Los concesionarios actuales tienen seriamente amenazada su supervivencia. Estudios de ámbito europeo constatan previsiones con efectos desastrosos: caídas de hasta el 40% en las ventas tradicionales, y la potencial desaparición de la mitad de los concesionarios. En España, donde hay más de 2.000 concesiones oficiales, se leen las cifras con cautela e incredulidad.
Nuevos canales digitales de marketing y venta, opciones de movilidad como renting y carsharing, caída en las matriculaciones y en la rentabilidad… son tiempos de cambio. El sector de la distribución y comercialización tradicional de automóviles afronta, como muchos otros sectores, importantes amenazas e incertidumbres en el corto-medio plazo que comprometen su viabilidad. Cada vez son más voces las que preconizan una drástica caída de ventas, de rentabilidad y, en última instancia, de actores en las redes de concesionarios y puntos de distribución y venta de vehículos.
Las previsiones son alarmantes: pintan un escenario del año 2025 en el que entre un 30% y un 50% de los concesionarios podrían desaparecer, motivado entre otros factores por estimaciones como que las ventas en puntos de distribución tradicional pueden reducirse un 40%, según estimaciones de consultoras como KPMG o Bain&Company. La entrada servicio de canales alternativos de distribución y venta, sobre todo los digitales, se harán con su correspondiente cuota de mercado, lo que mermará los ingresos de los canales tradicionales.
Si bien estas estimaciones son para el ámbito europeo, su extrapolación a España supondría una amenaza para más de 1.000 de los 2.219 concesionarios oficiales, cuyo 75% de facturación total proviene de la venta de vehículos nuevos. Supondría un grave daño para un sector que genera medio millón de empleos indirectos y más de 160.000 empleos directos, con una aportación al PIB nacional del 3,2%, según las cifras que recoge la última memoria de la patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas de turismos, Faconauto.
Cautela y ayudas
El sector prefiere no ser tan pesimista y sugiere que "estos datos hay que tomarlos con cautela". El presidente de la asociación de la distribución y la Reparación de vehículos en España, Ganvam, Raúl Palacios, afirma a La Información que se producirá una adaptación de los negocios de distribución a esta nueva realidad, que "no tiene por qué implicar una caída de las ventas".
Palacios señala que el sector está acometiendo inversiones para adaptar su negocio al entorno online e incluso a la movilidad eléctrica. "Hay que reorientar un negocio que hasta la fecha ha tenido una gestión tan tradicional a un comprador digital; a un comprador que ya no se pasea por el concesionario, sino que acude con las ideas muy claras y por tanto exige una experiencia de compra personalizada".
Los distribuidores y los reparadores de automóviles señalan que se están acometiendo inversiones para adaptarse, pero también reclaman la ayuda de la Administración ya que las pequeñas empresas del sector no disponen del suficiente músculo financiero para adaptarse a los nuevos requerimientos del mercado. En esta línea, reivindican que la inversión pública en innovación no se destine exclusivamente a modernizar procesos de producción y fabricación, e incluya también al sector de la distribución y la reparación de vehículos.
Faconauto cuestiona las previsiones
Faconauto es más contundente y rechaza de plano las previsiones de futuro apocalíptico para el sector, como que las ventas vayan a caer un 40%, y considera que esto "realmente no es así". Según sus estimaciones, "si los indicadores macro continúan en el nivel actual, prevemos que el mercado se mantenga en torno a las cifras actuales, con leves subidas o bajadas". De hecho, destaca la fortaleza del sector como generador de riqueza y como aliado de clientes y fabricantes.
Apunta la patronal que los nuevos canales "vienen a complementar la movilidad del ciudadano, pero no necesariamente vienen a quitarle sitio a las ventas de coches; al revés"”. En esta línea, apunta que una distribución fuerte, que "mantenga su capilaridad y un servicio de posventa de calidad, será más importante que nunca".
La patronal reclama también un papel activo de la Administración, a la que le solicita trabajar en colaboración público privada para mantener un mercado fuerte y reformas en la fiscalidad del automóvil. También reivindica la creación de un marco jurídico estable para toda la cadena de valor, desde los fabricantes a los concesionarios, que "permita hacer las inversiones necesarias con tranquilidad y donde se recojan las reglas del juego de la nueva economía digital, la nueva fiscalidad, y el cumplimiento de las exigencias de Europa sin poner en peligro el tejido empresarial y el empleo ligado al mismo".
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