El coche más caro vendido este año no ha sido el último modelo de Bentley adquirido por un rico empresario de una fintech; ni un Rolls Royce, para un millonario chino con aspiraciones; ni siquiera un Maybatch para un jeque, no. El coche más caro vendido en 2017, ha sido un Aston Martin. Pero tampoco ha sido el último modelo deportivo de la marca británica el New Vantage, cuyo precio sobrepasa los 140.000€. El coche más caro del año ha sido un vehículo clásico, un alas de plata, el DBR1, adjudicado en una subasta en Monterrey, California, el pasado mes de agosto, por la friolera cifra de 21,7 millones de euros.
El Aston Martin DBR1 de 1956 es un modelo del que sólo se fabricaron cinco unidades, un vehículo que se mide con rivales como el Ferrari 250GTO y el Mercedes Benz 300-SLR. El coche que llegó a valer casi veintidós millones de euros, fue el primero de esta serie de cinco. Su chasis le delata como el número uno de todos ellos. Este modelo fue obra y diseño del Jefe de Carreras de la marca de la época, Ted Cutting, quien diseñó este coche pensando en ganar la carrera más famosa de todas: Le Mans. Fue en el año 1959 cuando uno de estos coches se alzó con el triunfo, obteniendo así la segunda victoria de la temporada tras haber ganado también otras carreras importantes.
El DBR1 es un coche diseñado para ganar la popular carrera de las 24h de Le Mans y que se ha descrito en varias ocasiones como el Aston Martin más importante de la historia. Ahora, es además el vehículo británico más caro de toda la historia. El DBR1 monta un motor original de seis cilindros en línea de 2.992 centímetros cúbicos y una potencia de 268 caballos. Para ganar velocidad y prestaciones para así poder ganar carreras, se diseñó un chasis más bajo y con menor fricción, un punto crítico que ayudó a decidir la victoria para la escudería. Alzándose con la victoria en Le Mans, Nurburing y Tourist Trophy; se convirtió en un coche de leyenda, ya que hasta la fecha sólo le ha igualado en victorias el mítico Ferrari 250TR, allá por 1958.
Ha habido otros Aston Martin que han alcanzado precios desorbitantes a lo largo de la historia, como un modelo DB4GT de 1959 que se vendió por unos impresionantes 6,8 millones de dólares y un DBR9 que alcanzó la nada desdeñable cifra de 616,000 dólares; pero nunca antes un vehículo de la marca de las alas de plata, había alcanzado un precio como el de este primer vehículo de la serie DBR1, el coche más caro del año.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios