobernador en 2013 con el compromiso de lograr situar la inflación en Japón en torno al 2% de manera estable. La inflación en Japón se ha situado en los últimos meses en niveles no vistos desde hace más de cuatro décadas, por encima del 4%, tras nueve meses por encima de la meta del organismo ante la divergencia de políticas monetarias, que la entidad se resiste a modificar al considerar que los factores del alza son transitorios y externos.

La relajación de su férrea política monetaria expansiva el pasado mes de diciembre tras permitir que la rentabilidad de la deuda soberana a diez años alcanzase un máximo del 0,5%, frente al 0,25% establecido anteriormente. Este movimiento fue interpretado por el mercado como el fin de una etapa, sin embargo, los rumores se disiparon cuando el BoJ mantuvo intactos sus tipos de interés. 

Las compras de bonos gubernamentales a gran escala acometidas por el banco central ayudaron a luchar contra la deflación, pero también socavaron el mercado y la salud fiscal del país, una situación cuya reversión requerirá reformar medidas sin impactar a la economía ni a los mercados financieros. 

Amamiya ha dedicado gran parte de su carrera a la planificación de políticas monetarias. Ha participado en casi todos los movimientos clave del BoJ para combatir la deflación, desde la relajación cuantitativa de 2001 hasta el control de la curva de rendimientos que sigue actualmente la entidad. El economista ha sido uno de los grandes apoyos de Kuroda desde que asumiera el liderazgo del BoJ, primero como director ejecutivo y posteriormente como vicegobernador.

Las filtraciones sobre Amamiya impactaron negativamente al mercado de divisas, pero la depreciación del yen fue bien acogida en esta ocasión por los inversores de la Bolsa de Tokio. El Nikkei ha cerrado este lunes con una subida del 0,67%, ya que la devaluación de la divisa beneficia a los grandes exportadores del país potenciando su competitividad y ganancias en el extranjero.

Mostrar comentarios