
Es uno de los alimentos antioxidantes de referencia en la dieta mediterránea. Con una concentración muy elevada de calcio, fósforo y potasio, y su elevado contenido en beta caroteno y vitaminas del grupo B, A y C, la naranja se ha convertido una de las opciones más saludables para combatir los resfriados. Éstas son las propiedades más conocidas de una de las commodities que, según los expertos, puede ofrecer oportunidades de inversión a lo largo de este año en que su precio ha regresado a niveles de 2017.
Pero vayamos por partes. Lo que realmente cotiza en los mercados internacionales de futuros es la pulpa y no la fruta entera, puesto que es la parte que se puede conservar congelada -que es como se vende- y que, por tanto, no es perecedera. El contrato de futuros FCOJ-A es el de referencia mundial para el zumo de naranja concentrado congelado.
Ese contrato determina la entrega física del jugo de grado A de Estados Unidos (clasificación de su Departamento de Agricultura) en un almacén de intercambio con licencia en varios puntos de entrega del país, siempre que su procedencia sea Brasil, Costa Rica o México, junto con el propio Estados Unidos, que es el primer productor mundial -junto con Brasil acaparan la mitad de toda la producción mundial-.
Tal y como sucede con otras materias primas agrícolas, el zumo de naranja tiene unos ciclos muy definidos de cuatro años, según explica a La Información el economista Javier Santacruz. Esos ciclos implican dos años de subida de precios, seguidos de otros dos de descensos en los mismos. Su precio está muy condicionado por la producción, por el clima o por las plagas y más recientemente se está viendo afectado también por el cambio en los hábitos de consumo y la preferencia de productos más saludables y que contengan menos azúcar (en el caso del zumo ya procesado).
"Ahora mismo estamos en el punto más bajo del ciclo, con lo cual es más que probable que se produzca una subida importante en este 2019", explica. A corto plazo, los futuros de la naranja están bastante condicionados por las sequías que se han producido en los últimos tres años en las principales zonas productoras, especialmente el sur de Estados Unidos y la costa del Pacífico.
Pero, al mismo tiempo, se trata de una materia prima que tiene una producción "cautiva" puesto que hay muy pocas zonas en el mundo que reúnan las condiciones favorables para producir de forma estable. "Con lo cual, cuando se producen 'booms' de su consumo, es cuando los precios suben de forma importante", añade Santacruz.
Los futuros del zumo de naranja alcanzaron su máximo histórico en 2016, cuando tocaron los 221,95 dólares por libra (199 euros). Desde entonces han perdido cerca de un 58% hasta el entorno de los 94 dólares (84,28 euros) a los que cotizan hoy en día. Sin embargo, esta materia prima acumula una revalorización del 16% en la última década, frente al 43% que se ha anotado el oro o el 33% que ha avanzado el barril de Brent, el crudo de referencia en Europa.
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