La gasolina acaba con la 'dictadura' del diésel y pone en apuros a los fabricantes

  • Las grandes marcas acusan a los gobiernos de 'demonizar' el diésel después de realizar una inversión millonaria en los motores menos contaminantes.
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El futuro de la industria del automóvil es una incógnita y nadie sabe cómo será la movilidad del futuro. A largo plazo, en torno a 2030, la electrificación tendrá un gran peso y los coches autónomos podrían recorrer las calles sin conductor. Pero lo que marca la realidad en España es el ‘zarpazo’ definitivo de la gasolina al diésel después de dos décadas de 'dictadura'. Si nada cambia, llegará en 2018.

La evolución del año recién terminado así lo dicta y el mes de diciembre ha sido el primero en más de 20 años en el que las ventas de coches de gasolina han copado más de la mitad del mercado español (50,7%). Los diésel se han quedado en un 43,9%, mientras que los vehículos de energías alternativas apenas suponen el 5,4%.

Estas cifras, que se hacen extensibles a los grandes mercados europeos, y la amenaza ‘antidiésel’ de los gobiernos que ya han puesto fecha de caducidad a los coches más contaminantes en sus calles, alarma a la industria del automóvil. Las marcas ya alertan de que si no se venden coches con motores diésel se ralentizará la venta de vehículos y no se podrá avanzar en el coche eléctrico. En la Unión Europea, las ventas de gasolina alcanzaron en el primer semestre el 48,5% del total frente al 46,3% del diésel.

Este desplome del diésel llega poco después de que los fabricantes hayan invertido miles de millones en investigar y desarrollar motores menos contaminantes. Ahora necesitan recuperar ese dinero para dedicarlo al coche eléctrico. "El diésel sigue teniendo una importancia estratégica. Hemos invertido mucho en los nuevos motores Euro 6 y los necesitamos para reducir el CO2”, afirmaba el presidente de Volkswagen, Matthias Müller, en plena explosión del 'dieselgate'. "Los diésel modernos son indispensables. Las ventas de hoy son las inversiones de mañana" añadía hace unos meses en el mismo sentido.

Matthias Müller asume la presidencia del grupo Volkswagen tras la salida de Winterkorn
Presidente de Volkswagen, Matthias Müller

La tendencia es clara desde 2014

El año 2017 en su conjunto, el sector cerró en España con una leve ventaja global de los motores diésel teniendo en cuenta la media de los doce meses. Significaron el 48,3% de las ventas frente al 46,6% de los coches de gasolina. Una diferencia muy menor teniendo en cuenta que en 2010 el porcentaje de ventas era de 70,6% para el diésel frente a 26,4% de los coches de gasolina. Esta distancia se mantuvo prácticamente inalterable hasta finales de 2014.

Sin embargo, fue en 2015 y a raíz del 'dieselgate' que afectó a 638.000 coches Volkswagen en España, cuando las ventas de diésel comenzaron a desplomarse. Con los datos en la mano,  influyó de forma decisiva. La brecha se redujo 6 puntos porcentuales a cierre del citado año y otros 11,2 puntos en 2016. A lo largo de los 12 meses de 2017 la distancia se ha minimizado en otros 14,9 puntos hasta prácticamente igualar las ventas.

El ‘boom’ del diésel a principios de los 90 terminó por imponer los motores de este combustible en 1998. Desde entonces, nunca se habían vendido más coches gasolina que diésel en el mercado español, algo que ha ocurrido en cinco de los últimos siete meses del año 2017. En Europa, el diésel dominaba desde el 2002, aunque nunca llegó a superar el 60% de las ventas totales.

Conflicto entre gobiernos y fabricantes

Francia y Reino Unido ya han anunciado que prohibirán los motores de combustión en 2040 y en París estudian hacerlo en 2030. Madrid y Barcelona también tomarán medidas con los coches más antiguos. Carlos Tavares, presidente de PSA, ya aseguró durante el Salón de Frankfurt celebrado en septiembre que “ahora se ha impuesto la tecnología eléctrica por parte de los gobiernos y cualquier otra tecnología que se quiera impulsar esta fuera del mercado. Si no logra el respaldo en ventas, entonces todos, la industria, sus trabajadores y los gobiernos, tenemos un problema”.

Carlos Tavares, presidente de PSA

Por su parte, la canciller Angela Merkel instó a la industria automovilística alemana a recuperar credibilidad lo antes posible tras el ‘dieselgate’. Aseguró que la mejor estrategia es combinar los motores de combustión con los eléctricos, pero potenciando estos últimos, aunque apuntó que “no se puede demonizar al diésel, del que dependen fábricas y empleos”.

Por el momento, los coches híbridos y eléctricos no salen beneficiados de la caída del diésel y habrá que esperar a que sean masivos en España. De hecho, en 2017 perdieron peso al crecer a un menor ritmo que el mercado. Pasaron de suponer el 5,3% de las ventas (6,9 % en agosto) al 5,1%.

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